Una de las reacciones que recuerdo, de mi infancia, con mucha claridad era aquella cuando me quitaban algo. Lo primero que sentía era mucha rabia y deseaba vengarme de aquella persona por haberme quitado lo que legalmente y por derecho era mío. Recuerdo que pasaba todo el día con rabia y pensando en aquello que se me había quitado. No obstante, al analizar el comportamiento de otras personas, puedo notar ahora que, este tipo de comportamiento no es ajeno a ellos y tampoco lo es para algunas personas que se consideran 'pueblo de Dios'. Me pregunto si ellos, sin ánimo de criticar, alguna vez pasaron por el libro de Job, pues en él hay varias lecciones que podemos aprender para edificación.
La lección de hoy tiene que ver con que te quiten algo. Mira lo que la Palabra dice en Job 1:21 RVR1960, "y dijo: desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. Jehová dio y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito". De este pasaje del libro de Job podemos aprender tres cosas bien tremendas en este inicio de semana:
Primero, RECONOCER QUE ES JEHOVÁ DIOS QUIEN NOS DA TODO. Si hay algo bien claro que tenía Job era que todo cuanto poseía lo había recibido de Dios. Y la mejor manera de comprobarlo es yendo al versículo 10 del 1 capítulo en donde Satanás reconoce que "al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra". Job era bendecido porque a Dios le plació así y era tan rico que "era más grande que todos los varones orientales", dice la Palabra. Pero cuando sobrevino la desgracia sobre Job, Satanás pensó que si le quitaba lo material, Job se rebelaría en contra del Creador, pero no fue así, sino que Job nos dejó una gran lección qué aprender: Jehová Dios es quien nos da todo. Job no permitió que una circunstancia dañara su relación con Dios Padre.
Segundo, ASÍ COMO DIOS DA, TAMBIÉN QUITA. En este punto me detengo un poco para analizar el por qué a veces Dios nos quita algo. Y meditando, el Señor me recordaba aquel pasaje que dice, "por tanto, si tu ojo derecho te fuere ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; que mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno" (Mateo 5:29 JBS). Dios no quiere que tu salvación se vea comprometida por algo material, su deseo es que todos seamos salvos y si fuera por las riquezas que el hombre se perdiera, de seguro Jehová Dios se la quitaría. Debemos entender que cuando Dios nos quita algo es porque realmente nos está protegiendo, pero difícilmente lo podríamos entender en su momento. Es por ello, que no podemos olvidar una de Sus promesas claves durante la adversidad, "sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman" (Romanos 8:28 DHH). Si Dios quita por algo será, es por tu bien no lo olvides.
Tercero y último, DEBEMOS SER AGRADECIDOS CON DIOS SIEMPRE. Aquí viene la reacción emocional de la cual les hablaba al principio. Imagínense a Job en un arranque de rabia criticando lo que el Señor hizo, ¿sería que se hablaría de su rectitud e integridad en la Palabra hoy día? No lo creo, ¿no es así?Entonces, antes de actuar y de hablar, piénsalo dos veces, ¿qué deseas que sea escrito sobre ti en el Reino de los Cielos? Si entendemos el principio de que Dios es el dueño de la plata y del oro (Hageo 2:8 RVR1960) y si estamos sometidos a Su señorío, comprendemos que Él es soberano y hace como quiere, pues Él sabe muy bien los planes que tiene para nosotros (Jeremías 29:11 NBD). Deseo que esta reflexión haya sido de gran bendición para ti en este día. Dios te bendiga sobreabundantemente. No olvides ser de bendición para otros, comparte. Bendiciones y paz para ti y los tuyos.
Bajo la guía del Espíritu Santo,
Sergio Meza Padilla
La lección de hoy tiene que ver con que te quiten algo. Mira lo que la Palabra dice en Job 1:21 RVR1960, "y dijo: desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. Jehová dio y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito". De este pasaje del libro de Job podemos aprender tres cosas bien tremendas en este inicio de semana:
Primero, RECONOCER QUE ES JEHOVÁ DIOS QUIEN NOS DA TODO. Si hay algo bien claro que tenía Job era que todo cuanto poseía lo había recibido de Dios. Y la mejor manera de comprobarlo es yendo al versículo 10 del 1 capítulo en donde Satanás reconoce que "al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra". Job era bendecido porque a Dios le plació así y era tan rico que "era más grande que todos los varones orientales", dice la Palabra. Pero cuando sobrevino la desgracia sobre Job, Satanás pensó que si le quitaba lo material, Job se rebelaría en contra del Creador, pero no fue así, sino que Job nos dejó una gran lección qué aprender: Jehová Dios es quien nos da todo. Job no permitió que una circunstancia dañara su relación con Dios Padre.
Segundo, ASÍ COMO DIOS DA, TAMBIÉN QUITA. En este punto me detengo un poco para analizar el por qué a veces Dios nos quita algo. Y meditando, el Señor me recordaba aquel pasaje que dice, "por tanto, si tu ojo derecho te fuere ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; que mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno" (Mateo 5:29 JBS). Dios no quiere que tu salvación se vea comprometida por algo material, su deseo es que todos seamos salvos y si fuera por las riquezas que el hombre se perdiera, de seguro Jehová Dios se la quitaría. Debemos entender que cuando Dios nos quita algo es porque realmente nos está protegiendo, pero difícilmente lo podríamos entender en su momento. Es por ello, que no podemos olvidar una de Sus promesas claves durante la adversidad, "sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman" (Romanos 8:28 DHH). Si Dios quita por algo será, es por tu bien no lo olvides.
Tercero y último, DEBEMOS SER AGRADECIDOS CON DIOS SIEMPRE. Aquí viene la reacción emocional de la cual les hablaba al principio. Imagínense a Job en un arranque de rabia criticando lo que el Señor hizo, ¿sería que se hablaría de su rectitud e integridad en la Palabra hoy día? No lo creo, ¿no es así?Entonces, antes de actuar y de hablar, piénsalo dos veces, ¿qué deseas que sea escrito sobre ti en el Reino de los Cielos? Si entendemos el principio de que Dios es el dueño de la plata y del oro (Hageo 2:8 RVR1960) y si estamos sometidos a Su señorío, comprendemos que Él es soberano y hace como quiere, pues Él sabe muy bien los planes que tiene para nosotros (Jeremías 29:11 NBD). Deseo que esta reflexión haya sido de gran bendición para ti en este día. Dios te bendiga sobreabundantemente. No olvides ser de bendición para otros, comparte. Bendiciones y paz para ti y los tuyos.
Bajo la guía del Espíritu Santo,
Sergio Meza Padilla
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