"No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres" (Romanos 12: 17).
Es muy común en el mundo escuchar a la gente decir "no seas pendejo, si te la hizo, dale tú también", o como esta "a mí el que me la hace, me la paga". Son típicas expresiones de personas que aún no conocen a Dios, porque si realmente le conocieran, entonces sabrían que de Jehová, y solamente de Él, es la venganza (Deuteronomio 32: 35).
La píldora de hoy es muy clara: NO PAGUÉIS A NADIE MAL POR MAL. Sin importar tu condición de creyente o no creyente, absolutamente todos enfrentaremos un juicio al final, y cada una de nuestras acciones contarán para ser juzgados. Así que cada vez que pagues con mal será una razón más en tu juicio.
Empieza desde hoy a no ser vencido de lo malo, sino a vencer el mal con el bien (Romanos 12: 21), eso es lo que debemos hacer. Si alguien te maldice, bendícele inmediatamente. Si te cerraron el paso en la carretera, cédela tú a la próxima persona. Si te injuriaron, bendice a esa persona. Rompe con la cadena maldad estableciendo una diferencia: haciendo el bien. No será fácil al principio, porque la naturaleza del ser humano tiende a hacer lo malo. Pero si no empiezas hoy, créeme que mañana será todavía más difícil. Cuando haces lo bueno delante de todos los hombres, te has convertido en un buen testimonio para ellos. Sé un buen testimonio para todos, vence el mal con el bien.
No olvides compartir con otras personas esta píldora, sé de bendición.
Dios te bendiga y te guarde.
Es muy común en el mundo escuchar a la gente decir "no seas pendejo, si te la hizo, dale tú también", o como esta "a mí el que me la hace, me la paga". Son típicas expresiones de personas que aún no conocen a Dios, porque si realmente le conocieran, entonces sabrían que de Jehová, y solamente de Él, es la venganza (Deuteronomio 32: 35).
La píldora de hoy es muy clara: NO PAGUÉIS A NADIE MAL POR MAL. Sin importar tu condición de creyente o no creyente, absolutamente todos enfrentaremos un juicio al final, y cada una de nuestras acciones contarán para ser juzgados. Así que cada vez que pagues con mal será una razón más en tu juicio.
Empieza desde hoy a no ser vencido de lo malo, sino a vencer el mal con el bien (Romanos 12: 21), eso es lo que debemos hacer. Si alguien te maldice, bendícele inmediatamente. Si te cerraron el paso en la carretera, cédela tú a la próxima persona. Si te injuriaron, bendice a esa persona. Rompe con la cadena maldad estableciendo una diferencia: haciendo el bien. No será fácil al principio, porque la naturaleza del ser humano tiende a hacer lo malo. Pero si no empiezas hoy, créeme que mañana será todavía más difícil. Cuando haces lo bueno delante de todos los hombres, te has convertido en un buen testimonio para ellos. Sé un buen testimonio para todos, vence el mal con el bien.
No olvides compartir con otras personas esta píldora, sé de bendición.
Dios te bendiga y te guarde.
Comentarios
Publicar un comentario