"Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé y te dije: mi siervo eres tú, te escogí y no te deseché" (Isaías 41:9 RVR1960)
Lo primero que debemos entender con esta palabra es que no fuimos nosotros quienes decidimos seguir a Dios, no fueron las estrellas las que se confabularon y se alinearon para que le conociéramos, NO, así no fueron las cosas. Desde el principio Dios pensó en ti, en el momento en el que te dio de Su Santo Espíritu era porque ya se había fijado en ti y supo que en ti hallaría un siervo poderoso, supo que eras alguien que iba a impactar el mundo espiritual. Nunca olvides que fue Dios quien se decidió por ti y no tú por Él. Por eso te sacó del lugar en donde estabas porque sencillamente ya no quería verte más en esa situación en la que te encontrabas. Le plació darte una nueva oportunidad, una nueva vida. Desafortunadamente, a veces lo olvidamos y nos confiamos y terminamos abriendo puertas y le permitimos al enemigo anidar en nuestra mente y caemos, regresando al mismo lugar de donde Jehová Dios nos había sacado, ¿no es así? Cuando recibí el llamado por primera vez tuve mucho miedo. La palabra que Dios me había regalado es tremenda y le tuve miedo a lo que Él demandaba de mí. Y bueno, di vueltas en el mundo, afortunadamente Dios me cuidó y me libró de muchas cosas, y regresé para quedarme porque "mi casa y yo serviremos al Señor (Josué 24:15 RVR1960). Si has caido no importa, levántate y no peques más, continúa la buena carrera, finalízala que es lo más importante.
Si en estos momento te encuentras apartado, ¿no crees que es tiempo de regresar a casa? Basta ya de creer las mentiras del diablo cuando piensas que Dios está tratando contigo así en la lejanía, ¿sabes por qué? Porque si Dios te va a tratar, lo hará a tu lado, la misma palabra te lo recuerda, "apartados de Mí, nada podéis hacer (Juan 15:5 RVR1960). Es mentira pensar que Dios está tratando contigo desde la distancia, eso es lo que el enemigo quiere que creas y si lo hiciste, entonces pídele perdón a Dios y regresa a casa hoy. No olvides que "el que comenzó en ustedes la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús" (Filipenses 1:6NBLH). No eres una obra a medias, eres una obra en construcción, la cual Dios perfeccionará. Este inicio de semana vale la pena iniciarlo con decisiones firmes, vuelve al lugar donde Dios desea verte, toma una sabia decisión, regrésate a Padre. El evangelio no es de decisiones emocionales, sino de radicales. Si hay piedras de tropiezo en tu vida y ya las has identificado, entonces liberate de ellas, recuerda que regresar con esas mismas piedras entorpecerá el proceso que Dios empezó contigo. Deja que Dios actúe. Feliz y bendecido inicio de semana, Dios te bendiga sobreabundantemente.
Bajo la unción del Espíritu Santo,
Sergio Meza Padilla, M.Ed.
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