¿Arrepentimiento genuino o doble moral?
Algo que caracteriza al ser humano es la doble moral. Ante la sociedad somos una cosa, pero en nuestra intimidad somos otra totalmente distinta. Pero ¿qué pasaría si nuestros amigos tuvieran acceso exclusivo a imágenes de nuestro diario vivir sin que nosotros supiéramos que habíamos sido grabados? ¿Qué partes nos gustaría que omitieran si tuviéramos el poder de decidirlo? La respuesta es muy difícil, sin embargo deberíamos meditar en ello. Al hablar de moral al interior de la iglesia nos referimos al término ética ministerial, el cual hace referencia al cómo estoy espiritualmente para ministrar a Jehová Dios, y en qué condiciones me encuentro para montarme en el púlpito y compartir la Palabra.
Hoy deseo compartir con ustedes acerca de este tema del que no escapa la iglesia de Cristo, para ello veamos lo que dice la Palabra de Dios:
"Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido" (Apocalipsis 2:5/RVR 1960).
Es bien sabido que el Apocalipsis habla acerca de las cosas que acontecerán en los tiempos cercanos a la segunda venida de Cristo, pero también nos habla, precisamente en este verso, de la condición en la que Cristo desea vernos cuando regrese. Si Cristo viniera hoy por Su iglesia ¿en qué condiciones te encontraría? ¿Estarías sin mancha? ¿Te irías con Él? Son tres preguntas fundamentales sobre un tema, el cual la iglesia no quiere compartir en estos tiempos. Para la iglesia es más importante, en la actualidad, hablar sobre la prosperidad y de otras cosas antes que del evangelio del arrepentimiento para salvación y/o la segunda venida del Señor Jesús. Y los dos son acontecimientos reales, pero para muchos si Cristo no ha llegado en 2015 años, tampoco lo hará ahora en estos días, y es por ello que se encuentran en una "zona de comfort espiritual" de mucho peligro, pues están poniendo en riesgo su propia salvación pecando a diestra y siniestra, siendo víctimas de la doble moral espiritual.
¿Qué podemos, entonces, aprender de este verso?
PRIMERO:
Recordar dónde hemos caído. ¿Qué cosas estás haciendo que no agradan a Dios? ¿De dónde te sacó? ¿Por que has decidido volver al mismo lugar de donde te sacó? Quien piense que puede enfrentar a la tentación sin la ayuda de Cristo está totalmente equivocado. Esta es una lucha diaria, a la cual no se le puede bajar la guardia en ningún momento, porque nuestro adversario el diablo anda como león rugiente buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8). La batalla más fuerte del creyente la vive diariamente consigo mismo, tratando de vencer su propia naturaleza pecaminosa.
SEGUNDO:
Arrepentimiento. En el diccionario bíblico hay varias entradas para definir este término, pero el que más me llama la atención es este "repudio del pecado para volver a Dios". Y es que arrepentirse implica no volver a hacer aquello que sé no agrada al Señor y acercarse más a Él, la misma Palabra dice que sin santidad nadie verá al Padre (Hebreos 12:14) y es que la santidad viene cuando nos guardamos para Dios y nos alejamos del pecado. ¿Hay en tu vida un arrepentimiento genuino o caíste en el círculo vicioso de peco y me arrepiento? De ser así, has puesto en peligro tu salvación, y a pesar que tus amigos no te vean, hay alguien a quien no le puedes mentir y que es omnipresente, que está en todo lugar, a Él no le puedes engañar. Juan el bautista abrió el camino para el Señor Jesús y empezó hablar acerca del arrepentimiento, Mateo 3:2 dice "arrepentíos porque el Reino de los cielos se ha acercado". La clave para volver está en arrepentimiento genuino.
TERCERO:
Hacer las primeras obras. ¿Qué cosas hacías cuando estabas en el primer amor? ¿Qué has dejado de hacer en medio de tu tibieza o frialdad espiritual? Esas mismas cosas son las que debes volver a hacer para restablecer tu comunión con el Padre, no olvides que la fe si obras es muerta (Santiago 2:17).
Finalmente, el resultado de no hacer estas cosas es (1) ser desechado por el mismo Jesús, (2) no ser reconocido como uno de los hijos del Padre. Para evitar que esto suceda, debemos procurar amarle y obedecerle más cada día de nuestras vidas. La obediencia es la clave de todo esto, ¿qué tan obediente eres hoy?
Dios te bendiga sobreabundantemente en este comienzo de semana. Que la paz que sobrepasa todo entendimiento esté sobre ti y los tuyos hoy y siempre.
