Nuestra píldora de hoy servirá para deshacer los argumentos que el mundo dice para contrastarlos con la Palabra de Dios. Este es el quinto argumento de esta semana:
"El que me la hace me las paga, me voy a vengar de fulano porque me la hizo". Veamos, entonces, qué es lo que dice la palabra de Dios al respecto en Romanos 12: 19: "no os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor".
Es muy común encontrar gente en esta época que aduce vengarse de aquellas personas que les hagan cualquier cosa. La oración modelo, el Padre nuestro, nos exhorta a perdonar a nuestros deudores (Mateo 6: 12), pero ¿por qué debo perdonarlos si me hicieron "tanto daño"? La respuesta la hayamos en la misma Palabra de Dios en Mateo 6: 14: "porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial". Es decir para poder obtener perdón de Dios, primeramente debo perdonar a mi hermano. Si yo perdono, mis pecados serán perdonados. Pero si no perdono, entonces ¿cómo puedo esperar que Dios me perdone a mí? Allí radica la justicia de Dios.
Todo este principio del perdón consiste en esta sola frase: el perdón debe considerarse y ser visto como un estilo de vida.
Y no importa cuántas veces te hagan daño, cuánto mal te hagan o te paguen, si no perdonas, entonces tus pecados tampoco te serán perdonados por vuestro Padre celestial.
El Señor Jesús nos sigue enseñando acerca de este principio en Mateo 18: 21-22 cuando Pedro le preguntaba cuántas veces debía perdonar él a su hermano y el Señor Jesús le responde hasta setenta veces 7, eso equivale más o menos a unas 490 veces y ¿qué tal que esas transgresiones fueron diarias? La respuesta seguirá siendo la misma: hasta setenta veces siete.
El perdón como estilo de vida no es fácil, pero todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses 4: 13).
Dios te bendiga tremendamente en este día.
"El que me la hace me las paga, me voy a vengar de fulano porque me la hizo". Veamos, entonces, qué es lo que dice la palabra de Dios al respecto en Romanos 12: 19: "no os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor".
Es muy común encontrar gente en esta época que aduce vengarse de aquellas personas que les hagan cualquier cosa. La oración modelo, el Padre nuestro, nos exhorta a perdonar a nuestros deudores (Mateo 6: 12), pero ¿por qué debo perdonarlos si me hicieron "tanto daño"? La respuesta la hayamos en la misma Palabra de Dios en Mateo 6: 14: "porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial". Es decir para poder obtener perdón de Dios, primeramente debo perdonar a mi hermano. Si yo perdono, mis pecados serán perdonados. Pero si no perdono, entonces ¿cómo puedo esperar que Dios me perdone a mí? Allí radica la justicia de Dios.
Todo este principio del perdón consiste en esta sola frase: el perdón debe considerarse y ser visto como un estilo de vida.
Y no importa cuántas veces te hagan daño, cuánto mal te hagan o te paguen, si no perdonas, entonces tus pecados tampoco te serán perdonados por vuestro Padre celestial.
El Señor Jesús nos sigue enseñando acerca de este principio en Mateo 18: 21-22 cuando Pedro le preguntaba cuántas veces debía perdonar él a su hermano y el Señor Jesús le responde hasta setenta veces 7, eso equivale más o menos a unas 490 veces y ¿qué tal que esas transgresiones fueron diarias? La respuesta seguirá siendo la misma: hasta setenta veces siete.
El perdón como estilo de vida no es fácil, pero todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses 4: 13).
Dios te bendiga tremendamente en este día.
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