La Palabra que hoy deseo compartir con ustedes se encuentra en:
San Mateo 13: 58 RVR1960
"Y no hizo muchos milagros allí, a causa de la incredulidad de ellos". Hay un dicho que reza: nadie es profeta en su tierra, ¿cierto? Y eso mismo le pasó al Señor Jesús y no porque Él no tuviera el poder para hacer milagros o porque no estuviera preparado para tal actividad, no. La causa principal fue la carencia de fe que la gente tuve en Él, pues lo vieron como el hijo del carpintero y no como el Hijo de Dios, pensaron que Él no lo podía hacer nada, pero sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6 RVR1960).
La Palabra nos enseña que la fe es la certeza de lo que se espera (En Hebreos 11: 1). Si quiero que Dios me sane o me dé algo, primero debo creer en mi corazón que me lo dará y ninguna circunstancia puede decirme lo contrario. Y la Palabra sigue diciendo que la fe es la convicción de lo que no se ve. Probablemente no vea con mi vista natural lo que Dios va a hacer, pero le creo y con mis ojos espirituales puedo ver mi petición de oración ya contestada. Si en realidad deseas que el Señor Jesús haga algo extraordinario en tu vida es hora de empezar a hacer cosas extraordinarias en la tuya, empieza por creer. Deja de ser un incrédulo y mira tu realidad a través de los ojos de la fe, esa realidad donde es todo es posible, porque NO HAY NADA IMPOSIBLE PARA DIOS (Lucas 1:37 RVR1960). Ten presente que, sin fe es imposible agradar a Dios, no seas hombre de poca fe, ten la convicción que Dios hará y verás la sobrenaturaleza de Su Reino en tu vida.
Bajo la guía del Espíritu Santo,
Sergio Meza Padilla, M.Ed.
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