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Radical



El radicalismo del siglo XXI tiene una connotación bastante negativa, por ejemplo: los radicalistas del grupo al qaeda tumbaron las torres gemelas en USA porque creyeron en lo que hacían y en para quién lo estaban haiendo. Fue tal su grado de convicción que podríamos considerarlos extremistas, ¿no es así? Ahora, piensa por un momento ¿si, como creyente, tuvieras la misma convicción radical de amar a Dios con todas tus fuerzas, toda mente y con todo corazón y al mismo tiempo aborrecer lo que Él aborrece? Los resultados serían una vida en integridad y en santidad. Hoy quiero decirte que sí es posible mantenerse radical para Dios, mira lo que la Palabra dice de José, hijo de Jacob: "aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: duerme conmigo. Y él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: he aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene. No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?" (Génesis 39:7-9 RVR1960).

José fue radical al tomar la decisión de no tener relaciones con la esposa de su amo y la razón que le da es poderosísima: ninguna cosa me ha reservado (hablando de Potifar) sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios? Jose pensó en varios aspectos, ¿verdad? El primero de ellos fue que, Potifar le había confiado todo lo que había en su casa, le dio igualmente autoridad sobre su casa. Pero lo que José más pensó fue, ¿cómo pecaría contra Dios? Esa fue una decisión radical de una persona que ama a Dios tal cual lo describe la Palabra, "amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente" (Mateo 22:37 RVR1995). Decir que amo al Señor no basta, lo que basta es demostrárselo con hechos palpables como este. Un creyente que ama al Señor debe ser radical con el pecado y guardarse para aquel que lo rescató de esa esclavitud.

Hay muchas cosas en el mundo que pueden poner en riesgo nuestra relación con Dios, a esas cosas son las que debemos aborrecer, "porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo" (1 Juan 2:16 RVR1960). Nada de lo que hay en este sistema del mundo proviene del Padre, pero este mismo pasaje también nos da una gran esperanza: "el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre" (1 Juan 2:17 RVR1960). La única forma de permanecer es haciendo la voluntad de Dios. Hay decisiones que duelen, pero son las más convenientes para nuestra vida. Hay decisiones que traerán dolor a nuestra vida, pero las tomamos por nuestro bien, porque Dios conoce os planes que tiene para cada uno de nosotros. Espero que esta reflexión haya llegado en un buen momento. No olvides ser de bendición y compártelo. Dios te bendiga y te guarde sobreabundantemente.

Bajo la guía del Espíritu Santo,

Sergio Meza Padilla.

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