Existen expresiones coloquiales que tendemos a usar cuando nos "sacan la piedra" o cuando nuestro grado de frustración crece exponencialmente. En esos momentos es cuando muchas cosas feas pueden empezar a nacer en nuestro corazón. La Palabra nos enseña en Mateo 15:19 - RVR1960, "porque del corazón salen los malos pensamientos". Ilustremos este caso con un buen ejemplo, las motos en la ciudad de Cartagena, aquí en Colombia. A todos nos da rabia cada cosa que hacen, porque cometen muchas infracciones, adelantan por donde no deberían, no respetan las señales de tránsito, se vuelan los semáforos y la lista puede ser más larga aún, ¿verdad? Bueno, en esos momentos de frustración, nos salen muchas cosas feas del corazón, pensamientos que sólo en este tipo de situaciones salen a relucir. Y cuando nos contenemos de decir cosas feas o algo parecido, preferimos decir Dios, perdónales, mas bien bendíceles Padre porque si fuera yo... Sé que a algunos les ha pasado, incluyendome en ese listado.
La Palabra de hoy se encuentra en:
Exodo 20:3 - RVR1960
"No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano, porque no dará por inocente Jehová al que tomare Su nombre en vano".
Exodo 20:3 - RVR1960
"No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano, porque no dará por inocente Jehová al que tomare Su nombre en vano".
Si, conscientemente, nos pusiéramos a contar cuántas veces al día tomamos el nombre de Dios en vano por cosas que nos pasan, tristemente nos daríamos cuenta que puede ser hasta más de 10 veces y si eres uno de los que manejan en esta ciudad con tantos conductores locos que andan por la vía, entonces te darías cuenta que cumplir el tercer mandamiento ciertamente se vuelve difícil, ¿cierto? Y, ¿sabes qué? Es en esos momentos donde nuestra templanza es puesta a prueba, de nuestro corazón que salen toda clase de pensamientos que son MALOS, y mencionar el nombre de Dios en una situación como ésta, en la que todo lo que nos viene a la mente es lo malo, simplemente estamos tomando Su nombre en vano, a mí me ha pasado cientos de veces. Voy conduciendo y he dicho algo como Padre, bendícele cuando por dentro he pensado en echarle el carro encima y no me da pena decirlo, reconozco como hijo de Dios que soy que en eso he fallado, he pecado contra el Padre y contra mi hermano. Sin embargo, la idea es no hacerlo, es decir la idea no es tomar Su nombre en vano en ese tipo de situaciones ni en ningún otro tipo de situación.
En 2 de Timoteo 1:7 - RVR1960, el Señor nos enseña la manera cómo podemos evitar que estas situaciones tomen control de nuestras emociones, aún de nosotros mismos diciéndonos "porque Dios nos ha dado espíritu de poder, de amor y de dominio propio". Es decir, que ante cualquier situación en la que nos saquen de casillas, primero debemos tener el poder para que esa situación no sea robada la bendición que hemos recibido de parte de Dios. En segundo lugar, debemos pensar en función del AMOR, es decir pensar en vencer el mal con el bien, tal cual lo establece la Palabra. Y por último, dominar nuestro viejo hombre cuando sea puesto a prueba. Probablemente estarán pensando que es difícil, pero aquí están las armas que necesitamos para evitar usar el nombre de Dios en vano.
Debemos empezar a enmendar lo que antes estaba mal. Hay que reemplazar lo que mal hacíamos por lo que nos enseña Dios en Su palabra, la cual es nuestro manual de vida. Si tu costumbre es tomar Su Santo nombre en vano, ya es hora de erradicar lo malo de tu vida y empezar a poner en práctica este mandamiento, aplicando la solución que el mismo Dios nos dio en esta bella mañana. El reto es para todos, sé que también para mí, porque en la medida que escribo este devocional, el Espíritu Santo de Dios también ha hablado a mi vida. Así que amados, ha llegado la hora de que mejoremos esa parte de nuestra vida y empecemos a agradar más a Dios y no volver a tomar Su nombre en vano.
Dios te bendiga poderosamente en esta mañana. Deseo que tengas un feliz y bendecido fin de semana. No olvides compartir este mensaje con otras personas, sé de bendición siempre.
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