Muchas veces el hombre planea sin tener en cuenta a Dios en sus planes. Sin embargo, deseamos que nos vaya bien fuera de la cobertura de Dios y sin tener en cuenta cuál es Su voluntad para con nosotros y tal vez lo peor de todo es que oramos buscando el favor de Dios, pero no le consultamos nuestras decisiones, solo buscamos que nos bendiga. Estar por fuera de la voluntad de Dios es errar en el blanco muchas veces, pues caminamos ciegas hacia un destino incierto. Mira lo que la Palabra dice en el Jeremías 42:6, “Sea bueno, sea malo, a la voz de Jehová nuestro Dios al cual te enviamos, obedeceremos, para que obedeciendo a la voz de Jehová nuestro Dios nos vaya bien”.
El contexto de esta porción de las Escrituras nos ubica en un momento decisivo para los judíos que vivían en el exilio, quienes a la cabeza de Johanán pidieron al profeta Jeremías que consultara al Señor respecto a algo. El asunto es que pidieron dirección de Dios, pero al escuchar lo que el Señor había decidido, hicieron todo lo contrario. Una de las premisas que más me gusta de esta porción es, SEA BUENO, SEA MALO, A LA VOZ DE JEHOVÁ ESCUCHAREMOS. ¿Cuántos están realmente dispuestos a hacer la voluntad de Dios sea bueno o malo? Sin importar, la voluntad de Dios siempre será el mejor camino, ya que Él tiene planes de bienestar para darnos un buen final (Jeremías 29:11). Muchas veces no nos va a gustar la respuesta de Dios, pero créeme es la mejor respuesta y el mejor consejo que podamos recibir. Salmos 40:4 dice, “Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza”. Entonces, si consultamos a Dios, ¿por qué nos cuesta aceptar Su voluntad? Él es tu creador, nadie mejor para saber lo que más nos conviene, ¿no es así? Confía, Él sabe lo que es mejor para nosotros.
Por último, otro aspecto de esa premisa que me gusta es el siguiente: PARA QUE NOS VAYA BIEN. ¿Qué debe hacer el creyente para que le vaya bien? Escuchar la voz de Dios, pues la Palabra nos enseña “así que las personas llegan a confiar en Dios cuando oyen el mensaje acerca de Jesucristo” (Romanos 10:17 TLA). Para que realmente nos vaya bien debemos escuchar la voz de Dios, porque solo a través de ella es que aprenderemos a confiar en Él. Si deseamos que nos vaya bien, entonces dejemos de hacer planes y más bien consultemos a Dios para ver qué tiene preparado y reservado para nosotros. Espero que esta corta reflexión sea de gran bendición para tu vida. No olvides ser de bendición para otra personas más, COMPARTE. Dios te bendiga y te guarde siempre. Feliz y bendecido inicio de semana.
Bajo la guía del Espíritu Santo,
Sergio Meza Padilla.
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