Quita la piedra
Si hay algo con lo que todavía el pueblo de Dios tiene que lidiar, aún en estos tiempos, se llama incredulidad. Según el DRAE, la incredulidad se define como FALTA DE FE y dice la Palabra en Hechos 11:6 que, "sin fe es imposible agradar a Dios". Conocemos las escrituras, sabemos lo que hay en ellas, pero, a algunos, nos cuesta trabajo creer que tenemos un Dios para el que no hay nada imposible ni difícil, ¿no es así?. Y aún así, a veces, pasan pensamientos por nuestras mentes que pueden hacer tambalear nuestra fe.
En Mateo 13:53-58, la Biblia registra una de las historias, según mi parecer, más tristes, cuando el Señor Jesús entra en Nazaret, su tierra natal. Cuando la gente le vio no lo vio como lo que Él era en realidad, es decir como el Hijo de Dios, sino que le vieron como el hijo del carpintero, y dice la Palabra que se escandalizaban de Él y allí no pudo hacer milagros a causa de la incredulidad de ellos. A causa de la incredulidad, wow qué triste... Pero esa esa es la realidad, todavía hay muchos que piensan y que limitan el poder de Dios creyendo que algunas cosas sí puede hacer, pero otras que no. Todos esos pensamientos son los que evitan que Dios pueda glorificarse en tu vida.
Veamos un caso de incredulidad de los varios que hay en la Escrituras, vayamos a Juan 11:38-40:
"Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima. Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?".
En este pasaje se habla acerca de la resurrección de Lázaro, pero lo que me llama la atención, es que Marta, a pesar de conocer al Señor Jesús, duda por un instante de lo que pueda hacer. Al inicio del capítulo, ella es una de las que manda a llamar al Maestro porque su hermano estaba gravemente enfermo, porque sabe que Él podía hacer algo. Sin embargo, ahora ¿qué había pasado con su fe? Ya no era igual, pues después de cuatro días y de un cuerpo que hiede, ella pensó no hay nada qué hacer aquí.
En la actualidad, hay muchas Martas e incrédulos en las iglesias, y son personas que necesitan quitar la piedra de en medio para ver los milagros sobrenaturales de Dios. Romanos 12:2 nos enseña que debemos transformar nuestro entendimiento, y esa es una de las principales condiciones para ver imposibles, pues para una mente renovada en el Señor no hay límites.
Y la respuesta que el Señor Jesús le dio a Marta al notar su falta de fe fue, "quita la piedra, ¿no te he dicho que si crees verás la gloria de Dios? Eso mismo es lo que hoy debes recordar y atesorar en tu corazón, es necesario que quites la piedra de la incredulidad de en medio; todo argumento que el enemigo haya querido poner en tu mente para frenar tu milagro lo debes cancelar y desautorizar en el nombre que es sobre todo nombre: el de Jesús.
Amado que lees este devocional hoy, Lucas 1:37 dice "porque para Dios no hay nada imposible". En Génesis 18:14, es el mismo Dios quien se hace esta pregunta, "¿Hay para Dios alguna cosa difícil?", ¿qué hay difícil para Dios? NADA. Por ello, es necesario que cuando nos acerquemos, lo hagamos creyendo que Él tiene la potestad, el poder, la soberanía suficiente para hacer cualquier cosa por nosotros (Mateo 21:22). Esa piedra que está entre tu milagro y tú, la debes quitar hoy. Tu milagro es para este momento, para este día, no es para mañana, está listo para hoy, solo debes hacer una cosa: quita la piedra.
Dios bendiga y haga prosperar esta nueva semana que comienza. No olvides compartir este mensaje y ser de bendición para otros.
Si hay algo con lo que todavía el pueblo de Dios tiene que lidiar, aún en estos tiempos, se llama incredulidad. Según el DRAE, la incredulidad se define como FALTA DE FE y dice la Palabra en Hechos 11:6 que, "sin fe es imposible agradar a Dios". Conocemos las escrituras, sabemos lo que hay en ellas, pero, a algunos, nos cuesta trabajo creer que tenemos un Dios para el que no hay nada imposible ni difícil, ¿no es así?. Y aún así, a veces, pasan pensamientos por nuestras mentes que pueden hacer tambalear nuestra fe.
En Mateo 13:53-58, la Biblia registra una de las historias, según mi parecer, más tristes, cuando el Señor Jesús entra en Nazaret, su tierra natal. Cuando la gente le vio no lo vio como lo que Él era en realidad, es decir como el Hijo de Dios, sino que le vieron como el hijo del carpintero, y dice la Palabra que se escandalizaban de Él y allí no pudo hacer milagros a causa de la incredulidad de ellos. A causa de la incredulidad, wow qué triste... Pero esa esa es la realidad, todavía hay muchos que piensan y que limitan el poder de Dios creyendo que algunas cosas sí puede hacer, pero otras que no. Todos esos pensamientos son los que evitan que Dios pueda glorificarse en tu vida.
Veamos un caso de incredulidad de los varios que hay en la Escrituras, vayamos a Juan 11:38-40:
"Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima. Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?".
En este pasaje se habla acerca de la resurrección de Lázaro, pero lo que me llama la atención, es que Marta, a pesar de conocer al Señor Jesús, duda por un instante de lo que pueda hacer. Al inicio del capítulo, ella es una de las que manda a llamar al Maestro porque su hermano estaba gravemente enfermo, porque sabe que Él podía hacer algo. Sin embargo, ahora ¿qué había pasado con su fe? Ya no era igual, pues después de cuatro días y de un cuerpo que hiede, ella pensó no hay nada qué hacer aquí.
En la actualidad, hay muchas Martas e incrédulos en las iglesias, y son personas que necesitan quitar la piedra de en medio para ver los milagros sobrenaturales de Dios. Romanos 12:2 nos enseña que debemos transformar nuestro entendimiento, y esa es una de las principales condiciones para ver imposibles, pues para una mente renovada en el Señor no hay límites.
Y la respuesta que el Señor Jesús le dio a Marta al notar su falta de fe fue, "quita la piedra, ¿no te he dicho que si crees verás la gloria de Dios? Eso mismo es lo que hoy debes recordar y atesorar en tu corazón, es necesario que quites la piedra de la incredulidad de en medio; todo argumento que el enemigo haya querido poner en tu mente para frenar tu milagro lo debes cancelar y desautorizar en el nombre que es sobre todo nombre: el de Jesús.
Amado que lees este devocional hoy, Lucas 1:37 dice "porque para Dios no hay nada imposible". En Génesis 18:14, es el mismo Dios quien se hace esta pregunta, "¿Hay para Dios alguna cosa difícil?", ¿qué hay difícil para Dios? NADA. Por ello, es necesario que cuando nos acerquemos, lo hagamos creyendo que Él tiene la potestad, el poder, la soberanía suficiente para hacer cualquier cosa por nosotros (Mateo 21:22). Esa piedra que está entre tu milagro y tú, la debes quitar hoy. Tu milagro es para este momento, para este día, no es para mañana, está listo para hoy, solo debes hacer una cosa: quita la piedra.
Dios bendiga y haga prosperar esta nueva semana que comienza. No olvides compartir este mensaje y ser de bendición para otros.
Amén excelente msj,hay que quitar toda piedra en el camino que te quiere ser de obstáculo para el crecimiento en fey DIOS. Amén
ResponderBorrarAsí es. La incredulidad evita que recibamos esas bendiciones que ya han sido decretadas. Gracias por tu comentario. Dios te guarde y te bendiga.
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