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Mostrando las entradas de agosto, 2016

El siervo inútil

Da tristeza ver cómo algunos creyentes en la actualidad piensan que solo congregándose en sus iglesias locales ya lo tienen todo ganado, olvidando que no fuimos llamados para ser servidos, sino para servir a otros. También olvidan que una forma más de glorificar el nombre del Padre es justamente llevando mucho fruto (Juan 15: 8 - RVR1960). Alguna vez has pensado ¿qué será de ti si continúas con una vida cristiana pasiva? Veamos lo que dice la Palabra de Dios al respecto: "Por la mañana, volviendo de la ciudad, tuvo hambre. Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no hayó nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: nunca jamás nazca fruto de ti. Y luego se secó la higuera" (Mateo 21: 18-19). ¿Sabes a quién representa la higuera? A ese creyente que se encuentra en su zona de comfort asistiendo a su iglesia local que no tiene ganas de servir, que piensa que ya todo lo tiene asegurado y que no hay nada más por lo cual luchar. Pero la Palabra es siempre clara y es

Esforzaos y cobrad ánimo

Hay un tema que ronda a la iglesia de Cristo en la actualidad y del que poco se ha hablado, el desánimo. Y resulta que es la causa principal por la que muchos han dejado de orar, de congregarse, de hacer la obra, de evangelizar, de predicar... Pero ¿qué es el desánimo?. Según el diccionario de la Real Academia de la lengua, se define como la falta de ánimo. ¿Sabes algo? El desánimo es el arma más poderosa que tiene el enemigo contra el creyente. Cuando el cristiano se desanima su fe merma y, por consiguiente, deja de creerle a Dios porque una persona que no tiene fe, ni esperanza no puede creer en las promesas que Dios le ha hecho en su vida. En Deuteronomio cuando Moisés está a punto de morir, Dios escoge a Josué para guiar al pueblo de Israel y llevarlos a conquistar la tierra prometida. El Señor le habla a Josué y le dice más de tres veces lo mismo: esfuérzate y sé valiente. Hoy Dios quiere decirte lo mismo: esforzaos y cobrad ánimo, aún queda mucho camino por recorrer, muchas bat

Siempre Gozosos

Hay momentos en la vida que pueden determinar la felicidad o la tristeza de una persona, ¿cierto?. Es como si dijéramos que estando en las buenas soy feliz y estando en las malas triste. Eso lo hemos aprendido del mundo, y es así como las circunstancias determinan nuestro estado de ánimo. Pero la Biblia nos enseña algo distinto y es que ante cualquier circunstancia yo no debo cambiar mi estado de ánimo como si fuera Facebook, por el contrario, debo permanecer siempre igual: gozoso. Mira lo que dice y enseña la Palabra al respecto: "Estad siempre gozosos" (1 Tesalonicenses 5:16 - RVR1960) . Curiosamente la Palabra usa el adverbio SIEMPRE que significa en todo tiempo, no en las buenas solamente, ¿verdad?. Y esto nos enseña que nuestro gozo no lo determinan las circunstancias. Mi estado de ánimo no depende de si las cosas van bien o mal, mi estado de ánimo lo determina tener a Dios en mi vida, pues si lo tengo a Él, lo tengo todo. Uno de los enemigos del creyente se llama el mun

¿Qué estamos haciendo al respecto?

Estamos viviendo los últimos tiempos. Hay muchas señales que nos confirman que la venida del Señor Jesús está más cerca que nunca. Pero asimismo, también el enemigo está preparando toda su plataforma para la venida del anticristo. La inmoralidad sexual está a la vuelta de la esquina, la homosexualidad ha permeado todos los ámbitos de nuestra sociedad, ocupando puestos claves en la mayoría de los gobiernos a nivel mundial, y ¿qué estamos haciendo al respecto? NADA. La iglesia a nivel mundial está experimentando un desánimo en todos los niveles, desde el liderazgo hasta el pastorado. Y no es casualidad que esto esté pasando justo ahora en este tiempo y la iglesia de Jesucristo ¿qué está haciendo al respecto? NADA. El diablo introdujo este espíritu inmundo en las iglesias para ganar territorio. Y en ese tiempo logró sacar la Biblia de las escuelas en países como USA; en otros países ya no se ora como antes, ese ha sido el resultado de esta estrategia demoniaca. Pero es bueno ver a dos

¿Qué clase de tierra eres?

Hoy deseo compartir con ustedes una palabra poderosa, la cual está en Mateo 13: 1-9 – RVR1960: “aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar. Y se le juntó mucha: y entrando Él en la barca, se sentó, y toda la gente estaba en la playa. Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino y vinieron las aves y la comieron. Parte cayó en los pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. El que tiene oídos para oir, oiga”. Cuando el Señor Jesús enseñaba, lo hacía a través de parábolas. Una parábola es un relato corto de la vida diaria que el Señor Jesús usaba para describir el Reino de Dios a las pe

Conforme a Su voluntad

Recuerdo que cuando era niño no siempre me daban lo que pedía en casa. Y más aún cuando se trataba de dinero, mis padres siempre restringieron el hecho de dármelo. Pero sí veía cómo a otros amigos míos les daban dinero y hacían lo que ellos querían, y simplemente no entendía el proceder de mis padres. Incluso llegué a pensar que eran malos, pues no me daban lo que yo quería. No obstante, ellos sabían qué era lo mejor para mí. Ahora que camino con el Señor me doy cuenta que la historia no ha cambiado mucho, la diferencia es que ya sé por qué en ocasiones mis padres me decían NO y por qué Jehová Dios a veces me dice NO igualmente. No todo lo que pidamos a Dios Padre, Él está en el deber de dárnoslo. Ese es un pensamiento erróneo de los hijos de Dios. Existe una condición bien importante para esto, veamos qué dice la Palabra al respecto: "Y esta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a Su voluntad, Él nos oye" (1 Juan 5: 14 - RVR1960) . La condic