De la ciudad donde provengo, existe una figura muy representativa de nuestra cultura y es el caballo cochero. Han recibido este nombre porque son los que permiten que los coches movilicen a extraños y lugareños alrededor de la ciudad vieja o centro histórico en un paseo que es extraordinario. Pero usted quizá se pregunte, ¿hacia dónde va esto? Tranquilo, ya lo va a entender. El caballo cochero se caracteriza por tener dos accesorios a lado y lado de sus ojos, los cuales le permiten no distraerse y enfocar su mirada hacia el frente. En Hebreos 12:2 (DHH) dice la Palabra de Dios, “fijemos nuestra mirada en Jesús, pues de él procede nuestra fe y él es quien la perfecciona”. Ahora bien, ¿cómo la historia del cabello cochero nos ayuda a entender los misterios del Reino? A eso voy.
Cuando el creyente está metido fuertemente en las cosas de Dios, difícilmente se distraerá, pues su mirada se encuentra fija, igual que la del caballo cochero. Caso contrario sucede cuando el creyente no fija su mirada y no pone “accesorios” a sus ojos para no distraerse. Si el creyente desvía su mirada, el enemigo pondrá cualquier excusa para distraerlo, le robará su tiempo de oración, empezará a abrir puertas y este es el inicio de una serie de infortunados eventos para su vida. Al apartar nuestra mirada de Cristo Jesús, le damos toda la razón a lo que dicen las Escrituras, “sin Mí no pueden ustedes hacer nada”, Juan 15:5 DHH. Cuando nuestra mirada está desviada, cualquier cosa nos puede distraer, el trabajo, los amigos, las redes sociales, la TV, Netflix, en fin, el enemigo utilizará lo que esté a su alcance para evitar que puedas perseverar en Cristo Jesús.
Ponte a pensar cuánto has dejado de avanzar por culpa de las distracciones, reflexiona acerca de todo lo que Dios ha dejado de entregarte porque has sido piedra de tropiezo de tu propio llamado. Tu mirada debe estar puesta en el autor y consumador de tu fe, no olvides que “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien” (Romnos 8:28 RVR1960). Espero que hasta corta reflexión te permita reanudar lo que pusiste en stnd-by para el Señor, aún estás a tiempo de retomar la carrera y proseguir hacia la meta. Si este mensaje ha sido de bendición para tu vida, compártelo a otros, sé de bendición tú también. Dios te bendiga y deseo que este inicio de semana la gracia y el favor de Dios te acompañen siempre.
Bajo la guía del Espíritu Santo,
Sergio Meza Padilla.
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