Situaciones de desesperanza, ¿quién no las ha vivido? Todos en algún momento de nuestras vidas hemos pasado por allí, ¿no es sí? Pero hoy quiero hablarte de dos clases de personas que viven la misma situación, pero con diferentes características: los que confían en Dios y los que han depositado su confianza en alguien o en algún otro lugar. Mira lo que dice la Palabra de Dios en Mateo 19:26 (RVR1995), “Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible”. En medio de una situación desesperanzadora, el creyente debe recordar quién es su Dios y qué puede hacer por él, ninguna circunstancia desesperanzadora será más grande que mi Dios.
Aquellos que atraviesan por situaciones desesperanzadoras y han depositado su confianza en una persona o en otro lugar, esperan que de alguna manera su situación cambie, pero en su realidad, todo se ve aún más imposible. Otra caracetrística de este tipo de personas es que no son proactivos en la búsqueda de Aquel que puede hacer su imposible posible y sabes ¿qué dice la Palabra de Dios al respecto? “así ha dicho el SEÑOR: “Maldito el hombre que confía en el hombre, que se apoya en lo humano y cuyo corazón se aparta del SEÑOR” (Jeremías 17:5 RVA-2015). Humanamente hablando, ¿qué puede hacer un hombre por otro en medio de una situación difícil? Nada. Pero, ¿qué puede hacer Dios por él? Todo. Gran diferencia, ¿verdad? Alguien sin esperanzas jamás ve salidas, solo puertas cerradas y desánimo en su andar. Entonces, ¿qué debe hacer una persona en esta situación? La respuesta está en Proverbios 3:26, “porque Jehová será tu confinza”, esta persona debe depositar su confianza en el Dios de lo imposible, orar, buscar Su rostro y verá respuesta.
Finalmente, hablemos del hombre que sabe que Dios puede cambiar toda circunstancia adversa a su favor, mira lo que la Palabra dice de él: “bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová (Jeremías 17:7 RVR1960). La Palabra dice que es bendito por confiar en Dios. Quienes confiamos en Dios recordamos lo que dice Lucas 1:37 (RVR1960), “porque nada hay imposible para Dios”. Muchas veces depositamos nuestra fe y esperanza en el lugar incorrecto, pero sé que Dios hoy ha hablado a tu vida y te ha recordado que todas tus esperanzas y tu fe deben estar puestas solo en Él. Si esta reflexión ha sido de gran bendición, te invito a que la compartas con otras personas. Dios te bendiga rica y sobreabundantemente.
Bajo la guía del Espíritu Santo,
Sergio Meza Padilla.
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