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Os sacaré de Egipto

Antes de empezar con el devocional, quisiera que repitieras esta corta oración en voz alta:
Señor, te doy gracias por haberme permitido vivir un días más, porque sé que en tu infinita misericordia así lo has decidido. En tus manos pongo mis proyectos y planes de esta semana porque no quiero decidir qué camino recorrer, sino más bien que Tú me muestres las sendas por las que he de andar, se Tú mi guía, muestrame los pasos que debo seguir, guía a mi espíritu a todo verdad que es revelada a través de tu santa Palabra. Te alabo, glorifico y bendigo en el nombre de Jesús, amén y amén.

Cuando fuimos creados, La Palabra dice que Dios nos creó para todo obra buena (2 de Timoteo 3:17), es decir que el hombre siempre ha tenido el propósito de hacer buenas obras en la tierra. Pero los afanes y la corriente de este mundo, nos desvían del propósito original para el cual fuimos creados. Es así como el enemigo nos pone vendas en los ojos y terminamos por hacer lo malo ante los ojos del Señor, viviendo una vida desenfrenada.

Quiero que por un momento veamos esta ilustración: al cerdo siempre le gusta la suciedad, sin importar el ambiente en el que se encuentre, él siempre va a querer ir al fango a embadurnarse del barro. Y lo puedes limpiar una y otra vez, pero su naturaleza le dictará que debe empuercarse en el lodo, ¿cierto? Esta ilustración es un tanto dura, pero muy real porque así también es el hombre. Nos gusta ensuciarnos de pecado, nos gusta llevar una vida sin santidad, nuestra naturaleza pecaminosa quiere prevalecer sobre el espíritu. Pero Jehová es tan hermoso que hoy quiere recordarte algo que impactará tu semana.

La Palabra de hoy está en:
Éxodo 6: 6-7:  
6 “Por tanto dirás a los hijos de Israel: Yo Soy Jehová, y Yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto y os libraré de su servidumbre, y os redimiré con brazo extendido y con juicios grandes; 7  y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis que Yo Soy Jehová vuestro Dios, que os sacó de debajo de las tareas pesadas de Egipto.

A pesar de todos los pecados que cometas, Dios te quiere sacar de Egipto, el Señor quiere librarte de todo pecado, de toda inmundicia, para que vivas una vida en santidad, sin manchas, una vida que le agrade. Somos esclavos del pecado, pero cuando Cristo vino, lo hizo con un propósito: hacerte y hacernos libres del pecado, ya Él pagó tu precio, el mio y el de toda la humanidad en la cruz, para que así volviéramos nuestros ojos nuestro Creador y vivir una vida en santidad hasta el fin de nuestros días en esta tierra.

Recuerda que Dios es nuestro Creador, eso nos dice que somos propiedad exclusiva suya, no le pertenecemos al enemigo, y nunca le hemos pertenecido a él. Ya es hora de tomar a Jehová por vuestro Dios como lo dice la Biblia. Hay que romper con aquellas cadenas que nos atan a la servidumbre de Egipto, porque Dios quiere darte libertad y tierra por heredad y esa tierra se llama la vida eterna. No tiene caso seguir ensuciándonos de tanto pecado, cuando la Palabra te dice que fuiste creado para hacer buenas obras. Es hora de rendir tu vida a Cristo, es hora de que empieces a honrar ese sacrificio que Él hizo por ti en la cruz. Cristo quiere liberarte del pecado, Él no quiere que sigas siendo un esclavo de aquello que te aleja de la presencia de Dios. 

Al Dios darnos libre albedrío también nos equipó para que pudiéramos distinguir el bien del mal, ¿verdad? La Palabra también nos enseña a vencer el mal con el bien (Romanos 12: 21), vístete de Santidad, porque antes estabas desnudo y hoy Jehová quiere darte ropa y calzado espiritual nuevo para que puedas salir de Egipto y caminar en victoria hacia la tierra prometida. Vístete de la armadura de Dios (Efesios 6: 10-18).

Para finalizar, es importante que siempre recuerdes quién te sacó de tierra de servidumbre. Al pueblo de Israel siempre se le olvidaba quién los había sacado de Egipto, e iban tras dioses ajenos. En la antigüedad, en el pueblo de Israel era obligación que todos conocieran el pentateuco (cinco primeros libros del antiguo testamento). Y la razón era porque Dios siempre quiso recordarles que fue Él quien les sacó de tierra de servidumbre para llevarlos a la tierra prometida y ser libres. Nunca te olvides de donde te sacó Jehová, dale gracias en todo tiempo y honra lo que hizo, hace y hará por ti.


Bajo la guía del Espíritu Santo,

Sergio Meza Padilla

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