Cuando venimos a los pies de Cristo, hay muchas áreas de nuestra vida que debemos entregarle. Para algunas personas esto puede ser fácil y renunciar a ellas sería algo natural. No obstante, para otras renunciar y entregar ciertas áreas de su vida podría ser un poco más difícil. Para aquellos que les cuesta más trabajo dejar ciertas áreas de su vida, olvidan un principio bastante básico y que nos enseña la Palabra: TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE (Filipenses 4: 13 – RVR1960). La Palabra es invalidada cuando hay un área de tu vida que te cuesta trabajo entregársela al Señor Jesús. Si hay un área de tu vida con la cual aún luchas, entonces tu fortaleza no es Cristo, esa área de tu vida es una fortaleza mental que el enemigo ha puesto en tu mente para hacerte esclavo, pero del pecado.
¿Qué nos enseña la Biblia respecto a este tema? Vayamos a Mateo 19: 16-22 – RVR1960:
“Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
Si miramos la historia del joven rico, este desde su juventud había hecho y guardado la Palabra, lo cual bíblicamente está bien, pues la Palabra dice”sed hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos” (Santiago 1: 22- RVR1960). Pero no basta con solo ser hacedores de la Palabra, sino también con dejar aquello que permite que tropecemos y que no andemos en rectitud delante de Jehová Dios. Para el joven rico dejar sus pertenencias no era negociable, todo lo demás sí. ¿Cuál es esa área de tu vida que te ha costado trabajo entregársela al Señor? ¿Cuál es esa área de tu vida que no es negociable?.
¿Qué cosas debo dejar para seguir a Jesús? Vayamos a otro texto bíblico rápidamente, a Lucas 5: 8-11, el cual habla del llamamiento de Simón Pedro:
“Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él, y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres. Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron.
La diferencia entre el joven rico y el llamamiento de Pedro es grande. Este joven tuvo su llamado, pero quise ponerse en buenos términos delante del Señor Jesús. Él pensó que era bueno, pues desde su juventud había puesto por obra la Palabra, lo cual está bien. Sin embargo, no reconoció su necesidad de Jesús. En el caso de Pedro, primero reconoce su necesidad y, luego sin importar nada, lo deja todo para seguir al Maestro.
Para muchos dejarlo todo puede ser un tanto difícil. Para otros un poco más fácil como les decía al principio. Hoy quiero decirte que esta condición es necesaria y es el mismo Señor Jesús quien la establece. Mira lo que dice Lucas 14: 33 – RVR1960: “así pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo”. ¿Crees tú que hay algo negociable aquí? No, ¿verdad? Creo que el Señor está pidiendo que le entreguemos TODO nuestro ser, que le rindamos cada rincón de nuestras vidas a Él.
Entonces, a la pregunta qué debo hacer para seguir a Jesús, he aquí las respuestas:
PRIMERO: RENUNCIAR A TODO
Lucas 14: 33 nos enseña que una condición para poder ser llamados y reconocidos como discípulos es renunciar a todo. ¿Cuál es esa área de tu vida que te ha costado trabajo entregársela al Señor?. Recuerda que en el caso del joven rico, cuando Jesús le dijo que dejara sus riquezas se entristeció mucho. ¿Qué te entristece porque no has querido entregarlo a Jesús? No invalides lo que la Palabra nos enseña: todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Dios te bendiga sobreabundantemente. Espera la próxima semana la segunda entrega de esta serie titulada ¿Qué debo hacer para seguir a Jesús?. No olvides ser de bendición y compartir con otros este mensaje.
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