"Bendecid a los que os persiguen; bendecid y no maldigáis" (Romanos 12:14).
Estamos viviendo tiempos difíles donde la falta de comprensión, la falta de perdón, la amargura y la intolerancia van ocupando, cada vez más, un lugar predominante en nuestros corazones. La gente hoy día tiende a contaminat sus corazones cada día más con pensamientos contrarios a la voluntad de Dios. Todo esto conlleva a maldecir y hablar mal del prójimo. Es increíble la cantidad de cosas tan horribles que puede uno escuchar de una persona al referirse de otra.
Por lo tanto, el creyente no debe, ni puede ser llevado por esta corriente que está operando en el mundo, mas bien, el creyente debe exhortar a otros para que bendigan y no para que maldigan.
En nuestras manos está empezar a ser agentes de cambio en este día. No olvide que la Palabra dice que al que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es contado por pecado.
Feliz fin de semana, Dios les bendiga.
Comentarios
Publicar un comentario