"Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas" (Génesis 1: 2).
Muchas personas andan por el mundo creyendo que no dependen de Dios ni de nadie. Piensan que son "totalmente autodependientes". La verdad es que si fuimos creados por Dios, entonces es cierto que le necesitamos mucho más de lo que creemos y de lo que pensamos.
Hace días el Señor me ha venido inquietando con esta Palabra, y hoy deseo compartirla con todos. ¿Cuántos de ustedes no han pasado ya por este verso una y otra vez? Muchas veces, ¿verdad?. Y empieza diciendo "la tierra", pero ¿quién es esa tierra? Eres tú, soy yo. Y ¿cómo estaba esa tierra? Desordenada, así es la vida de cualquier persona antes de conocer a Dios. Aquellos que creen que sus vidas están del todo bien son los que piensan no necesitar a Dios. Pero Dios llega a nuestras vidas porque desea establecer orden en medio del desorden, de allí viene la transformación, porque Él es un Dios con poder transformador, capaz de hacer cualquier cosa (Lucas 1:37).
Mateo 13 habla acerca de la parábola del sembrador, y ¿sabes quién es ese sembrador? El Padre celestial y tú eres esa tierra, ese receptáculo donde la semilla (la Palabra de Dios) es depositada cada vez que alguien te habla acerca de la Palabra. Sin embargo, esa Palabra es sembrada para producir frutos y ¿para quién? Para el Reino, por supuesto.
Amado(a), te invito hoy (1) que seas buena tierra, es decir que oigas y entiendas la Palabra (Mateo 13: 23); (2) a que reconocas que tu vida sin Cristo es un completo desorden y (3) que entiendas que le necesitas para que Su orden sea establecido en tu vida. No olvides que el Espíritu de Dios aún se mueve en la tierra y Él está aquí para guiarnos a toda vedad (Juan 16:13) y esa verdad es Cristo Jesús (Juan 14: 6), porque alejados de Él nada podrás hacer (Juan 15: 1-5).
Sé de bendición para otras personas, comparte este mensaje en este día. Que la Palabra de Dios corra como ríos de agua viva.
Dios te bendiga y te guarde siempre.
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