Conforme a Su voluntad
La gran mayoría de las veces los deseos del corazón del hombre no se encuentran alineados ni a los propósitos y tampoco a la voluntad de Dios. Es como si fuéramos niños mimados, lo que deseamos es lo que queremos obtener. ¿Cree usted que en el mundo espiritual también sucede lo mismo? La respuesta es sí, es igual, pues deseamos tener tantas cosas en lo natural, pero no nos hemos detenido para preguntarnos si esa es la voluntad de Dios para nosotros.
Muchas personas basan su creencia en Dios por lo que Él les pueda dar como Padre Todopoderoso, es decir fijan su mirada en las bendiciones y no en el Padre de la bendición. Por lo general, este tipo de personas son muy inestables, y al momento de recibir su bendición, lo más probable es que se alejen de Dios, se olvidan de Él una vez consiguen eso por lo cual habían doblado rodilla por tanto tiempo. Las cosas del evangelio son distintas, no se trata de lo que pueda conseguir de Dios, ni de obtenerlo e irme como un niño malcriado, todo es acerca de permanecer aún cuando haya obtenido mi bendición o sin ella. "Puestos los ojos en Cristo Jesús, el autor y consumador de la fe" (Hebreos 12:2), no en la bendición nos enseña la palabra.
Hoy deseo compartir con ustedes esta Palabra:
"Y esta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a Su voluntad, Él nos oye" (1 Juan 5:14).
Creo que muchos creyentes no habían pasado por aquí antes, ¿no es así? Porque el hecho de pedirle algo al Señor no se basa en lo que yo quiero, sino en lo que Él quiere para mí, ¿fuerte no? Pero es así, esa es la verdad. Sin importar lo que pidas, antes que nada debe estar alineado a Su voluntad, luego debemos esperar la respuesta, la cual es muchas ocasiones viene sumada a un tiempo de espera, un tiempo en el que es como Jehová Dios ya no nos escuchara. Quizá debas estar preguntándote por qué todo debe estar alineado a la voluntad de Padre. Sencillo, porque Dios no te dará nada que te haga alejar de Él. Hay una frase muy contundente de Daniel Calveti que no he olvidado, de su libro La Generación de la Undécima hora, lo que te aleja de Dios no es de Dios.
No es fácil alinearse a la voluntad del Padre en principio, pero es la mejor opción que cualquier persona puede tener. Cuando nos sometemos a Su voluntad somos obedientes. El Señor Jesús cuando iba a ser entregado oró "diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga Mi voluntad, sino la tuya" (Lucas 22:42), ¿qué habría pasado si el Hijo del Hombre hubiera hecho Su voluntad y no la del Padre? En principio ninguno de nosotros podría ser rescatado; segundo, no habría perdón de pecado, y tercero, el pecado seguiría señoreándose sobre nosotros.
Cuando me alineo a la voluntad del Padre y cumplo Su propósito en mí, (1) soy obediente y la obediencia desata bendiciones sobrenaturales para el creyente, (2) me encargo primeramente de Sus cosas, porque lo demás viene por añadidura (Mateo 6:33).
El hecho de pedir cosas en oración a Jehová Dios no puede ser dado por hecho para obtenerlo, pues el primer requisito para saber si lo que pedimos lo podemos obtener es saber si se encuentra alineado con lo Dios desea para mí. Él nos oye, pero no quiere decir que todo lo que pidamos nos lo dará.
Dios te bendiga sobreabundantemente en este bello día, SHARE para compartir con otros y ser de bendición. LIKE si te ha gustado este mensaje.
La gran mayoría de las veces los deseos del corazón del hombre no se encuentran alineados ni a los propósitos y tampoco a la voluntad de Dios. Es como si fuéramos niños mimados, lo que deseamos es lo que queremos obtener. ¿Cree usted que en el mundo espiritual también sucede lo mismo? La respuesta es sí, es igual, pues deseamos tener tantas cosas en lo natural, pero no nos hemos detenido para preguntarnos si esa es la voluntad de Dios para nosotros.
Muchas personas basan su creencia en Dios por lo que Él les pueda dar como Padre Todopoderoso, es decir fijan su mirada en las bendiciones y no en el Padre de la bendición. Por lo general, este tipo de personas son muy inestables, y al momento de recibir su bendición, lo más probable es que se alejen de Dios, se olvidan de Él una vez consiguen eso por lo cual habían doblado rodilla por tanto tiempo. Las cosas del evangelio son distintas, no se trata de lo que pueda conseguir de Dios, ni de obtenerlo e irme como un niño malcriado, todo es acerca de permanecer aún cuando haya obtenido mi bendición o sin ella. "Puestos los ojos en Cristo Jesús, el autor y consumador de la fe" (Hebreos 12:2), no en la bendición nos enseña la palabra.
Hoy deseo compartir con ustedes esta Palabra:
"Y esta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a Su voluntad, Él nos oye" (1 Juan 5:14).
Creo que muchos creyentes no habían pasado por aquí antes, ¿no es así? Porque el hecho de pedirle algo al Señor no se basa en lo que yo quiero, sino en lo que Él quiere para mí, ¿fuerte no? Pero es así, esa es la verdad. Sin importar lo que pidas, antes que nada debe estar alineado a Su voluntad, luego debemos esperar la respuesta, la cual es muchas ocasiones viene sumada a un tiempo de espera, un tiempo en el que es como Jehová Dios ya no nos escuchara. Quizá debas estar preguntándote por qué todo debe estar alineado a la voluntad de Padre. Sencillo, porque Dios no te dará nada que te haga alejar de Él. Hay una frase muy contundente de Daniel Calveti que no he olvidado, de su libro La Generación de la Undécima hora, lo que te aleja de Dios no es de Dios.
No es fácil alinearse a la voluntad del Padre en principio, pero es la mejor opción que cualquier persona puede tener. Cuando nos sometemos a Su voluntad somos obedientes. El Señor Jesús cuando iba a ser entregado oró "diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga Mi voluntad, sino la tuya" (Lucas 22:42), ¿qué habría pasado si el Hijo del Hombre hubiera hecho Su voluntad y no la del Padre? En principio ninguno de nosotros podría ser rescatado; segundo, no habría perdón de pecado, y tercero, el pecado seguiría señoreándose sobre nosotros.
Cuando me alineo a la voluntad del Padre y cumplo Su propósito en mí, (1) soy obediente y la obediencia desata bendiciones sobrenaturales para el creyente, (2) me encargo primeramente de Sus cosas, porque lo demás viene por añadidura (Mateo 6:33).
El hecho de pedir cosas en oración a Jehová Dios no puede ser dado por hecho para obtenerlo, pues el primer requisito para saber si lo que pedimos lo podemos obtener es saber si se encuentra alineado con lo Dios desea para mí. Él nos oye, pero no quiere decir que todo lo que pidamos nos lo dará.
Dios te bendiga sobreabundantemente en este bello día, SHARE para compartir con otros y ser de bendición. LIKE si te ha gustado este mensaje.
Comentarios
Publicar un comentario