En estos tiempos donde el enemigo se ha levantado fuertemente en contra de la iglesia, muchos creyentes están siendo atacados en sus mentes, batallando todos los días porque hay demonios asignados que ponen cosas en sus cabezas. Esas voces buscan debilitarnos, desanimarnos y hasta acabar con nosotros (porque algunos demonios les susurran al oído que acaben con sus vidas) porque el objetivo de Satanás es hurtar, matar y destruir (Juan 10:10 RVR1960). El enemigo no viene a jugar, su plan es destruir por completo la obra que Dios ha empezado contigo.
El creyente debe ser capaz de diferenciar las voces que escucha en su mente y, ante todo, reconocer la voz de su Pastor. La Palabra nos enseña en Juan 10:27 lo siguiente: "mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen", si eres una oveja del Señor y conoces Su voz y le sigues, ¿por qué te dejas distraer escuchando una voz diferente? La respuesta es sencilla. El enemigo conoce tu debilidad y siempre vendrá a ti con una estrategia distinta, pero siempre atacará tu lado débil, pero el fin del ataque siempre será el mismo, el desánimo. Es por ello que el Apóstol Pablo nos aconseja, "para que no seamos engañados por Satanás, pues no ignoramos sus propósitos" (2 Corintios 2:11 RVA 2015). Y eso es lo que debemos hacer, estar alertas no ignorando que el enemigo siempre va a atacarnos y que él anda como león rugiente.
Ahora bien, ¿cómo evito que el enemigo me ataque? El enemigo no cesará de atacarte, recuerda que el árbol que más produce frutos siempre será más apedreado, con esto no quiero decir que ceses la obra, para nada. Es inevitable que él venga en contra de la iglesia porque somos lo único que se interpone entre las almas y sus planes de destruir la obra de Dios. Lo que podemos hacer para que desista un tiempo es esto: "humíllense delante de Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes" (Santiago 4:7 NTV). Humillarse ante Dios siempre siempre será una buena estrategia. El someterse es permitir que el Señor sea quien gobierne nuestras vidas.
Finalmente, no está demás aonsejarte que uses las armas espirituales en todo tiempo (oración, ayuno, vigilia, lectura de la Biblia). Si estás escuchando voces, ve y habla con tu pastor o líder de la iglesia. No calles lo que te está pasando y sé pro activo ante esta situación. Recuerda que en medio de todo el Señor es tu fortaleza. Espero que esta reflexión haya llegado en el momento adecuado y si ha sido de gran bendición para tu vida, te invito a compartirla con alguien más. Permte que el Señor hable también a otras personas a través de ella. Feliz y bendecido día.
Bajo la guía del Espíritu Santo,
Sergio Meza Padilla.
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