Paciencia, vaya que si es una palabra corta, pero que encierra gran cantidad de cosas, ¿no es así? Es tan fácil perderla y tan difícil no permitirle a ninguna circunstancia que la perdamos. "Es que no me tienen paciencia" decía Chespirito en su personaje el Chavo del 8. Y cuando hablamos de paciencia algunas personas imaginan a personajes como Gandhi o al Dalai Lama, y los ven como grandes estandartes de ella. Pero, ¿te has preguntado si la puedes cultivar? ¿Será que es exclusiva de seres humanos extraordinarios? ¿Qué puedo hacer para aprender a tener paciencia? ¿Qué nos enseña la Palabra de Dios al respecto? Veamos:
"Si vienen aflicciones a nuestras vidas, podemos regocijarnos también en ellas, porque nos enseñan a tener paciencia; y la paciencia engendra en nosotros la fortaleza de carácter y nos ayuda a confiar cada vez más en Dios, hasta que nuestra esperanza y nuestra fe sean fuertes y constantes" (Romanos 5: 3 & 4).
¿Qué podemos, pues, aprender de este verso? ¿Cómo aprendo a tener paciencia? Veamos los siguientes aspectos:
PRIMERO, Aprende a Regocijarte En La Aflicción. El DRAE define la palabra regocijarse como alegrarse. Un momento, esto suena descabellado, ¿usted me está pidiendo que me alegre en medio de la aflicción? Bueno, no yo, pero la Biblia nos exhorta a hacerlo. En medio de la adversidad lo único que nos queda es seguir confiando y orando a Dios para que tome control de todo en todo tiempo. Habacuc 3:18 - RVR1960 dice, "con todo yo me alegraré en Jehová", quiere decir que sin importar qué tipo de circunstancia esté atravesando, la actitud del creyente debe ser de gozo, de felicidad aunque para el mundo esto parezca descabellado y sin sentido. Mi gozo viene de Jehová, no me lo da el mundo ni nada ni nadie.
SEGUNDO, La Aflicción Nos Enseña Paciencia. ¿Recuerdan a Job? Todo por lo que pasó y cuánto tiempo tuvo que esperar pacientemente hasta que Dios le restituyó todo lo que el diablo le robó. Ciertamente "muchas son las aflicciones del justo, pero de TODAS ELLAS LE LIBRARÁ JEHOVÁ" (SALMOS 34: 19 - RVR1960). Mientras pases por el desierto, tu esperanza debe estar en Jehová Dios. Si Él permite la aflicción en tu vida, entonces debes confiar que igualmente te sacará de ella. Una cita que me impacta mucho la dijo mi Señor Jesús: en el mundo tendréis aflicción, pero confiad. Confía, sé paciente, todo está a punto de cambiar, pronto vendrá el tiempo de la restitución, todo aquello que perdiste te será devuelto. Así como Cristo venció, tú también lo harás.
TERCERO, La Paciencia Produce Fortaleza de Carácter. Al ver este punto recuerdo la vida de José, el soñador, el hijo de Jacob. A través de un sinnúmero de aflicciones, el Señor formó su carácter y le preparó para lo que le había revelado en sueños. Muchas veces no queremos atravesar por la aflicción y lo que realmente hacemos es retrasar el plan de Dios, pues el Señor la utilizará para prepararte, para promoverte en donde desea verte. Romanos 8:28 - RVR1960 dice, "a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien". Son todas las cosas las que nos ayudan, aún la aflicción, es tiempo de ver la aflicción como un aliado no como algo malo; es por ello que debemos regocijarnos cuando venga a nuestra vida, pues es signo de que lo mejor aún está por venir a nuestras vidas a mi ministerio, etc.
Finalmente, Confiar En Dios Hasta Que Nuestra Fe Sea Fuerte y Constante. Para que nuestra fe llegue al punto de ser fuerte, deberá ser probada y ¿cómo crees que lo será? A través de la aflicción. Recuerda, mientras las cosas estén bien no habrá necesidad de Dios, pero cuando las cosas van mal siempre habrá necesidad de Él. Lo único que le queda al ser humano en medio de la aflicción cuando todo lo ha perdido se llama Dios. Jeremías 33:3 afirma "clama a Mí y Yo te responderé". A veces en medio de la aflicción no sabemos a quién clamar, "y esta es la confianza que tenemos que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye" (1 Juan 5:14 - RVR1960). Si aún hay confianza en ti, clama. Solo la confianza y la esperanza permitirán que tu fe sea fuerte y pueda ser constante.
Dios te bendiga sobrenaturalmente hoy y siempre. Espero que esta Palabra haya producido en ti un rhema poderoso. No olvides compartir con otras personas este mensaje, sé tú también de bendición.
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