¿Quieres conocer a Cristo?
"Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos. Él quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura. Entonces se adelantó y subió a un sicomoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí. Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: «Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa». Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: «se ha ido a alojar en casa de un pecador». Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: «Señor, ahora mismo voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le daré cuatro veces más». Y Jesús le dijo: «hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido» (Lucas 19: 1-10).
El evangelio de Lucas nos habla acerca de Zaqueo, un cobrador de impuestos, un publicano, muy rico, por cierto, quien en su corazón quería y sentía la necesidad de conocer a Jesús, y la Palabra nos enseña que era de baja estatura y que en medio de la multitud hizo lo imposible (subirse a un árbol, sicomoro) porque anhelaba conocer al Señor Jesús, pero su deseo era más grande que él, pues él quería sólo verle. Qué sorpresa tan tremenda se lleva Zaqueo cuando Jesús le identifica entre la multitud y le dice que se bajara porque en ese día Él iba a alojarse en su casa, ¿cómo te sentirías tú si fuera Zaqueo?.
Dios conoce tu corazón, Él sabe acerca de tus deseos y necesidades, así que conoce ese deseo que hay en tu corazón por conocerle y Su Palabra dice en Apocalipsis 3:20, "he aquí, Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él Conmigo". Dios te dice en esta mañana, "dame la oportunidad de entrar en tu corazón" porque quiere hacer maravillas contigo" (Éxodo 34:10). Zaqueo oyó la voz y le permitió entrar, pero déjame decirte que, siempre habrá detractores. Habrá gente que hablará y que simplemente no creerá el cambio que Dios está haciendo en tu vida y vendrán los comentarios y las calumnias, pero el Señor te dice que descanses en Él también y que le permitas hacer Su trabajo. ¿Quieres tú emular la conducta de Zaqueo?.
Esta palabra termina diciendo que "El Hijo del hombre vino a buscar lo que estaba perdido," eso quiere decir que ya no lo estás, por eso el mismo Jesús dice LO QUE ESTABA PERDIDO, quiere decir que el Señor te habla en pasado, Él te dice que eso era, que eso fue, he aquí que Él hará cosas nuevas en tu vida (Isaías 43:19). Ahora te toca hacer lo imposible, y como Zaqueo y dejarle saber que tú le quieres conocer. Abre las puertas de tu corazón a Jesús.
Dios te bendiga poderosamente en este día. LIKE si te ha gustado este mensaje. SHARE para ser de bendición y compartirlo con otros.
"Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos. Él quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura. Entonces se adelantó y subió a un sicomoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí. Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: «Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa». Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: «se ha ido a alojar en casa de un pecador». Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: «Señor, ahora mismo voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le daré cuatro veces más». Y Jesús le dijo: «hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido» (Lucas 19: 1-10).
El evangelio de Lucas nos habla acerca de Zaqueo, un cobrador de impuestos, un publicano, muy rico, por cierto, quien en su corazón quería y sentía la necesidad de conocer a Jesús, y la Palabra nos enseña que era de baja estatura y que en medio de la multitud hizo lo imposible (subirse a un árbol, sicomoro) porque anhelaba conocer al Señor Jesús, pero su deseo era más grande que él, pues él quería sólo verle. Qué sorpresa tan tremenda se lleva Zaqueo cuando Jesús le identifica entre la multitud y le dice que se bajara porque en ese día Él iba a alojarse en su casa, ¿cómo te sentirías tú si fuera Zaqueo?.
Dios conoce tu corazón, Él sabe acerca de tus deseos y necesidades, así que conoce ese deseo que hay en tu corazón por conocerle y Su Palabra dice en Apocalipsis 3:20, "he aquí, Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él Conmigo". Dios te dice en esta mañana, "dame la oportunidad de entrar en tu corazón" porque quiere hacer maravillas contigo" (Éxodo 34:10). Zaqueo oyó la voz y le permitió entrar, pero déjame decirte que, siempre habrá detractores. Habrá gente que hablará y que simplemente no creerá el cambio que Dios está haciendo en tu vida y vendrán los comentarios y las calumnias, pero el Señor te dice que descanses en Él también y que le permitas hacer Su trabajo. ¿Quieres tú emular la conducta de Zaqueo?.
Esta palabra termina diciendo que "El Hijo del hombre vino a buscar lo que estaba perdido," eso quiere decir que ya no lo estás, por eso el mismo Jesús dice LO QUE ESTABA PERDIDO, quiere decir que el Señor te habla en pasado, Él te dice que eso era, que eso fue, he aquí que Él hará cosas nuevas en tu vida (Isaías 43:19). Ahora te toca hacer lo imposible, y como Zaqueo y dejarle saber que tú le quieres conocer. Abre las puertas de tu corazón a Jesús.
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