A pocos días de terminar un año más, muchos analizan lo que fue su vida ministerial para darse cuenta qué resoluciones pudieron mantener y cuáles sencillamente no pudieron cumplir. Siempre he creído que Dios está en control, pero debemos ser diligentes respecto a lo que nos corresponde. Jamás lograremos nuestras metas si no involucramos a Jehová Dios en el asunto, pues la misma Palabra nos enseña que, "sin mí (o sea sin Él) no pueden ustedes hacer nada" (Juan 15:5 DHH) . Pon cada resolución en las manos apropiadas, no te afanes en tus propias fuerzas, "confía en Dios y Él hará" (Salmos 37:5 RVR1960) . Quizá para algunos el 2017 fue un año difícil, un año por el que pasaron muchas cosas, pero creo que de cada una de ellas el Señor tuvo que enseñarte algo. Para otros fue un año de victorias singulares, de promociones, pero sin importar qué tipo de año hayas tenido, lo verdaderamente importante es saber que Dios no te abandonó, sino que estuvo contigo todo este tiempo.
"Predicad el evangelio a toda criatura" (Marcos 16:15).