¿Sabías que, a pesar de todo, el enemigo no tiene ciento por ciento libertad para atacarte? Muchos creyentes desconocen grandes misterios que han sido revelados en la Palabra de Dios y esto hace que su proceder frente a ciertas situaciones, en ocasiones, sea incorrecto. En el libro de Job, suceden dos cosas bien interesantes en el primer capítulo, las cuales estaremos tratando en esta píldora: número uno, hay una corte celestial de la cual nuestro adversario, el diablo, hace parte, esta es la evidencia: "un día los miembros de la corte celestial llegaron para presentarse delante del Señor, y el acusador, satanás, vino con ellos" (Job 1:6 NTV). Y número dos, Dios crea un vallado de protección alrededor de sus hijos y esta es la evidencia: "¿no le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra" (Job 1:10 RVR1960).
¿Por qué la necesidad de una corte celestial? Porque Satanás no tenía potestad ni soberanía para determinar que haría mal a Job. ¿Será que en la actualidad sí la tiene para tocarte? La respuesta es un NO rotundo. Cuando satanás intentó tentar al Señor Jesús después de haber ayunado por espacio de 40 días y 40 noches, el Señor le recordó una gran verdad, "escrito está: al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás" (Mateo 4:10 RVR1960). Nuestro adversario cumple órdenes, y en Job esto queda más que claro, "dijo Jehová a satanás: he aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él" (Job 1:12 rvr1960). El libro de Job no die que él hubiera muerto, Satanás hizo tal cual Jehová Dios le dijo, ni más ni menos. Entonces la pregunta es: ¿obedeció o no? Ahora bien, ¿qué puede hacer un cristiano para salir victorioso frente a este adversario? La misma Palabra nos da la respuesta, "someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros" (Santiago 4:7 RVR1960). El cristiano debe estar sometido a Dios y resistir los ataques del enemigo, solo así él podrá huir.
El segundo aspecto que tocaremos en esta reflexión es acerca del vallado que Dios hace en la vida del creyente tal cual lo afirma la Palabra, "¿no le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra" (Job 1:10 RVR1960). En el mundo espiritual, el creyente tiene una marca: el sello del Espíritu Santo, además el vallado que Dios hace sobre su vida, su casa y sus bienes materiales. Todas estas cosas el creyente las obtiene porque son bendiciones que provienen de Dios y porque a Él le plació entregárnoslas. Espero que esta reflexión haya llegado en un buen momento a tu vida. Si ha sido de gran bendición, te reto a compartir. Dios te bendiga y te guarde siempre.
Bajo la guía del Espíritu Santo,
Sergio Meza Padilla.
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