De las cosas más difíciles de lograr cuando se camina con el Señor está el frenar la boca y guardar el corazón, el tema del cual hablábamos un poco en el día de ayer. La naturaleza humana es bastante complicada, y siempre tendemos a hacer las cosas que no agradan a Dios. Sin embargo, Dios, en su infinita sabiduría, envió a Su hijo para demostrarnos que realmente sí se puede alcanzar una vida en la que la tendencia al pecado sea mínima, muy a pesar de estar en este cuerpo pecaminoso. Cuando se nace de nuevo en Cristo Jesús, el cristiano debe morir a su viejo hombre y es así cuando Dios empieza a hacer Su obra con cosas nuevas cada día. El camino del cristiano es largo y en él vamos a encontrar muchas pruebas y tentaciones que a la final, lograrán transformar nuestras vidas. La palabra de hoy se encuentra en: Salmos 141: 3-4 3 Pon guarda a mi boca, oh Jehová; guarda la puerta de mis labios. 4 No dejes que se incline mi corazón a cosa mala. La naturaleza del hombr
"Predicad el evangelio a toda criatura" (Marcos 16:15).