La resurrección y la vida
Hay muchas corrientes filosóficas que hablan sobre estos dos temas, según ellos bastante controvertido. Pero para todos los que creemos en Jesús y le hemos aceptado en nuestros corazones, estos temas no son nada controvertidos, pues creemos firmemente que después de esta vida, tendremos más y en abundancia. Cuando el hombre se aparta de Dios y trata de buscar una respuesta clara a todas sus dudas, incluyendo la resurrección y la vida, termina con más preguntas que respuestas.
Cuando La Palabra hace referencia a la muerte no se refiere a la muerte física, aquella que experimenta nuestro cuerpo, sino a la muerte espiritual. Los seres humanos somos: cuerpo, alma y espíritu. Y cuando morimos físicamente el espíritu regresa al Padre, quien originalmente es Su creador y el alma es la que va a ser juzgada por nuestras obras aquí en la tierra, mas el cuerpo es lo que experimenta la muerte física.
Hoy quiero compartir con ustedes una palabra maravillosa, de tremendo impacto a nuestras vidas:
"Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en Mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en Mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?" (Juan 11: 25-26).
Este capítulo del libro de Juan habla sobre la muerte de Lázaro y la angustia vivida por sus hermanas Marta y María. Según los relatos bíblicos hubo mucha conmoción en la aldea, ya Lázaro llevaba cuatro días muertos y su cuerpo hedía. Sus hermanas a lo mejor creyeron que ya Jesús no podía hacer nada por él, sin embargo Jesús le dijo a Marta que si creía vería la gloria de Dios. En el versículo 44, Lázaro se levanta de la tumba sale caminando atado de manos y pies, y es así como concluye el relato.
En el versículo 25, el Señor Jesús afirma: el que cree en Mí, aunque esté muerto, vivirá. Lázaro había creído en Jesús, por eso cuando al Señor le dijeron acerca de él, fue hasta donde se encontraba su tumba y lloró por él, lo que hace constatar que había un lazo afectivo entre ellos. Jesús amaba a Lázaro. Pero para Dios no hay imposibles (Lucas 1:37), mientras que para nuestras mentes muchas cosas que no tienen una explicación lógica, nos parecen absurdas. Hay cosas espirituales que no pueden ser explicadas ni entendidas desde otra óptica, sólo desde lo sobrenatural.
Dios no es un Dios de muertos, sino de vivos. El plan original de Dios era que el hombre viviera eternamente en el huerto del Edén, pero por causa del pecado ese privilegio que tenía el hombre le fue arrebatado por Satanás. Con la venida de Jesús como hombre a la tierra, tenemos la oportunidad de gozar de este privilegio nuevamente, y es por ello que debemos creer en Él para no morir eternamente.
No sé cómo está tu vida espiritual en este momento, no sé cuáles son tus aflicciones, tus problemas, pero te puedo decir que si estás viviendo una vida que no agrada a Dios, aún tienes tiempo para renunciar a aquello que te aparta de la mirada del Todopoderoso y volver a hacer parte de ese plan divino que el Creador tuvo al principio, y la única forma de hacerlo es creer en Cristo, ¿estás listo para aceptar este reto?.
Dios te bendiga poderosamente en este bello día. LIKE si te ha gustado este mensaje, SHARE para compartir con otros.
Hay muchas corrientes filosóficas que hablan sobre estos dos temas, según ellos bastante controvertido. Pero para todos los que creemos en Jesús y le hemos aceptado en nuestros corazones, estos temas no son nada controvertidos, pues creemos firmemente que después de esta vida, tendremos más y en abundancia. Cuando el hombre se aparta de Dios y trata de buscar una respuesta clara a todas sus dudas, incluyendo la resurrección y la vida, termina con más preguntas que respuestas.
Cuando La Palabra hace referencia a la muerte no se refiere a la muerte física, aquella que experimenta nuestro cuerpo, sino a la muerte espiritual. Los seres humanos somos: cuerpo, alma y espíritu. Y cuando morimos físicamente el espíritu regresa al Padre, quien originalmente es Su creador y el alma es la que va a ser juzgada por nuestras obras aquí en la tierra, mas el cuerpo es lo que experimenta la muerte física.
Hoy quiero compartir con ustedes una palabra maravillosa, de tremendo impacto a nuestras vidas:
"Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en Mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en Mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?" (Juan 11: 25-26).
Este capítulo del libro de Juan habla sobre la muerte de Lázaro y la angustia vivida por sus hermanas Marta y María. Según los relatos bíblicos hubo mucha conmoción en la aldea, ya Lázaro llevaba cuatro días muertos y su cuerpo hedía. Sus hermanas a lo mejor creyeron que ya Jesús no podía hacer nada por él, sin embargo Jesús le dijo a Marta que si creía vería la gloria de Dios. En el versículo 44, Lázaro se levanta de la tumba sale caminando atado de manos y pies, y es así como concluye el relato.
En el versículo 25, el Señor Jesús afirma: el que cree en Mí, aunque esté muerto, vivirá. Lázaro había creído en Jesús, por eso cuando al Señor le dijeron acerca de él, fue hasta donde se encontraba su tumba y lloró por él, lo que hace constatar que había un lazo afectivo entre ellos. Jesús amaba a Lázaro. Pero para Dios no hay imposibles (Lucas 1:37), mientras que para nuestras mentes muchas cosas que no tienen una explicación lógica, nos parecen absurdas. Hay cosas espirituales que no pueden ser explicadas ni entendidas desde otra óptica, sólo desde lo sobrenatural.
Dios no es un Dios de muertos, sino de vivos. El plan original de Dios era que el hombre viviera eternamente en el huerto del Edén, pero por causa del pecado ese privilegio que tenía el hombre le fue arrebatado por Satanás. Con la venida de Jesús como hombre a la tierra, tenemos la oportunidad de gozar de este privilegio nuevamente, y es por ello que debemos creer en Él para no morir eternamente.
No sé cómo está tu vida espiritual en este momento, no sé cuáles son tus aflicciones, tus problemas, pero te puedo decir que si estás viviendo una vida que no agrada a Dios, aún tienes tiempo para renunciar a aquello que te aparta de la mirada del Todopoderoso y volver a hacer parte de ese plan divino que el Creador tuvo al principio, y la única forma de hacerlo es creer en Cristo, ¿estás listo para aceptar este reto?.
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