Cuando se acerca la época de fin de año, muchos creyentes experimentan un desánimo terrible, en ocasiones también les falta fe, quizá porque no han visto el cumplimiento de sus promesas y empiezan a caer en un círculo vicioso del cual se vuelven víctimas; todo esto conlleva a un enfriamiento espiritual que termina siendo una bomba de tiempo, pues si no reaccionamos terminamos separandonos de la iglesia. El Señor Jesús siempre nos está exhortando a levantarnos (Mateo 9:6, Marcos 5:41, Juan 8:28), pues sabe que somos propensos a este tipo de situaciones. Cuando uno se levanta, bien sea en lo físico o en lo espiritual, siempre implicará un esfuerzo -en ocasiones sobrehumano-, y es allí donde se conjuga el deseo de Dios y nuestra voluntad. Jehová Dios quiere que estemos siempre alertas y no dar cabida a la "flojera espiritual".
Mira lo que la Palabra nos dice hoy en Juan 5:5-6 (RVR1960), "y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?" El Señor Jesús le hace una pregunta contundente a esta persona que estaba esperando durante treinta y ocho años por un milagro. El paralítico de Bethesda se había acomodado tanto a esta condición que un año más para él quizá no significaba nada, se volvió víctima de su propia condición y lo más probable es que el Señor ya se había percatado de este hecho y le hace la pregunta ¿quieres ser sano? Hoy día, en la iglesia de Cristo ocurre igual con ciertos hijos del Padre, hay gente que se ha habituado tanto a su "parálisis espiritual" que en ella encontraron un gusto tal que no les deja levantarse y seguir corriendo la carrera. El problema está en que levantarse cuesta mucho y volver a estar en el nivel de antes cuesta aún más, porque básicamente tenemos que sacrificar el doble de cosas para volver a estar en forma.
Es un hecho que todo lo que ocurre en lo espiritual, afecta igualmente nuestro cuerpo físicamente, ¿no es así? y el Señor Jesucristo al hacerle esta pregunta al paralítico de Bethesda prácticamente hace que este se vea confrontado y comprendió que ese era su momento, que tenía que salir de su condición espiritual primeramente para ser libre, porque aún no se había dado cuenta que era prisionero de una condición física que también había afectado su parte espiritual. En tu caso, ¿a qué condición te has adaptado, a tal punto, que está matando tu vida espiritual sin darte cuenta? No olvides la advertencia que el Señor Jesús nos hace: no apaguen el fuego del Espíritu (1 Tesalonicenses 5:19 DHH). Lo que el enemigo intentará primeramente es apagar el fuego que hay dentro de ti, porque un creyente sin el fuego del Espíritu Santo de Dios carece de propósito en el Señor y se convierte en presa fácil para su enemigo. El mensaje es claro amado hermano, tienes que levantarte y pedirle al Señor que te dé las fuerzas que necesitas para seguir hacia la meta, asimismo, debes entregarle al Señor esas áreas de tu vida que sabes que aún no se las has rendido para que Él actúe conforme al propósito y los sueños que tiene para ti. Dios te bendiga sobreabundantemente en este hermoso día. No olvides ser de bendición para otros, comparte este mensaje con alguien más, de seguro también el Señor hablará a su vida. Feliz y bendecido día.
Bajo la guía del Espíritu Santo,
Sergio Meza Padilla
Bajo la guía del Espíritu Santo,
Sergio Meza Padilla
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