El objetivo del Señor Jesús al entrenar a sus doce discípulos no era que se quedaran con el evangelio solamente para ellos, ni mucho menos para que se quedaran con las manos quietas. El Señor los entrenó y fueron procesados para que que compartieran las buenas nuevas con todas las almas. Sin embargo, había otro objetivo: debían seguir formando a otros más (discípulos) para que el evangelio se extendiera por sobre toda la tierra. Es muy triste ver en las iglesias de hoy día que, los cristianos nos conformamos con solamente ir a la escuela dominical, una que otra reunión entre semana y ya. Como dice mi pastor, nos hemos convertido en cristianos "calienta sillas". Jesús no ha venido a tu vida para que estés sentado en una silla, NO. El ha llegado a tu vida con el mismo propósito, Él quiere que seas procesado y formado como hombre, entrenado en la Palabra para poderla compartir con otras criaturas, porque su deseo es que seas un pescador de hombres. MIra lo que la Biblia nos enseña hoy: "y les dijo Jesús: venid en pos de Mí, y haré que seáis pescadores de hombres" (San Marcos 1: 17 RVR1960).
Todos tenemos la gran responsabilidad de compartir el evangelio, pero también tenemos la responsabilidad de formar discípulos para que ellos también sean pescadores de hombres. Pero esto muchas veces no pasa porque el testimonio que ven nuestros discípulos en nosotros es totalmente contrario a las Escrituras. Entonces, no podré exigirle a mis discípulos que lo hagan si yo tampoco lo hago. En este día tenemos que levantarnos, Dios quiere levantar una nueva generación cuyo objetivo sea ir yprediar, que ninguno se quede sin escuchar el evangelio de salvación.
Algo que me impacta mucho, es lo radical y determinante que fue la decisión de aquellos hombres de dejarlo TODO por seguir a Jesús. La Biblia no nos dice que ellos vacilaron, lo que vemos en La Palabra es su testimonio, que ellos siguieron a Jesús, que sus vidas fueron pasadas por un proceso para poder llevar a cabo aquello para lo cual habían sido entrenados. Siempre estuvieron allí, tuvieron sus problemas, sus pruebas, pero se mantuvieron porque sabían a quién estaban siguiendo, sabían que sus vidas nunca más serían las mismas y que ahora en Cristo Jesús habían ganado más de lo que habían dejado atrás. Lo mismo sucede contigo, después de aceptar a Jesús, ya tu vida nunca volverá a ser la misma.
Deja a un lado esa "flojera espiritual", levántate en victoria y comienza a predicar ya. Te exhorto a que empieces a formarte más en la Palabra para que también puedas formar a otros para que igualmente puedan imitar lo que haces: ser un pescador de hombres. Espero que esta reflexión haya sido de gran importancia para tu vida. No olvides compartir. Feliz y bendecido día.
Bajo la guía del Espíritu Santo de Dios,
Sergio Meza Padilla.
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