Conozco muchas personas que están en el evangelio hace mucho tiempo, antes que yo. Ese mismo grupo de personas lo podemos dividir en dos subgrupos. Uno, los que conocen de la Palabra y la gente saben que son Cristianos, los ven ir a la escuela dominical, pero nunca la han compartido con los demás, es como si la Palabra fuera solamente para ellos. En el segundo grupo, encontramos a los que dicen ser Cristianos, pero no leen la Palabra, no la comparten con nadie (porque no la leen) y tampoco hacen nada por la obra, van a la iglesia, no hacen parte de ningún ministerio, en fin son totalmente apáticos al trabajo en la iglesia. ¿En qué grupo te encuentras tú? Que triste es ver que nos hemos acomodado tanto a la idea de solamente ir a los servicios de la iglesia, a las reuniones sociales de la iglesia, a los retiros, a los sancochos, pero nos hemos olvidado de los esencial: el amor por las almas, ese es el punto de partida y esto es lo que Dios desea que hagamos para Él
"Predicad el evangelio a toda criatura" (Marcos 16:15).