Estamos viviendo tiempos en los que para el hombre se ha convertido una prioridad hacer riquezas, hacerse a un buen nombre, ser reconocido en redes sociales o llegar a ser un influencer. Y seguimos empeñados en estar cada vez más lejos de Dios. Ha sido tan fuerte la influencia de satanás en este tiempo que, las redes sociales han sido el principal distractor, a tal punto que, hasta el pueblo de Dios ha caído en la trampa y dedicamos más tiempo a las redes que a la oración, a la búsqueda, a la lectura de la Biblia y la misma obra de Dios. Ante esta situación yo me pregunto, ¿qué provecho tiene todo eso? Y me hago la pregunta justamente por este versículo bíblico:
¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero pero pierdes tu propia alma ? ¿Hay algo que valga más que tu alma? (Mateo 16:26 NTV).
¿Sabes por qué el enemigo pone tanta distracción en las almas y en el pueblo de Dios? Porque definitivamente quiere que las almas se pierdan, que vayan con él al lugar donde será el lloro y el crujir de dientes del que nos habla el Señor Jesús. Y quiere el mismo destino para el pueblo de Dios. En medio de todo, él siembra afán en nuestras vidas para distraernos y allí es cuando nos desviamos del propósito de Dios, ¿y qué me enseña la Palabra respecto a esta situación? "No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo" (Filipenses 4:6 NTV), en otras traducciones dice no se afanen. ¿Qué provecho tiene el afán? Distraerte para que no logres llegar al final de la carrera. El afán trae como resultado que no tengamos tiempos de comunión con Dios.
Finalmente, cuando el creyente cae en la trampa de su enemigo porque está distraído, su amor se apagará lentamente y ya no le importará más que las almas se pierdan, tampoco le importará lo que pase con su vida y ese es el punto hasta donde el enemigo quiere que llegues, que ya no te interesan las almas, que dejes de evangelizar, de llevar el mensaje de salvación a otros. Vivimos tiempos difíciles y con más ímpetu debemos predicar para que todos conozcan al Señor Jesús. Cierro con este hermoso verso que dice, “revístanse de amor, que es el vínculo perfecto” (Colosenses 3:14 RVR1960). Si dejas que el enemigo apague el amor que hay en ti, entonces habrá ganado la batalla y no tendrá provecho nada de lo que hayas hecho si tu propia alma también se perdiera.
Espero que este mensaje haya llegado a tu vida en el momento adecuado, así es la Palabra de Dios. Sé de bendición hoy, comparte, haz que la Palabra llegue a muchas personas más.
Bajo la guía del Espíritu Santo,
Sergio Meza Padilla.
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