El poder de la obediencia a Dios
Si hay algo que he aprendido buen en mis cortos años de ministerio es que cuando nos comprometemos con Dios todas las cosas cambian, se tiene la certeza de que hay un respaldo divino. El Señor me ha respaldado en muchas decisiones y proyectos y, la verdad es que, siento que a nivel espiritual he ido madurando a pasos agigantados, pues si Dios está conmigo, ¿quién contra mí?.
La obediencia es la llave que abre todas las puertas de bendición para el creyente.
¿Qué dice la Palabra al respecto?
"Pero Jehová había dicho a Abram: vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición" (Génesis 12:1-2).
En La Biblia hay muchos personajes que son ejemplo de obediencia y fidelidad a Dios y, entre ellos, Abraham. Este siervo del Señor siempre escuchó Su voz, estuvo atento en todo momento y siempre fue diligente, es decir hacía lo que se le pedía sin cuestionar. Esa misma actitud hizo que Dios le respaldara en todo, y así Dios estuvo con Abraham todo el tiempo.
Precisamente, hoy quiero hablarte de este tema, la obediencia a Dios. Quizá has notado en tu vida que las bendiciones llegan, pero llegan a medias, ¿verdad? Y te has preguntado qué pasa, por qué llegan de esa forma. Entonces también debes preguntarte qué tan comprometido estás con Dios. Quizá aquí esté la respuesta a tu pregunta. A lo mejor ese compromiso sea la raíz de todo. Es necesario que entiendas que el Señor no se comprometerá contigo, si antes tú no le rindes tu corazón, tu vida y te sometes a Su completa voluntad. Dios tiene un propósito con cada uno de nosotros. Cada uno tiene llamado especial, y Dios usa nuestros talentos para Su obra en la tierra, ¿alguna vez te ha preguntado qué tiene el Señor preparado para ti?
Cuando Dios nos llama lo hace con un propósito. Así cuando llamó a Abram, Él ya había trazado un plan divino con él. Dios manda a que Abram deje su tierra y la parentela de su padre y, sin cuestionar, Abram lo hace, sin reparos, y sin preguntar por qué. Esto se llama diligencia, compromiso. Además de ésto, Jehová le hace una promesa: le dice que hará de él una gran nación, y esa era la bendición que había si Abram se comprometía con Dios. Jehová Dios le había revelado cómo y de qué manera iba a ser bendecido, pero pienso que Abram jamás llegó a pensar qué tan grande sería su descendencia.
Esta mañana es una mañana de reto y si has recibido un llamado de parte de Dios es hora de comprometerse y serle fiel y diligente. Cuando el Señor te llama es porque ya tiene todo un plan diseñado para ti. El poder de la obediencia a Dios es tremendo, y asimismo acarrea muchas responsabilidades. Entre más te dé el Señor, más demandará de ti, pero no te preocupes, ni tengas miedo. Jehová te preparará para la carrera y junto con Su Espíritu Santo obtendrás la sabiduría necesaria para enfrentar los obstáculos que se te presenten.
No sé de qué parentela Dios te ha llamado para sacarte, pero si lo hizo es porque cosas maravillosas ya pensó para ti. Así que hoy te invito a que seas valiente y esforzado y empieces a guerrear por lo que Dios tiene para ti. Recuerda que aquel que empezó la buena obra, la perfeccionará.
Que tengas una maravilloso día y espero que estas palabras hayan alimentado tu espíritu sobremanera. Dios te bendiga.
Si hay algo que he aprendido buen en mis cortos años de ministerio es que cuando nos comprometemos con Dios todas las cosas cambian, se tiene la certeza de que hay un respaldo divino. El Señor me ha respaldado en muchas decisiones y proyectos y, la verdad es que, siento que a nivel espiritual he ido madurando a pasos agigantados, pues si Dios está conmigo, ¿quién contra mí?.
La obediencia es la llave que abre todas las puertas de bendición para el creyente.
¿Qué dice la Palabra al respecto?
"Pero Jehová había dicho a Abram: vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición" (Génesis 12:1-2).
En La Biblia hay muchos personajes que son ejemplo de obediencia y fidelidad a Dios y, entre ellos, Abraham. Este siervo del Señor siempre escuchó Su voz, estuvo atento en todo momento y siempre fue diligente, es decir hacía lo que se le pedía sin cuestionar. Esa misma actitud hizo que Dios le respaldara en todo, y así Dios estuvo con Abraham todo el tiempo.
Precisamente, hoy quiero hablarte de este tema, la obediencia a Dios. Quizá has notado en tu vida que las bendiciones llegan, pero llegan a medias, ¿verdad? Y te has preguntado qué pasa, por qué llegan de esa forma. Entonces también debes preguntarte qué tan comprometido estás con Dios. Quizá aquí esté la respuesta a tu pregunta. A lo mejor ese compromiso sea la raíz de todo. Es necesario que entiendas que el Señor no se comprometerá contigo, si antes tú no le rindes tu corazón, tu vida y te sometes a Su completa voluntad. Dios tiene un propósito con cada uno de nosotros. Cada uno tiene llamado especial, y Dios usa nuestros talentos para Su obra en la tierra, ¿alguna vez te ha preguntado qué tiene el Señor preparado para ti?
Cuando Dios nos llama lo hace con un propósito. Así cuando llamó a Abram, Él ya había trazado un plan divino con él. Dios manda a que Abram deje su tierra y la parentela de su padre y, sin cuestionar, Abram lo hace, sin reparos, y sin preguntar por qué. Esto se llama diligencia, compromiso. Además de ésto, Jehová le hace una promesa: le dice que hará de él una gran nación, y esa era la bendición que había si Abram se comprometía con Dios. Jehová Dios le había revelado cómo y de qué manera iba a ser bendecido, pero pienso que Abram jamás llegó a pensar qué tan grande sería su descendencia.
Esta mañana es una mañana de reto y si has recibido un llamado de parte de Dios es hora de comprometerse y serle fiel y diligente. Cuando el Señor te llama es porque ya tiene todo un plan diseñado para ti. El poder de la obediencia a Dios es tremendo, y asimismo acarrea muchas responsabilidades. Entre más te dé el Señor, más demandará de ti, pero no te preocupes, ni tengas miedo. Jehová te preparará para la carrera y junto con Su Espíritu Santo obtendrás la sabiduría necesaria para enfrentar los obstáculos que se te presenten.
No sé de qué parentela Dios te ha llamado para sacarte, pero si lo hizo es porque cosas maravillosas ya pensó para ti. Así que hoy te invito a que seas valiente y esforzado y empieces a guerrear por lo que Dios tiene para ti. Recuerda que aquel que empezó la buena obra, la perfeccionará.
Que tengas una maravilloso día y espero que estas palabras hayan alimentado tu espíritu sobremanera. Dios te bendiga.
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