Cuando empezamos a caminar de la mano del Señor es cuando creemos que
las cosas son más difíciles. Y vemos al mundo como la salida más fácil y, a
veces, nos dan ganas de retroceder y abandonar la carrera que acabamos de
empezar, pero cuando reaccionamos, entendemos que el mundo no nos puede ofrecer
nada mejor, que lo mejor que hay es estar con Cristo Jesús, ¿verdad? Te lo digo porque así me sentí esta última semana. Sin
embargo, este sentimiento nos asalta varias veces y es el enemigo quien
intenta, de una u otra forma, que esa comunión establecida con Dios se rompa a
como de lugar. Identifica esta situación en tu vida para que no caigas presa del
enemigo y sus artimañas.
Y ni qué hablar cuando vienen las pruebas... Es aquí donde nuestra fe es probada y
es como si Dios quisiera saber qué tan fuertes somos en medio de ellas,
pero no sólo eso, es como si Dios, igualmente, deseara saber si realmente hemos creído
en Él como nuestro único y exclusivo dios. En medio de la prueba es donde el carácter del
cristiano se va a forjar. En medio de la prueba es donde vemos quiénes están
hechos para esto, porque yo fui uno de esos casos hace muchos años, en medio de
la prueba di la vuelta y me fui para el mundo. Pero cuando Dios tiene un plan
contigo no hay nada que lo impida y eso a mí también me pasó.
Le doy gracias al Señor por haberme sacado y rescatado del mundo para traerme
de vuelta en medio de Su presencia.
La Palabra que deseo compartir con ustedes en este día es una palabra de
aliento de parte del Padre y se encuentra en:
Isaías 41: 10
No temas porque yo estoy contigo; no desmayes porque Yo soy tu Dios que te
esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi
justicia.
Este verso encierra algo impactante: no temas porque Yo estoy contigo. Si
analizáramos semánticamente el tiempo en el que se encuentra esta oración,
sabríamos que está en el presente indicativo, no es ni pasado, ni futuro. Es
decir, que no importa cuantas veces tú leas este pasaje, Dios siempre te dirá
lo mismo: Yo estoy contigo. Es casi una promesa, Él nunca te abandonará y a mí
me pasó igual. Mientras estuve en el mundo, el Señor no me abandonó, siempre
escuchaba esa voz que me susurraba al oído y me invitaba a hacer el bien y
cuando estuve cinco años por fuera de Colombia, siempre me invitó a
congregarme, y fue por fuera cuando me bauticé, el Señor en todo tiempo estuvo
conmigo. Eso es maravilloso.
Dios sabe que eres hombre y que en tu corazón ya habrás pensado en tirar la
toalla, en decir que ya no vas más al bate y que esto es demasiado difícil, sin
embargo Él te dice: no desmayes porque Yo soy tu Dios que te esfuerzo. Cuando
vienen las pruebas a nuestra vida la salida más fácil es buscar de Dios,
refugiarnos en Él para tener esas fuerzas espirituales que nos ayudarán a
vencer los obstáculos, ¿cierto? Pero la realidad es otra, en medio de la prueba
es cuando decidimos abandonar a Jehová y dejar todo tirado, y se nos olvida que
Él ya nos había prometido: no desmayes porque Yo soy tu Dios que te esfuerzo,
entonces ¿por qué abandonamos la carrera? Recuerdo las palabras del Pastor
Ricardo Rodriguez en una de sus enseñanzas donde decía que el cristianismo es
para valientes que deseen arrebatar el reino de Dios y traerlo a la tierra.
¿Eres tú uno de esos valientes? o simplemente ¿te conformas con retirarte
cuando la cosa se pone fea?
Dios nos dice SIEMPRE te ayudaré, o sea que no es como la
mayoría de la gente, sólo en las buenas están contigo y ya. Cuando viene la
época de las vacas flacas todos se pierden, pero ¿quién se queda contigo?
Ya conoces la respuesta porque La Palabra así lo dice: Dios siempre te ayudará
y siempre estará contigo. Él no es un Dios condicional, es incondicional... Y
cuando estés caído piensa también que Él SIEMPRE te sustentará. Esto quiere
decir que Dios no quiere que una prueba te venza, por el contrario eres tú
quien debe vencer en medio de la prueba porque es Él quien te sustenta. No
pasamos la prueba por nosotros mismos sino por Él porque Jehová está contigo.
Bajo la guía y la unción del Espíritu Santo,
Sergio Meza Padilla
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