Porque había confiado en su Dios
La prueba es quizá la manera más dura que Dios tiene para saber realmente de qué estamos hecho, si somos débiles o fuertes, espiritualmente hablando. Probablemente, a nosotros los cristianos nos gusta ir al culto, orar, servirle al Señor, etc, pero, a veces, la queremos fácil, pues no queremos que vengan las pruebas, queremos que todo sea color de rosa. No obstante, el Señor Jesús dijo que "en el mundo tendríamos aflicción" (Juan 16:33). Cuando viene la prueba es porque Dios desea tratar algo contigo.
Mira lo que dice la Biblia al respecto:
"El rey, pues, se levantó muy de mañana, y fue apresuradamente al foso de los leones. Y acercándose al foso llamó a voces a Daniel con voz triste, y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones? Entonces Daniel respondió al rey: Oh rey, vive para siempre. Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante Él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo. Entonces se alegró el rey en gran manera a causa de él, y mandó sacar a Daniel del foso; y fue Daniel sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque había confiado en su Dios. Y dio orden el rey, y fueron traídos aquellos hombres que habían acusado a Daniel, y fueron echados en el foso de los leones ellos, sus hijos y sus mujeres; y aún no habían llegado al fondo del foso, cuando los leones se apoderaron de ellos y quebraron todos sus huesos" (Daniel 6:19-24).
Durante el reinado de Darío hubo en edicto real que determinaba por espacio de treinta días "cualquiera que que demandara una petición de cualquier dios u hombre fuera del rey Darío, debía ser echado al foso de los leones" (Daniel 6:7). Este edicto fue idea de los gobernadores y de los sátrapas que el rey Darío había puesto porque querían hallar cualquier falla en Daniel. Todo porque ellos sabían que Daniel era fiel con Jehová Dios, era una persona recta; y esa fue la única artimaña en la cual pudieron pensar, de ahí el edicto.
La Palabra nos cuenta que Daniel incumplió el edicto real y no se sometió a él, sino que buscó de la presencia de Dios en todo momento, tal cual era su costumbre. Daniel oraba tres veces al día, buscando la presencia de Dios. Y por ello, los gobernadores y los sátrapas fueron al rey para comentarle lo que Daniel había hecho y el veredicto después de esa reunión fue echarlo al foso de los leones. En este momento, el foso de los leones es la prueba que tú y yo debemos pasar para que Dios perfeccione la obra que Él está haciendo en nosotros. Es así como el Señor nos prepara para llevarnos a un nivel aún mucho mayor. Pero lo que debemos aprender de esta historia y de Daniel es que en medio de la prueba nunca dejemos de creerle a Dios, que nunca dejemos de confiar en Él.
Probablemente, quienes están a tu alrededor dudan del Dios en quien has creído, y como el rey Darío también preguntan si ya saliste vencedor de la prueba, pues no creen que Jehová de los Ejércitos te pueda sacar victorioso de ella. Darío nunca pensó que Daniel saldría si un rasguño de ese lugar, y así son aquellos que desean verte mal espiritualmente, siempre dudando de las cosas que Dios hará contigo. Pero la Palabra dice que Daniel salió sin lesión de ahí porque había confiado en su Dios, ¿en quién estás depositando tú tu confianza en los momentos de prueba? ¿Por qué pruebas estás pasando?.
Cabe anotar también que, en medio de la prueba tus detractores, o tus enemigos, querrán verte mal, ¿cierto? Pues de ellos también se encargará el Señor, tal cual como pasó con aquellos gobernadores y sátrapas que acusaron vilmente a Daniel y que intentaron acabar con su humanidad. La suerte que ellos quisieron para Daniel fue la suerte que ellos mismos corrieron al final. Este pasaje nos enseña que aún de tus enemigos Dios te librará, porque Su deseo es que tú seas un vencedor y no un vencido.
Finalmente, Daniel salió ileso de la prueba porque nunca dejó de confiar en el Señor. En medio de esa prueba que estés pasando Dios te dice hoy que es en Él en quien debes confiar. No hay foso, ni león que te haga pensar que tu Dios te ha abandonado, recuerda que en medio de la prueba Dios quiere perfeccionarte, hacerte mejor, prepararte para algo mejor. Algo grande vendrá después de esta prueba, solamente confía en Él, espera, no te rindas...
Dios te guarde y te bendiga en este hermoso día. No olvides compartir este mensaje con alguien más, sé de bendición.
