Haciendo la voluntad de Dios
A veces nos cuesta aceptar las respuestas de Dios frente a nuestras oraciones y/o peticiones. ¿La razón? Pues aún deseamos que se haga nuestra voluntad, hacer lo que mejor uno piensa sin consultar a nadie. Y es que muchas veces las respuestas de Dios vienen de tres formas: sí, no, y por último, el silencio, porque aún no es el tiempo.
Pero, ¿qué dice la Palabra de Dios frente a esta disyuntiva?
"Sea bueno, sea malo, A LA VOZ DE JEHOVÁ NUESTRO DIOS al cual te enviamos, OBEDECEREMOS, para que obedeciendo a la voz de Jehová nuestro Dios nos vaya bien" (Jeremías 42:6).
La palabra nos enseña a escuchar la voz de Jehová Dios y no sólo eso, sino también a hacer Su voluntad. Hay una gran diferencia entre escuchar la voz de Dios y no hacer Su voluntad, y escucharla y hacer Su voluntad, y ¿cuál es la diferencia? Pues que Dios siempre sabrá qué te conviene y lo que definitivamente no es para ti, ¿estás preparado para aceptar esa realidad en tu vida?.
La Biblia es clara y no se equivoca al afirmar "SEA BUENO, SEA MALO, A LA VOZ DE JEHOVÁ NUESTRO DIOS OBEDECEREMOS PARA QUE NOS VAYA BIEN", pues siendo Él principio y fin, conoce absolutamente todo, y ¿quién mejor para saber los planes que tiene para ti? Dios. Y ¿quién más para saber lo que te conviene y lo que no? Dios.
Si has estado clamando, orando fuertemente o ayunando por una respuesta en tu vida, prepárate para recibir cualquiera de las tres respuestas de Dios (sí, no o el silencio), porque a la voz de Dios debes escuchar para que te vaya bien, es decir prenda de garantía. La respuesta no está escuchando otras voces en tu vida, no está en el consejo del amigo... La respuesta está escuchando a Jehová Dios.
Dios te bendiga en esta bella mañana. No olvides ser de bendición, comparte este mensaje con tus contactos.
A veces nos cuesta aceptar las respuestas de Dios frente a nuestras oraciones y/o peticiones. ¿La razón? Pues aún deseamos que se haga nuestra voluntad, hacer lo que mejor uno piensa sin consultar a nadie. Y es que muchas veces las respuestas de Dios vienen de tres formas: sí, no, y por último, el silencio, porque aún no es el tiempo.
Pero, ¿qué dice la Palabra de Dios frente a esta disyuntiva?
"Sea bueno, sea malo, A LA VOZ DE JEHOVÁ NUESTRO DIOS al cual te enviamos, OBEDECEREMOS, para que obedeciendo a la voz de Jehová nuestro Dios nos vaya bien" (Jeremías 42:6).
La palabra nos enseña a escuchar la voz de Jehová Dios y no sólo eso, sino también a hacer Su voluntad. Hay una gran diferencia entre escuchar la voz de Dios y no hacer Su voluntad, y escucharla y hacer Su voluntad, y ¿cuál es la diferencia? Pues que Dios siempre sabrá qué te conviene y lo que definitivamente no es para ti, ¿estás preparado para aceptar esa realidad en tu vida?.
La Biblia es clara y no se equivoca al afirmar "SEA BUENO, SEA MALO, A LA VOZ DE JEHOVÁ NUESTRO DIOS OBEDECEREMOS PARA QUE NOS VAYA BIEN", pues siendo Él principio y fin, conoce absolutamente todo, y ¿quién mejor para saber los planes que tiene para ti? Dios. Y ¿quién más para saber lo que te conviene y lo que no? Dios.
Si has estado clamando, orando fuertemente o ayunando por una respuesta en tu vida, prepárate para recibir cualquiera de las tres respuestas de Dios (sí, no o el silencio), porque a la voz de Dios debes escuchar para que te vaya bien, es decir prenda de garantía. La respuesta no está escuchando otras voces en tu vida, no está en el consejo del amigo... La respuesta está escuchando a Jehová Dios.
Dios te bendiga en esta bella mañana. No olvides ser de bendición, comparte este mensaje con tus contactos.
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