"Pero Jehová había dicho a Abram: VETE DE TU TIERRA y de tu parentela, y de la casa de tu padre, A LA TIERRA QUE TE MOSTRARÉ. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás de bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra" (Génesis 12: 1-3).
Algo que podemos inferir de este texto, y que no nos lo dice la Biblia, era que Abram se hallaba cómodo en la parentela de su padre, es decir que no le hacía falta nada, y estaba satisfecho con lo que tenía en casa de su padre. Esa era su zona de comfort.
Y así nos sentimos muchos de nosotros, estamos cómodos y satisfechos con lo que tenemos y es necesario que Dios nos llame para salir de la parentela de nuestro padre, de nuestra zona de comfort.
Cuando Dios tiene un propósito con alguien, lo primero que hace es pedirle que salga de esa zona, y lo hace por las siguientes dos razones: (1) porque es necesaria la incomodidad y (2) porque desea pasarle por un proceso mediante el cual pueda obtener la(s) promesa(s) que Jehová Dios le hizo.
Sin ese proceso no podrás obtener la bendición ni ver la promesa cumplida, lo cual indica obediencia. Sin obediencia no habrá ni verás la bendición. Conclusión: es necesario el proceso.
Dale gracias a Dios por el proceso, sé obediente y permanece, solamente así verás la bendición de una promesa cumplida.
No olvides compartir este mensaje con alguien más, sé de bendición a otros.
Dios te bendiga en todo lo que emprendas.
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