Ir al contenido principal

El precio


Creo que la razón por la que muchas personas no siguen a Jesús verdaderamente es porque aún no están dispuestos a dejar ciertas cosas del mundo que le gustan o las atan, sin saberlo o reconocerlo. ¿Dónde está corazón? Mateo 6:21 NBLH dice, "donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón", así que dejarlo TODO o aquellas cosas que me gustan o atan por seguir a Jesús es una decisión de radicales, no es una fácil decisión. Sabes, hay una historia que siempre me ha llamado la atención y es la del joven rico, aquel que quería obtener la vida eterna, la cual solo se obtiene siguiendo a Cristo, ¿no es así? Y mira lo que la Palabra registra cuando el Señor le dice qué hacer, "Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones" (Mateo 19:21-22 RVR1960). El verdadero tesoro del hombre no está en lo que pueda acumular aquí en la tierra, sino en aquello que pueda acumular en el cielo.

¿Dónde estaba el corazón de este joven? EN SUS RIQUEZAS, en sus posesiones... Cosas que después de la muerte no se pueden llevar. Al ser cuestionado sobre sus riquezas, él se pone triste porque no estaba preparado para dejarlo todo por seguir a Jesús. El precio por seguir a Cristo es alto, es dejar de ser egocentrista para pensar más en aquel que entregó Su vida por mí. Como lo afirma el Apóstol Pablo a la iglesia de Corinto, "el amor no busca la suyo" (1 Corintios 13:5 RVR1960). El precio de seguir a Jesús es morir a mí, abandonar aquello que me gustaba y que me ataba al mundo por vivir una vida en santidad, apartado del pecado y como lo describe la Biblia, "no vivo yo, mas vive Cristo en mí" (Gálatas 2:20 RVR1960). El joven rico no estaba preparado aún para tomar esa decisión, abandonar sus riquezas representaba todo para él, era una decisión muy difícil. ¿Cuántos de ustedes se sienten en esa misma condición? ¿Dónde realmente está tu corazón?

Ahora bien, tu corazón también puede estar en algo que no es tan visible ni palpable, tu corazón puede estar en cosas ocultas, en comportamientos que destruyen y ponen en peligro tu relación co Dios. El precio de seguir a Cristo se paga completamente cuando rendimos todo nuestro ser, todo nuestro corazón y toda nuestra mente a Su Señorío, es decir cuando le permitimos verdaderamente que Él sea quien gobierne nuestras vidas. Si una persona es adicta a la pornografía, tiene pensamientos homosexuales, le encanta mentir, etc, aún en su corazón o en su mente no está preparada para seguir a Cristo, pues aún hay ciertas áreas en su vida que no ha querido rendir al Señor, y es el mismo caso del joven rico, su corazón no estaba preparado para dejar ir su heredad. ¿Has rendido verdaderamente todas las áreas de tu vida al Señor Jesús?
Espero que esta reflexión haya sido de gran bendición para tu vida. Tú también puedes bendecir a otros a través de la Palabra, así que no ovides compartir este mensaje.

Bajo la guía del Espíritu Santo,

Sergio Meza Padilla.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Esforzaos y cobrad ánimo

El tema del devocional de hoy es el desánimo, pero ¿qué es el desánimo? Según el diccionario de la Real Academia de la lengua, se define como la falta de ánimo . ¿Sabes algo? El desánimo es el arma más valiosa que tiene el enemigo contra cualquier creyente, así que la invitación es para que no seas presa del desánimo. Cuando el cristiano se desanima su fe merma, y por consiguiente le deja de creer a Dios porque una persona que no tiene fe, ni esperanza no puede creer en las cosas que Dios puede hacer en su vida y en la de los demás, dice la Palabra que sin fe es imposible agradar a Dios. En el libro de Deuteronomio, cuando Moisés está a punto de morir, Dios escoge a Josué para que guíe al pueblo de Israel y llevarlos a la tan anhelada tierra prometida. El Señor le habla a Josué y le dice más de tres veces las mismas palabras: e sforzaos y cobrad ánimo. Hoy Dios también te quiere decir lo mismo a ti.  La Palabra de hoy está en: Deuteronomio 31: 6 "Esforzaos y cobrad áni

Cómo el enemigo retrasa el plan de Dios para el hombre

El enemigo siempre está buscando la manera de evitar y retrasar el plan de Dios en la vida de Sus hijos. Igualmente desea robarte la bendición sin importar lo que deba hacer. Lo digo por mí, yo tuve mi llamado desde 1998 y le creí muchas mentiras al enemigo, lo cual retrasó mi llamado, pero como el tiempo de Dios es perfecto, aquí estoy siriviéndole y haciendo la obra. Hoy deseo mostrarte bíblicamente cómo actúa el enemigo para retrasar el plan que Dios tiene para ti. Vayamos a Nehemías 4:1-3 - (RVR1960), "Cuando oyó Sanbalat que nosotros edificábamos el muro, se enojó y se enfureció en gran manera e hizo escarnio de los judíos. Y habló delante de sus hermanos y del ejército de Samaria, y dijo: ¿qué hacen estos débiles judíos? ¿Se les permitirá volver a sus sacrificios? ¿Acabarán en un día? ¿Resucitarán de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas? Y estaba junto a él Tobías amonita, el cual dijo: lo que ellos edifican del muro de piedra, si subiere una zor

Un corazón dispuesto

Hay muchas personas que desean servirle al Señor, sin embargo, todo pareciera ser emocional. Mientras van a la iglesia se sienten fuertes, gozosos y al salir de ella, el gozo desaparece, y vuelven a lo mismo de siempre. Es decir, dan un paso hacia adelante y dos hacia atrás sin darse cuenta que están retrasando el plan de Dios para sus vidas. Todo esto sucede porque no han dispuesto sus corazones al Señor. Cuando un corazón está dispuesto para el Señor no hay circunstancia que impida los planes que Dios tiene. Hoy deseo compartir una Palabra poderosa con ustedes, sé que tu vida será tocada tremendamente en este, así que dispón tu corazón y espíritu para recibir. Mira lo que nos enseña la Palabra: "Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos" (Esdras 7:10 RVR1960). Esdras fue un sacerdote con un llamado especial de parte de Dios. Durante el reinado de Ciro, rey de Persia, el pueblo j