La prueba es quizá la manera más dura que Dios tiene para saber realmente de qué estamos hecho, si somos débiles o fuertes, espiritualmente hablando. Probablemente, a nosotros los cristianos nos gusta ir al culto, orar, servirle al Señor, etc, pero, a veces, la queremos fácil, pues no queremos que vengan las pruebas, queremos que todo sea color de rosa. No obstante, el Señor Jesús dijo que "en el mundo tendríamos aflicción" (Juan 16:33). Cuando viene la prueba es porque Dios desea tratar algo contigo.
Mira lo que dice la Biblia al respecto:
"El rey, pues, se levantó muy de mañana, y fue apresuradamente al foso de los leones. Y acercándose al foso llamó a voces a Daniel con voz triste, y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones? Entonces Daniel respondió al rey: Oh rey, vive para siempre. Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante Él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo. Entonces se alegró el rey en gran manera a causa de él, y mandó sacar a Daniel del foso; y fue Daniel sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque había confiado en su Dios. Y dio orden el rey, y fueron traídos aquellos hombres que habían acusado a Daniel, y fueron echados en el foso de los leones ellos, sus hijos y sus mujeres; y aún no habían llegado al fondo del foso, cuando los leones se apoderaron de ellos y quebraron todos sus huesos" (Daniel 6:19-24).
Durante el reinado de Darío hubo en edicto real que determinaba por espacio de treinta días "cualquiera que que demandara una petición de cualquier dios u hombre fuera del rey Darío, debía ser echado al foso de los leones" (Daniel 6:7). Este edicto fue idea de los gobernadores y de los sátrapas que el rey Darío había puesto porque querían hallar cualquier falla en Daniel. Todo porque ellos sabían que Daniel era fiel con Jehová Dios, era una persona recta; y esa fue la única artimaña en la cual pudieron pensar, de ahí el edicto.
La Palabra nos cuenta que Daniel incumplió el edicto real y no se sometió a él, sino que buscó de la presencia de Dios en todo momento, tal cual era su costumbre. Daniel oraba tres veces al día, buscando la presencia de Dios. Y por ello, los gobernadores y los sátrapas fueron al rey para comentarle lo que Daniel había hecho y el veredicto después de esa reunión fue echarlo al foso de los leones. En este momento, el foso de los leones es la prueba que tú y yo debemos pasar para que Dios perfeccione la obra que Él está haciendo en nosotros. Es así como el Señor nos prepara para llevarnos a un nivel aún mucho mayor. Pero lo que debemos aprender de esta historia y de Daniel es que en medio de la prueba nunca dejemos de creerle a Dios, que nunca dejemos de confiar en Él.
Probablemente, quienes están a tu alrededor dudan del Dios en quien has creído, y como el rey Darío también preguntan si ya saliste vencedor de la prueba, pues no creen que Jehová de los Ejércitos te pueda sacar victorioso de ella. Darío nunca pensó que Daniel saldría si un rasguño de ese lugar, y así son aquellos que desean verte mal espiritualmente, siempre dudando de las cosas que Dios hará contigo. Pero la Palabra dice que Daniel salió sin lesión de ahí porque había confiado en su Dios, ¿en quién estás depositando tú tu confianza en los momentos de prueba? ¿Por qué pruebas estás pasando?.
Cabe anotar también que, en medio de la prueba tus detractores, o tus enemigos, querrán verte mal, ¿cierto? Pues de ellos también se encargará el Señor, tal cual como pasó con aquellos gobernadores y sátrapas que acusaron vilmente a Daniel y que intentaron acabar con su humanidad. La suerte que ellos quisieron para Daniel fue la suerte que ellos mismos corrieron al final. Este pasaje nos enseña que aún de tus enemigos Dios te librará, porque Su deseo es que tú seas un vencedor y no un vencido.
Finalmente, Daniel salió ileso de la prueba porque nunca dejó de confiar en el Señor. En medio de esa prueba que estés pasando Dios te dice hoy que es en Él en quien debes confiar. No hay foso, ni león que te haga pensar que tu Dios te ha abandonado, recuerda que en medio de la prueba Dios quiere perfeccionarte, hacerte mejor, prepararte para algo mejor. Algo grande vendrá después de esta prueba, solamente confía en Él, espera, no te rindas...
Dios te guarde y te bendiga en este hermoso día. No olvides compartir este mensaje con alguien más, sé de bendición.
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