En estos tiempos donde el enemigo se ha levantado fuertemente en contra de la iglesia, muchos creyentes están siendo atacados en sus mentes, batallando todos los días porque hay demonios asignados que ponen cosas en sus cabezas. Esas voces buscan debilitarnos, desanimarnos y hasta acabar con nosotros (porque algunos demonios les susurran al oído que acaben con sus vidas) porque el objetivo de Satanás es hurtar, matar y destruir (Juan 10:10 RVR1960). El enemigo no viene a jugar, su plan es destruir por completo la obra que Dios ha empezado contigo. El creyente debe ser capaz de diferenciar las voces que escucha en su mente y, ante todo, reconocer la voz de su Pastor. La Palabra nos enseña en Juan 10:27 lo siguiente: "mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen", si eres una oveja del Señor y conoces Su voz y le sigues, ¿por qué te dejas distraer escuchando una voz diferente? La respuesta es sencilla. El enemigo conoce tu debilidad y siempre vendrá a ti con una estra
"Predicad el evangelio a toda criatura" (Marcos 16:15).