Imitadores de Dios
¿Alguna vez has conocido una familia en donde los hijos imitan a su padre? Yo sí, y es que algunos de esos hijos son tan buenos, que pueden imitar el tono de voz de su papá, su caminar, y hasta lo que éste hace, entre otras cosas. Bueno, esto es en plano natural. Ahora llevémoslo al plano espiritual: ¿quién es tu Padre? Jehová Dios, ¿cierto?. ¿Puedes imitarle? Si piensas que es muy difícil, entonces mira lo que dice la Palabra al respecto:
"Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados" (Efesios 5: 1 - RVR1960).
Algo que me llama profundamente la atención es que en este texto nos llaman hijos, y no cualquier clase de hijo, sino hijos amados, wow, esto está tremendo, ¿verdad?. Si Dios nos llama hijos es porque Él sabe que es nuestro Padre. No cualquiera llama a otro hijo, y la Biblia nos exhorta a imitar a Dios como sus hijos. Pero, ¿de qué manera puedo imitar a Dios?
Primero, amando a tu prójimo como a ti mismo (Mateo 22: 39 - RVR1960). Si Dios nos ama a todos, entonces ¿cómo es posible que en mí no haya amor por las otras personas? Si el amor de Cristo está en mí, entonces yo debo ser capaz de amar a otras personas igualmente. Y a veces somos probados en este aspecto, porque hay personas a las que les cuesta amar a otros, y la Palabra nos enseña que, "si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?" (1 Juan 4: 20 - RVR1960).
Segundo, un imitador hace las cosas que ve a su padre hacer, ¿no es así? Mira lo que dice Juan 5:19 - RVR1960, "respondió entonces Jesús, y les dijo: de cierto, de cierto os digo: no puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente". ¿Si notaste que las palabras hijo y padre aparecen en mayúsculas? La razón es porque una se refiere al Señor Jesús y la otra a Jehová Dios. Quiere decir, las obras son las que se deben imitar, pero ¿cuáles obras?. Estas:
Evangelizar (Mateo 4: 17 - RVR1960), Predicar (Mateo 9: 35-38 - RVR1960), Sanar Enfermos (Mateo 8: 1-3 - RVR1960), Liberar a los oprimidos (Mateo 15: 21-28 - RVR1960). Esas son algunas de las cosas que debemos imitar como hijos.
Finalmente, perdonar. El perdón es quizá uno de los frutos que más trabajo nos cuesta producir. El ser humano tiende a ser orgulloso y un corazón orgulloso es un corazón que no es perdonador. Mira a lo que la Palabra nos exhorta: "y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas" (Marcos 11: 25 - RVR1960). Y es que la consecuencia de no aprender a perdonar es que tampoco Dios nos perdonará las cosas que hagamos que a Él no le gustan, y la Palabra lo respalda en Mateo 6: 15 - RVR1960, "mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas".
Al principio parecerá difícil, pero en la medida que seamos guiados por el Espíritu Santo, todo será más fácil. Efesios 4:13 nos da una clara expectativa de lo que Dios espera de nosotros: un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo, por tanto sed imitadores de Dios mas no de los hombres.
Dios te bendiga poderosamente. No olvides ser de bendición para otros, comparte este mensaje con tus contactos.
¿Alguna vez has conocido una familia en donde los hijos imitan a su padre? Yo sí, y es que algunos de esos hijos son tan buenos, que pueden imitar el tono de voz de su papá, su caminar, y hasta lo que éste hace, entre otras cosas. Bueno, esto es en plano natural. Ahora llevémoslo al plano espiritual: ¿quién es tu Padre? Jehová Dios, ¿cierto?. ¿Puedes imitarle? Si piensas que es muy difícil, entonces mira lo que dice la Palabra al respecto:
"Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados" (Efesios 5: 1 - RVR1960).
Algo que me llama profundamente la atención es que en este texto nos llaman hijos, y no cualquier clase de hijo, sino hijos amados, wow, esto está tremendo, ¿verdad?. Si Dios nos llama hijos es porque Él sabe que es nuestro Padre. No cualquiera llama a otro hijo, y la Biblia nos exhorta a imitar a Dios como sus hijos. Pero, ¿de qué manera puedo imitar a Dios?
Primero, amando a tu prójimo como a ti mismo (Mateo 22: 39 - RVR1960). Si Dios nos ama a todos, entonces ¿cómo es posible que en mí no haya amor por las otras personas? Si el amor de Cristo está en mí, entonces yo debo ser capaz de amar a otras personas igualmente. Y a veces somos probados en este aspecto, porque hay personas a las que les cuesta amar a otros, y la Palabra nos enseña que, "si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?" (1 Juan 4: 20 - RVR1960).
Segundo, un imitador hace las cosas que ve a su padre hacer, ¿no es así? Mira lo que dice Juan 5:19 - RVR1960, "respondió entonces Jesús, y les dijo: de cierto, de cierto os digo: no puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente". ¿Si notaste que las palabras hijo y padre aparecen en mayúsculas? La razón es porque una se refiere al Señor Jesús y la otra a Jehová Dios. Quiere decir, las obras son las que se deben imitar, pero ¿cuáles obras?. Estas:
Evangelizar (Mateo 4: 17 - RVR1960), Predicar (Mateo 9: 35-38 - RVR1960), Sanar Enfermos (Mateo 8: 1-3 - RVR1960), Liberar a los oprimidos (Mateo 15: 21-28 - RVR1960). Esas son algunas de las cosas que debemos imitar como hijos.
Finalmente, perdonar. El perdón es quizá uno de los frutos que más trabajo nos cuesta producir. El ser humano tiende a ser orgulloso y un corazón orgulloso es un corazón que no es perdonador. Mira a lo que la Palabra nos exhorta: "y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas" (Marcos 11: 25 - RVR1960). Y es que la consecuencia de no aprender a perdonar es que tampoco Dios nos perdonará las cosas que hagamos que a Él no le gustan, y la Palabra lo respalda en Mateo 6: 15 - RVR1960, "mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas".
Al principio parecerá difícil, pero en la medida que seamos guiados por el Espíritu Santo, todo será más fácil. Efesios 4:13 nos da una clara expectativa de lo que Dios espera de nosotros: un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo, por tanto sed imitadores de Dios mas no de los hombres.
Dios te bendiga poderosamente. No olvides ser de bendición para otros, comparte este mensaje con tus contactos.
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