Mi Modelo Es Jesús, parte 1.
El ser humano siempre ha tenido la necesidad de admirar a alguien. Pero admirarlo también implica que, por ciertas características que esa persona posee, nosotros queramos ser como él o como ella. Por ejemplo: Gabriel admira a Albert Einstein por su legado y le gustaría llegar a ser como él algún día. Y si le preguntáramos a nuestros amigos a quién admiran, de seguro hallaremos diferentes respuestas y encontraremos, además, razones diversas por las cuales ellos admiran a esas personas, ¿no es así?.
A partir de hoy viernes 6 de marzo de 2015 y hasta el lunes 9 de marzo, estaremos compartiendo una serie de devocionales bajo el título MI MODELO ES JESÚS. En ellos hablaremos de algunas características del Señor Jesús que, como sus seguidores deberíamos imitar y emular para llegar a ser mejores creyentes cada día. Esperamos que al final de esta serie de devocionales, Dios hable a su vida y a su espíritu tremendamente y que sea edificado sobremanera para seguir impactando a otros con el evangelio positivamente.
Empecemos con las primeras dos características que tiene Jesús y que todo cristiano debiera emular:
1. HACER LA VOLUNTAD DEL PADRE. Juan 4:34, "Jesús les dijo: mi comida es que haga la voluntad del que me envió y que acabe su obra". Entender esta primera característica es necesario para todo cristiano. Hacer la voluntad del Padre implica ser obedientes, hacer lo que nos dice sin cuestionar. Muchas veces es difícil hacer lo que Dios nos pide, bien nos enseña la Palabra que "hay caminos que al hombre parecen rectos, pero acaban por ser caminos de muerte" (Proverbios 16:25 NVI). Sólo hasta cuando vemos que estamos en medio de situaciones difíciles es que entendemos que por nuestras malas decisiones estamos donde estamos. Cuando el Señor Jesús iba a morir pudo haber impedido lo que iba a acontecer, sin embrago no lo hizo. Siguió paso a paso todas las instrucciones del Padre y cumplió con Su plan. Otro caso excepcional de obediencia lo encontramos en el antiguo testamento cuando Dios le pide a Abraham sacrificar a su hijo Isaac (Génesis 22). Quizá estés pensando que Dios es injusto, después de darle un hijo a Abraham, ahora le pedía que lo sacrificara. Pero no, Dios no es injusto, solamente quería saber (1) si Abraham tenía sus prioridades en orden y (2) quién estaba en el primer lugar en su vida.
Ser obedientes con Dios quiere decir que ese primer lugar que Él se merece NADA LO PUEDA TENER. Es tomar lo que nos dice de la mejor manera aunque no entendamos las razones. No es de hombres cuestionar a Dios, en su inmensidad jamás lograremos entenderlo.
2. LLAMADOS A SERVIR. Mateo: 20:28, "porque El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos". Otra característica que debemos entender es que fuimos llamados para servir, al igual que Cristo Jesús, Él es nuestro modelo a seguir. Y es que algunas veces olvidamos que somos servidores y nos creemos más que las otras personas que también hacen parte del ministerio. Entonces vemos que hay personas que les da pena barrer el templo algún día, vender cosas para recolectar fondos, en fin, diversas actividades que probablemente en mi carácter de líder no hago porque no me corresponde a mí sino a otras personas que están por debajo de mí. ERROR, esa no es la mentalidad de Cristo. La mentalidad de Cristo es diferente, debemos estar siempre dispuestos a servir a los demás tal cual el Señor Jesús nos muestra. Asimismo, debemos tener en cuenta el hecho de poder dar la vida misma por otros para que sean rescatados. Es difícil encontrar cristianos que den, literalmente hablando, la vida por otras personas para que puedan ser salvos. El Señor Jesús nunca escatimó este acto, demostrándonos que en Él no había ni una gota de egoísmo, siempre estuvo dispuesto a entregarlo todo para salvación de muchos.
Hoy muchos se afanan por querer ser como otros hombres cuando existe un hombre ejemplar que con sus actos impactó y sigue impactando la vida de muchos, y cuyas características lo hacen el modelo perfecto a seguir. Mi modelo es Cristo y deseo pasar el resto de mi vida tratando de emularlo, llegando a ser mejor cada día. No es sencillo, pero nadie dijo que sería fácil. Sólo hay que recordar que con nuestras propias fuerzas no lo vamos a lograr, debemos entender que si nuestra fortaleza es Jehová, entonces podremos lograr ese objetivo final: llegar a ser como Su Hijo.
