Cumpliendo Con Mi Ministerio
Es triste ver cómo muchas personas al interior de las iglesias sólo van domingo a domingo a ocupar un espacio en las bancas del templo, cumpliendo quizá con un mandato, pero que desafortunadamente no están comprometidas con nada que tenga que ver con las cosas de la iglesia. Se habituaron solamente a ser oidores de la Palabra, olvidando que todos hemos sido llamados a ser igualmente hacedores de la Palabra de Dios. Y han pasado los años y se volvieron presas de su propia creación.
Todo aquel que está en Cristo y que nueva criatura es, está llamado a servir. El mismo Jesús lo recalca al decir "porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir (Marcos 10:45). Tienes varios deberes como creyente, y uno de ellos es darle cumplimiento a tu ministerio como miembro del cuerpo de la iglesia de Cristo. Y, ¿qué nos dice la Palabra de Dios al respecto?
"Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio" (2 Timoteo 4:5).
Entonces, ¿qué aspectos podemos aprender de este verso en este día para ponerlos por obra?
Uno, sobriedad en todo. Una característica de una persona sobria puede ser que no está bajo la influencia del alcohol ni de ninguna droga. Otra es que es moderada en las cosas que dice y hace. En el plano espiritual ser sobrio es sinónimo de ser templado en aquello que haces.
Dos, soportar las aflicciones. Esta es probablemente una de las partes que menos le gusta a la gente cuando llegan al evangelio. Aun así, el Señor Jesús nos recuerda que, "en el mundo tendréis aflicción" (Juan 16:33), y es necesario soportarlas, pues el objetivo de ellas es moldear nuestro carácter para llegar a ser las personas que Dios quiere. La aflicción deber ser vista como un medio de promoción espiritual, ellas hacen parte de tu crecimiento o ¿eres del tipo de gente que al ver la tormenta sale corriendo?. No lo creo.
Tres, hacer obra de evangelista. Una de las órdenes que el Señor Jesús le dio a sus discípulos fue "id y predicad" (Marcos 16:15). Esa orden es un acto evangelístico. Igualmente, puedes evangelizar a las personas de tu casa, de tu escuela o sitio de trabajo. O a las personas que el Espíritu Santo te diga. Cada vez que le hablas a una persona acerca de Jesús como su único y suficiente salvador, estás evangelizando. ¿A cuántas personas le has hablado de Jesús últimamente?. Te reto a que, por lo menos, en este día le hables a una persona del Señor Jesús.
Y, por último, cumplir con mi ministerio. Este último aspecto tiene que ver con mi llamado, el propósito por el cual fui escogido. ¿Sabes cuál es tu llamado? ¿Sabes por qué estás aquí? Todos tenemos una vida con propósito, tú también la tienes. Si lo desconoces, pregúntale a Dios por qué te trajo a este mundo y por qué te ha plantado en la iglesia en la cual te estás congregando actualmente y cumple con él.
Nuestra responsabilidad no consiste simplemente en asistir y congregarnos en una iglesia, es necesario (1) servir y (2) cumplir con lo que Dios nos dice en Su Palabra, igualmente (3) cumplir con nuestro ministerio.
Dios te bendiga poderosamente. No olvides compartir este mensaje si te ha gustado. Sé de bendición para alguien más en este bello día.
Es triste ver cómo muchas personas al interior de las iglesias sólo van domingo a domingo a ocupar un espacio en las bancas del templo, cumpliendo quizá con un mandato, pero que desafortunadamente no están comprometidas con nada que tenga que ver con las cosas de la iglesia. Se habituaron solamente a ser oidores de la Palabra, olvidando que todos hemos sido llamados a ser igualmente hacedores de la Palabra de Dios. Y han pasado los años y se volvieron presas de su propia creación.
Todo aquel que está en Cristo y que nueva criatura es, está llamado a servir. El mismo Jesús lo recalca al decir "porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir (Marcos 10:45). Tienes varios deberes como creyente, y uno de ellos es darle cumplimiento a tu ministerio como miembro del cuerpo de la iglesia de Cristo. Y, ¿qué nos dice la Palabra de Dios al respecto?
"Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio" (2 Timoteo 4:5).
Entonces, ¿qué aspectos podemos aprender de este verso en este día para ponerlos por obra?
Uno, sobriedad en todo. Una característica de una persona sobria puede ser que no está bajo la influencia del alcohol ni de ninguna droga. Otra es que es moderada en las cosas que dice y hace. En el plano espiritual ser sobrio es sinónimo de ser templado en aquello que haces.
Dos, soportar las aflicciones. Esta es probablemente una de las partes que menos le gusta a la gente cuando llegan al evangelio. Aun así, el Señor Jesús nos recuerda que, "en el mundo tendréis aflicción" (Juan 16:33), y es necesario soportarlas, pues el objetivo de ellas es moldear nuestro carácter para llegar a ser las personas que Dios quiere. La aflicción deber ser vista como un medio de promoción espiritual, ellas hacen parte de tu crecimiento o ¿eres del tipo de gente que al ver la tormenta sale corriendo?. No lo creo.
Tres, hacer obra de evangelista. Una de las órdenes que el Señor Jesús le dio a sus discípulos fue "id y predicad" (Marcos 16:15). Esa orden es un acto evangelístico. Igualmente, puedes evangelizar a las personas de tu casa, de tu escuela o sitio de trabajo. O a las personas que el Espíritu Santo te diga. Cada vez que le hablas a una persona acerca de Jesús como su único y suficiente salvador, estás evangelizando. ¿A cuántas personas le has hablado de Jesús últimamente?. Te reto a que, por lo menos, en este día le hables a una persona del Señor Jesús.
Y, por último, cumplir con mi ministerio. Este último aspecto tiene que ver con mi llamado, el propósito por el cual fui escogido. ¿Sabes cuál es tu llamado? ¿Sabes por qué estás aquí? Todos tenemos una vida con propósito, tú también la tienes. Si lo desconoces, pregúntale a Dios por qué te trajo a este mundo y por qué te ha plantado en la iglesia en la cual te estás congregando actualmente y cumple con él.
Nuestra responsabilidad no consiste simplemente en asistir y congregarnos en una iglesia, es necesario (1) servir y (2) cumplir con lo que Dios nos dice en Su Palabra, igualmente (3) cumplir con nuestro ministerio.
Dios te bendiga poderosamente. No olvides compartir este mensaje si te ha gustado. Sé de bendición para alguien más en este bello día.
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