LIKE si te ha gustado el mensaje, SHARE para compartir con otros y ser de bendición.
Algo que caracteriza al ser humano es la doble moral. Ante la sociedad somos una cosa, pero en nuestra intimidad somos otra totalmente distinta. Pero ¿qué pasaría si nuestros amigos tuvieran acceso exclusivo a imágenes de nuestro diario vivir sin que nosotros supiéramos que habíamos sido grabados? ¿Qué partes nos gustaría que omitieran si tuviéramos el poder de decidirlo? La respuesta es muy difícil, sin embargo deberíamos meditar en ello. Al hablar de moral al interior de la iglesia nos referimos al término ética ministerial, el cual hace referencia al cómo estoy espiritualmente para ministrar a Jehová Dios, y en qué condiciones me encuentro para montarme en el púlpito y compartir la Palabra.
Hoy deseo compartir con ustedes acerca de este tema del que no escapa la iglesia de Cristo, para ello veamos lo que dice la Palabra de Dios:
"Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido" (Apocalipsis 2:5/RVR 1960).
Es bien sabido que el Apocalipsis habla acerca de las cosas que acontecerán en los tiempos cercanos a la segunda venida de Cristo, pero también nos habla, precisamente en este verso, de la condición en la que Cristo desea vernos cuando regrese. Si Cristo viniera hoy por Su iglesia ¿en qué condiciones te encontraría? ¿Estarías sin mancha? ¿Te irías con Él? Son tres preguntas fundamentales sobre un tema, el cual la iglesia no quiere compartir en estos tiempos. Para la iglesia es más importante, en la actualidad, hablar sobre la prosperidad y de otras cosas antes que del evangelio del arrepentimiento para salvación y/o la segunda venida del Señor Jesús. Y los dos son acontecimientos reales, pero para muchos si Cristo no ha llegado en 2015 años, tampoco lo hará ahora en estos días, y es por ello que se encuentran en una "zona de comfort espiritual" de mucho peligro, pues están poniendo en riesgo su propia salvación pecando a diestra y siniestra, siendo víctimas de la doble moral espiritual.
¿Qué podemos, entonces, aprender de este verso?
PRIMERO:
Recordar dónde hemos caído. ¿Qué cosas estás haciendo que no agradan a Dios? ¿De dónde te sacó? ¿Por que has decidido volver al mismo lugar de donde te sacó? Quien piense que puede enfrentar a la tentación sin la ayuda de Cristo está totalmente equivocado. Esta es una lucha diaria, a la cual no se le puede bajar la guardia en ningún momento, porque nuestro adversario el diablo anda como león rugiente buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8). La batalla más fuerte del creyente la vive diariamente consigo mismo, tratando de vencer su propia naturaleza pecaminosa.
SEGUNDO:
Arrepentimiento. En el diccionario bíblico hay varias entradas para definir este término, pero el que más me llama la atención es este "repudio del pecado para volver a Dios". Y es que arrepentirse implica no volver a hacer aquello que sé no agrada al Señor y acercarse más a Él, la misma Palabra dice que sin santidad nadie verá al Padre (Hebreos 12:14) y es que la santidad viene cuando nos guardamos para Dios y nos alejamos del pecado. ¿Hay en tu vida un arrepentimiento genuino o caíste en el círculo vicioso de peco y me arrepiento? De ser así, has puesto en peligro tu salvación, y a pesar que tus amigos no te vean, hay alguien a quien no le puedes mentir y que es omnipresente, que está en todo lugar, a Él no le puedes engañar. Juan el bautista abrió el camino para el Señor Jesús y empezó hablar acerca del arrepentimiento, Mateo 3:2 dice "arrepentíos porque el Reino de los cielos se ha acercado". La clave para volver está en arrepentimiento genuino.
TERCERO:
Hacer las primeras obras. ¿Qué cosas hacías cuando estabas en el primer amor? ¿Qué has dejado de hacer en medio de tu tibieza o frialdad espiritual? Esas mismas cosas son las que debes volver a hacer para restablecer tu comunión con el Padre, no olvides que la fe si obras es muerta (Santiago 2:17).
Finalmente, el resultado de no hacer estas cosas es (1) ser desechado por el mismo Jesús, (2) no ser reconocido como uno de los hijos del Padre. Para evitar que esto suceda, debemos procurar amarle y obedecerle más cada día de nuestras vidas. La obediencia es la clave de todo esto, ¿qué tan obediente eres hoy?
Dios te bendiga sobreabundantemente en este comienzo de semana. Que la paz que sobrepasa todo entendimiento esté sobre ti y los tuyos hoy y siempre.
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