¿Sabías que todo aquello que hagas contrario a la voluntad de Dios y que vaya en contra de lo que Su palabara nos enseña también afecta a tu familia o a quienes te rodean? Cuando pecamos tenemos un corto sentido de las cosas, llegando a desconocemos el alcance de nuestras malas decisiones. Peor aún es que, arrastramos a nuestros seres queridos a pagar el precio de acciones que no cometieron. El problema con el pecado "oculto" es que nos acorta nuestra visión espiritual y nos permite "disfrutar del momento", sin considera que vendrán consecuencias en el futuro. El "pecado oculto" nunca realmente es oculto y ¿sabes por qué? Mira lo que la Palabra de Dios dice al respecto: "todo lo que está escondido tarde o temprano se descubrirá y todo secreto saldrá a la luz" (Marcos 4:22 NTV).
Para conocer los efectos que el pecado tiene sobre quien lo practica, sus seres queridos, inclusive donde se congrega, quiero que conozcas la historia de Acán. Jehová Dios había dicho al pueblo de Israel no tomar nada del botín de guerra de los habitantes de Hai, pero Acán desobedece y como consecuencia, "los de Hai mataron de ellos a unos treinta y seis hombres, y los siguieron desde la puerta hasta Sebarim, y los derrotaron en la bajada" (Josué 7:5 RVR1960). Luego de tantas victorias, Josué, líder de la conquista de la tierra prometida, había experimentado una derrota vergonzosa. Pero no se quedó llorando, sino que inclinó su rostro a tierra para consultar a Dios y averiguar por qué los habitantes de Hai los habían derrotado. Y ¿sabes cuál fue la respuesta del Señor? "Han quebrantado mi pacto que Yo les mandé; y también han tomado del anatema, y hasta han hurtado, han mentido, y aún lo han guardado entre sus enseres" (Josué 7:11 RVR1960). Acan quizá pensó que nadie notaría lo que había hecho, pero sí olvidó que tenemos un Dios que es omnisciente, que lo sabe todo, ese fue su error, pensar que nadie vio cuando tomó el anatema y lo escondió en su casa. Pero la Palabra es clara respecto a dos cosas: primero, "la paga del pecado es muerte" (Romanos 6:23 RVR1960) y, segundo, "todo secreto saldrá a la luz" (Marcos 4:22 NTV).
Cuando Josué se entera de lo que había sucedido, hace lo que el Señor le pide: "el que fuere sorprendido en el anatema, será quemado, él y todo lo que tiene, por cuanto ha quebrantado el pacto de Jehová, y ha cometido maldad en Israel" (Josué 7:15 RVR1960) y va por todas las tribus hasta llegar a Judá. Allí se encuentra con Acán y este al verse confrontado no tiene más alternativa que decir la verdad: "vi entre los despojos un manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos, lo cual codicié y tomé; y he aquí que está escondido bajo tierra en medio de mi tienda, y el dinero debajo de ello" (Josué 7:21 RVR1960). Cuando el enemigo venga a atacarte lo hará con algo que quieras codiciar, algo que te guste. Por ello, debes cuidarte de tu viejo hombre y comenzar a cultivar una amistad con el Espíritu Santo de Dios, quien te revelerá los planes del enemigo hacia ti. Tristemente, así termina la historia de Acán, "entonces Josué, y todo Israel con él, tomaron a Acán hijo de Zera, el dinero, el manto, el lingote de oro, sus hijos, sus hijas, sus bueyes, sus asnos, sus ovejas, su tienda y todo cuanto tenía, y lo llevaron todo al valle de Acor. Y le dijo Josué: ¿por qué nos has turbado? Túrbete Jehová en este día. Y todos los israelitas los apedrearon, y los quemaron después de apedrearlos" (Josué 7:24-25 RVR1960). Cuando Acán decidió tomar del anatema no consultó a su familia; ninguno de ellos estuvo con él, si embargo pagaron el precio de su error con sus vidas, terrible, ¿no es así? ¿Crees que aquello que haces en lo oculto no afecta a tu familia, a tu iglesia y a tus seres queridos? Nada de lo que hagas en lo oculto quedará oculto para siempre, pero recuerda que, "si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad" (1 Juan 1:9 RVR1960). Para Acán no hubo segunda oportunidad, para ti sí la hay y se llama arrepentimiento. Espero que esta reflexión haya hablado tremendamente a tu vida. No olvides ser de bendición para otras personas, comparte. Dios te bendiga rica y sobreabundantemente.
Bajo la guía del Espíritu Santo,
Sergio Meza Padilla.
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