Movidos por la compasión
¿Qué mueve realmente un ministerio? ¿Alguna vez te has hecho esta pregunta? Pues la respuesta es muy sencilla: AMOR. Todo lo que Jesús hizo cuando caminó en esta tierra, lo hizo por amor a las almas. Aún el Padre también hizo por amor, "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, tenga vida eterna" (Juan 3:16 - RVR1960). La base de todo ministerio deben ser siempre (1) el amor y (2) la compasión por los demás. Pero mucho cuidado con confundir compasión con sentir lástima, ya que no son lo mismo. Alguien que sienta lástima no necesariamente se ve impulsado a actuar, a marcar una diferencia. Pero quien tiene compasión, por el contrario, sabe que debe hacer algo distinto, sabe que debe atreverse a hacer lo que otros no hicieron.
¿Qué enseña el Señor Jesús en la Biblia frente a este respecto? Veamos:
"Entonces los fariseos, oyendo que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a una. Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley" (Mateo 22: 34-40 - RVR1960).
El primer gran mandamiento, amarás al Señor tu Dios, se cumple solo bajo las siguientes condiciones: uno, con todo tu corazón; dos, con toda tu alma; y tres, con toda tu mente. Si Ud. no ama a Dios bajo esas condiciones, entonces Ud. no puede amar a su prójimo ni tampoco sentirá compasión por él, Ud. sentirá lástima por la gente, lo cual lo conducirá a hacer nada por los demás. Alguien que siente lástima por otros cree no tener ningún tipo de responsabilidad frente a ese tipo de situaciones, y en estos tiempos donde la insensibilidad prima, es muy difícil ver a otros poniéndose en los zapatos de los demás y hacer algo que marque la diferencia, ¿no es así?.
Miremos un gran ejemplo de amor y de compasión:
"Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado; y cuando la gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades. Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos" (Mateo 14: 13-14 - RVR1960). Al sentir compasión Jesús por las almas, se sintió movido a hacer algo, a marcar una diferencia y la manera cómo podía hacerlo era sanando, pues había una necesidad y esa es una de las tantas formas cómo establecemos el Reino de Dios en la tierra, cuando vemos una necesidad y no somos indiferentes, sino que actuamos movidos por la compasión y el amor a los demás, porque Él nos amó primero.
¿De qué manera eres movido por la compasión? ¿Qué estás haciendo por los demás para establecer el Reino de Dios aquí en la tierra? Feliz viernes, Dios te bendiga. No olvides compartir este mensaje a otras personas. Sé de gran bendición hoy.
¿Qué mueve realmente un ministerio? ¿Alguna vez te has hecho esta pregunta? Pues la respuesta es muy sencilla: AMOR. Todo lo que Jesús hizo cuando caminó en esta tierra, lo hizo por amor a las almas. Aún el Padre también hizo por amor, "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, tenga vida eterna" (Juan 3:16 - RVR1960). La base de todo ministerio deben ser siempre (1) el amor y (2) la compasión por los demás. Pero mucho cuidado con confundir compasión con sentir lástima, ya que no son lo mismo. Alguien que sienta lástima no necesariamente se ve impulsado a actuar, a marcar una diferencia. Pero quien tiene compasión, por el contrario, sabe que debe hacer algo distinto, sabe que debe atreverse a hacer lo que otros no hicieron.
¿Qué enseña el Señor Jesús en la Biblia frente a este respecto? Veamos:
"Entonces los fariseos, oyendo que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a una. Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley" (Mateo 22: 34-40 - RVR1960).
El primer gran mandamiento, amarás al Señor tu Dios, se cumple solo bajo las siguientes condiciones: uno, con todo tu corazón; dos, con toda tu alma; y tres, con toda tu mente. Si Ud. no ama a Dios bajo esas condiciones, entonces Ud. no puede amar a su prójimo ni tampoco sentirá compasión por él, Ud. sentirá lástima por la gente, lo cual lo conducirá a hacer nada por los demás. Alguien que siente lástima por otros cree no tener ningún tipo de responsabilidad frente a ese tipo de situaciones, y en estos tiempos donde la insensibilidad prima, es muy difícil ver a otros poniéndose en los zapatos de los demás y hacer algo que marque la diferencia, ¿no es así?.
Miremos un gran ejemplo de amor y de compasión:
"Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado; y cuando la gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades. Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos" (Mateo 14: 13-14 - RVR1960). Al sentir compasión Jesús por las almas, se sintió movido a hacer algo, a marcar una diferencia y la manera cómo podía hacerlo era sanando, pues había una necesidad y esa es una de las tantas formas cómo establecemos el Reino de Dios en la tierra, cuando vemos una necesidad y no somos indiferentes, sino que actuamos movidos por la compasión y el amor a los demás, porque Él nos amó primero.
¿De qué manera eres movido por la compasión? ¿Qué estás haciendo por los demás para establecer el Reino de Dios aquí en la tierra? Feliz viernes, Dios te bendiga. No olvides compartir este mensaje a otras personas. Sé de gran bendición hoy.
Comentarios
Publicar un comentario