Para muchos creyentes es bien difícil mantener su fe intacta. Y es que no es mentira, es cierto: la fe es probada (1 Pedro 1:7 - RVR1960), necesita ser probada. Solo bajo circunstancias adversas es que sabemos de qué estamos hechos, ¿no es así?. No obstante, hay creyentes que cuando su fe está siendo probada es cuando deciden retroceder y retroceden para mal porque regresan al mismo lugar de donde el Señor les sacó. ¿Será que el retroceder es una opción en la carrera del evangelio? ¿Hay alguna otra opción distinta a la de retroceder? ¿Qué debo hacer cuando estoy a punto de retroceder?.
Veamos qué dice la Palabra de Dios al respecto:
"Pero nosotros NO SOMOS DE LOS QUE RETROCEDEN para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma" (Hebreos 10: 39 - RVR1960).
Hay dos cosas de las que la Biblia nos enseña en esta mañana. Número uno, NO SOMOS DE LOS QUE RETROCEDEN. Cuando la Palabra nos dice esto, también nos quiere decir que la derrota no es de los hijos de Dios, tampoco una opción. Cuando el creyente renueva su entendimiento, sabe que su ADN ya cambió, sabe igualmente que en él no hay ni una célula de perdedor, sino que, por el contrario, en él está el ADN de un vencedor, la misma Palabra lo respalda: SOMOS MÁS QUE VENCEDORES (Romanos 8:37 - RVR1960). Cuando viene la duda, y es normal que venga, es cuando le permitimos al enemigo crear fortalezas mentales; esto es lo que él hace: decirte que no puedes hacerlo, que aquello que empezaste no lo podrás terminar, que no tienes la suficientes fuerzas para avanzar, en fin, una serie de mentiras para frenar y retrasar el propósito de Dios en tu vida. El objetivo de crear esas fortalezas mentales es para desanimarte y obligarte a retroceder.
Sin embargo hay otra opción totalmente distinta, veamos cuál es: número dos, SOMOS DE LOS QUE PERSEVERAN. ¿Qué significa la palabra perseverar? El DRAE la define así: mantenerse constante en la persecución de lo comenzado. ¿Ahora ya entiendes por qué Satanás ataca tu mente diciéndote que aquello que empezaste no lo podrás terminar? Es necesario que, como creyente, sepa que mi ADN cambió, porque así como Jehová Dios empezó la creación, asimismo la terminó, y ese es el ADN que tú tienes. En una carrera, ¿quiénes son los que llegan a la meta? Sencillo: solo los que perseveran. Durante la carrera del evangelio nos vamos a encontrar con situaciones que no nos van a gustar, pero que son necesarias por muchas razones, las cuales solo Dios conoce. Lo que no podemos obviar es que hay efectos tanto en el retroceder, así como en el perseverar. Cuando retrocedes la consecuencia es perdición, más cuando perseveras el resultados es preservación de tu alma, así que elige, pero elige bien.
Quizá el mundo pueda darte cientos de razones para no seguir adelante y todas ellas te llevan al mismo lugar: hacia la perdición. Si en tu mente ha estado el retroceder, fortalécete en búsqueda, en oración, en ayuno. En Cristo solo hay una razón para perseverar: preservación del alma. La Palabra también nos enseña otra gran lección: puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe (Hebreos 12:2 - RVR1960). Cuando tus ojos están puestos en el consumador tu fe, solo verás la meta, serás como un caballo cochero, nada podrá distraerte en tu andar porque tu vista está fija en un solo lugar y es en llegar a la meta que es en Cristo Jesús.
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