Dios te bendiga poderosamente en este día. LIKE si te ha gustado este mensaje. SHARE para compartir con otros y ser de bendición. Feliz fin de semana, ¡DTB!
El ser humano siempre ha tenido la necesidad de admirar a alguien. Pero admirarlo también implica que, por ciertas características que esa persona posee, nosotros queramos ser como él o como ella. Por ejemplo: Gabriel admira a Albert Einstein por su legado y le gustaría llegar a ser como él algún día. Y si le preguntáramos a nuestros amigos a quién admiran, de seguro hallaremos diferentes respuestas y encontraremos, además, razones diversas por las cuales ellos admiran a esas personas, ¿no es así?.
A partir de hoy viernes 6 de marzo de 2015 y hasta el lunes 9 de marzo, estaremos compartiendo una serie de devocionales bajo el título MI MODELO ES JESÚS. En ellos hablaremos de algunas características del Señor Jesús que, como sus seguidores deberíamos imitar y emular para llegar a ser mejores creyentes cada día. Esperamos que al final de esta serie de devocionales, Dios hable a su vida y a su espíritu tremendamente y que sea edificado sobremanera para seguir impactando a otros con el evangelio positivamente.
Empecemos con las primeras dos características que tiene Jesús y que todo cristiano debiera emular:
1. HACER LA VOLUNTAD DEL PADRE. Juan 4:34, "Jesús les dijo: mi comida es que haga la voluntad del que me envió y que acabe su obra". Entender esta primera característica es necesario para todo cristiano. Hacer la voluntad del Padre implica ser obedientes, hacer lo que nos dice sin cuestionar. Muchas veces es difícil hacer lo que Dios nos pide, bien nos enseña la Palabra que "hay caminos que al hombre parecen rectos, pero acaban por ser caminos de muerte" (Proverbios 16:25 NVI). Sólo hasta cuando vemos que estamos en medio de situaciones difíciles es que entendemos que por nuestras malas decisiones estamos donde estamos. Cuando el Señor Jesús iba a morir pudo haber impedido lo que iba a acontecer, sin embrago no lo hizo. Siguió paso a paso todas las instrucciones del Padre y cumplió con Su plan. Otro caso excepcional de obediencia lo encontramos en el antiguo testamento cuando Dios le pide a Abraham sacrificar a su hijo Isaac (Génesis 22). Quizá estés pensando que Dios es injusto, después de darle un hijo a Abraham, ahora le pedía que lo sacrificara. Pero no, Dios no es injusto, solamente quería saber (1) si Abraham tenía sus prioridades en orden y (2) quién estaba en el primer lugar en su vida.
Ser obedientes con Dios quiere decir que ese primer lugar que Él se merece NADA LO PUEDA TENER. Es tomar lo que nos dice de la mejor manera aunque no entendamos las razones. No es de hombres cuestionar a Dios, en su inmensidad jamás lograremos entenderlo.
2. LLAMADOS A SERVIR. Mateo: 20:28, "porque El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos". Otra característica que debemos entender es que fuimos llamados para servir, al igual que Cristo Jesús, Él es nuestro modelo a seguir. Y es que algunas veces olvidamos que somos servidores y nos creemos más que las otras personas que también hacen parte del ministerio. Entonces vemos que hay personas que les da pena barrer el templo algún día, vender cosas para recolectar fondos, en fin, diversas actividades que probablemente en mi carácter de líder no hago porque no me corresponde a mí sino a otras personas que están por debajo de mí. ERROR, esa no es la mentalidad de Cristo. La mentalidad de Cristo es diferente, debemos estar siempre dispuestos a servir a los demás tal cual el Señor Jesús nos muestra. Asimismo, debemos tener en cuenta el hecho de poder dar la vida misma por otros para que sean rescatados. Es difícil encontrar cristianos que den, literalmente hablando, la vida por otras personas para que puedan ser salvos. El Señor Jesús nunca escatimó este acto, demostrándonos que en Él no había ni una gota de egoísmo, siempre estuvo dispuesto a entregarlo todo para salvación de muchos.
Hoy muchos se afanan por querer ser como otros hombres cuando existe un hombre ejemplar que con sus actos impactó y sigue impactando la vida de muchos, y cuyas características lo hacen el modelo perfecto a seguir. Mi modelo es Cristo y deseo pasar el resto de mi vida tratando de emularlo, llegando a ser mejor cada día. No es sencillo, pero nadie dijo que sería fácil. Sólo hay que recordar que con nuestras propias fuerzas no lo vamos a lograr, debemos entender que si nuestra fortaleza es Jehová, entonces podremos lograr ese objetivo final: llegar a ser como Su Hijo.
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