El ser humano tiende a vivir de apariencias y muchas veces lo hace buscando la aprobación de un grupo de personas o simplemente por aparentar a los demás lo que no es en realidad. Las apariencias nos llevan a mostrar características de personas que no somos, lo más triste es que nos engañamos a nosotros mismos y no a los demás. El Señor Jesús siempre habló de dos grupos en especial en el Nuevo Testamento, los fariseos y los saduceos. Estos dos grupos, aunque eran los partidos o sectas poderosas de esa época, vivían una 'falsa religión', pues ellos tenían dos caras como una moneda: al pueblo le mostraban una, pero el Señor Jesús sabía quiénes eran en realidad. Mira lo que la Palabra nos enseña acerca de las apariencias en este día: "¡Ay de ustedes!, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados, bien arreglados por fuera, pero llenos por dentro de huesos de muertos y de toda clase de impureza" (Mateo 23:27 DHH) . ¿De qué nos sirve vivi
"Predicad el evangelio a toda criatura" (Marcos 16:15).