"Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil" (Mateo 26:41). Mientras el creyente esté en continua comunión con el Padre, le será más fácil discernir los staques espirituales que le sobrevendrán. Una comunión continua requiere disciplina y mucha dedicación. La carne siempre intentará prevalecer por encima del espíritu, pero siempre tu espíritu estará dispuesto para buscar más de Dios. No permitas que tu carne esté más fuerte que tu espíritu. Existen varias causas por las cuales viene la tentación, una de ellas es la falta de comunión, de oración, de búsqueda. Cuando el creyente no ora se debilita, dándole lugar a muchas cosas en su vida. No te descuides. Dios bendiga tu día y tu inicio de semana tremendamente.
"Predicad el evangelio a toda criatura" (Marcos 16:15).