Una característica propia de este tiempo es el afán en casi todas las áreas de nuestras vidas; por ejemplo, manejamos hacia el trabajo con afán, el tiempo no alcanza y vivimos con afán, no alcanza el dinero y nos afanamos por pagar las deudas, las cosas no salen como deseamos y nos afanamos. Y entiendo que en algún punto nos afanemos, pues si somos responsables no deseamos quedar mal con nadie, ya que la Biblia nos enseña no debáis a nadie nada (Romanos 13:8 RVR1960), ¿no es así? Sin embargo, el afán no es de Dios y tampoco es Su propósito que el hombre viva así.
Y, ¿qué dice la Biblia al respecto? El mismo Señor Jesús nos enseña una gran lección: no os afanéis (Mateo 6:25 RVR1960). Cuando nuestro amado Señor nos dice que no nos afanemos es porque Él conoce perfectamente y sabe que está en nuestra naturaleza de hombres el afanarnos. Si en este momento te encuentras afanado, entonces esta Palabra es para ti. Pero, ¿por qué el Señor Jesús demanda de nosotros que no nos afanemos? La respuesta está en Filipenses 4:6 RVR1960, "por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracia." Veamos, pues qué principios básicos vamos aprender para vivir sin afán:
Número uno, no debemos afanarnos y la razón es porque el afán nos roba el gozo y la paz que sobrepasa todo entendimiento. Al enemigo le gusta vernos afanados, porque bien sabe él que un creyente afanado es un creyente que le ha quitado a Jehová Dios el Poder de controlar todo en su vida. Además, significa que le ha dejado de creer a Dios, uy tremendo, ¿no? Número dos, debemos presentar nuestras peticiones delante de Dios. En vez de afanarnos, Filipenses 4 nos da la salida a este problema y ¿cuál es dicha salida? Que presentemos todas nuestras peticiones delante de Dios. Cuando nos afanamos lo que hacemos es tratar de tomar el control de las cosas, pero debemos recordar que, separados del Señor nada podemos hacer. Así que, lo mejor que podemos hacer es orar. Espero que esta corta reflexión haya llegado en buen momento. No olvides ser de bendición para otros, comparte el mensaje.
Bajo la guía del Espíritu Santo,
Sergio Meza Padilla
Y, ¿qué dice la Biblia al respecto? El mismo Señor Jesús nos enseña una gran lección: no os afanéis (Mateo 6:25 RVR1960). Cuando nuestro amado Señor nos dice que no nos afanemos es porque Él conoce perfectamente y sabe que está en nuestra naturaleza de hombres el afanarnos. Si en este momento te encuentras afanado, entonces esta Palabra es para ti. Pero, ¿por qué el Señor Jesús demanda de nosotros que no nos afanemos? La respuesta está en Filipenses 4:6 RVR1960, "por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracia." Veamos, pues qué principios básicos vamos aprender para vivir sin afán:
Número uno, no debemos afanarnos y la razón es porque el afán nos roba el gozo y la paz que sobrepasa todo entendimiento. Al enemigo le gusta vernos afanados, porque bien sabe él que un creyente afanado es un creyente que le ha quitado a Jehová Dios el Poder de controlar todo en su vida. Además, significa que le ha dejado de creer a Dios, uy tremendo, ¿no? Número dos, debemos presentar nuestras peticiones delante de Dios. En vez de afanarnos, Filipenses 4 nos da la salida a este problema y ¿cuál es dicha salida? Que presentemos todas nuestras peticiones delante de Dios. Cuando nos afanamos lo que hacemos es tratar de tomar el control de las cosas, pero debemos recordar que, separados del Señor nada podemos hacer. Así que, lo mejor que podemos hacer es orar. Espero que esta corta reflexión haya llegado en buen momento. No olvides ser de bendición para otros, comparte el mensaje.
Bajo la guía del Espíritu Santo,
Sergio Meza Padilla
Amen. Compañero.
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