365 días en Su presencia

Un corazón dispuesto a Jehová Hay muchas personas que quisieran servirle al Señor, tienen fuertes deseos de caminar con Él y estar en Su presencia constantemente. Sin embargo, todo pareciera emocional. Mientras van a la iglesia se sienten fuertes, gozosos, pero cuando salen de ella ese gozo desaparece, y vuelven a hacer lo que ante los ojos de Dios no está bien y empiezan a vivir una vida de pecado una vez más. Es decir, dan un paso hacia adelante y dos hacia atrás, retrasando el plan de Dios para sus vidas. Todo esto sucede porque sus corazones no están dispuestos ni comprometidos con el Señor. Cuando un corazón está dispuesto a Jehová no hay circunstancia  que atrase ese plan o propósito, porque existe una firme decisión de trabajar, de servirle. Veamos qué dice la Palabra de Dios al respecto: "Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos (Esdras 7:10). Esdras fue un sacerdote con

"Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos" (Éxodo 14:14). Afán, el enemigo número uno del creyente. Permitirle la entrada a  tu vida es empezar a alejarte de la presencia de Dios. Un creyente afanado es un objetivo fácil de destruir por el diablo, por ejemplo: cuando el pueblo de Israel quiso volver a ofrecer sacrificios a Dios en el desierto, ¿qué hizo Faraón? Les dio más trabajo (Éxodo 5:9), por ende, ellos se afanaron y culparon a Moisés y a Aarón, su hermano, de su desgracia. Ese mismo comportamiento lo vemos una y otra vez en aquellos creyentes que se afanan, culpando a cualquier persona o circunstancia de sus males. ¿Qué sucede cuando el creyente se afana? (1) Deja de ver la obra que Dios ha hecho en su vida, y (2) deja de ver a Dios como un ser Todopoderoso, como el Dios de lo imposible. Como resultado, empieza a cuestionarle por lo que le pasa. Para evitar abrirle la puerta al afán lo que el creyente debe hacer es intimar con Dios, hablar más con Él

"Y cualquier cosa que pidiéramos la recibiremos de Él, porque guardamos Sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de Él" (1 Juan 3:22). Muchas veces el creyente tiene actitudes de niño mimado y malcriado. Cree y llega a tener una fuerte convicción de que Dios Padre "tiene" que darle TODO lo que pida. Este es un pensamiento erróneo y debemos desterrarlo de nuestras mentes, ¿por qué? Porque Dios no es un Padre consentidor ni te dará TODO lo que pidas. Así como en casa, nuestros padres nos enseñaron a ganarnos las cosas, con Dios igualmente pasa lo mismo. Una de las cosas que realmente agrada a Dios es un hijo obediente. La obediencia trae bendición, pero la desobediencia maldición. Así que el principio para pedir cualquier cosa a Dios radica en la obediencia a Él. ¿Qué cosas debo hacer, entonces, para obtener cualquier cosa que le pida a Dios? Antes que nada ser obediente, después hacer lo siguiente: Uno, debo someterme completamente a la vo

Alineando mi visión con la de Dios "Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos" (Números 13:30). En el capítulo 13 del libro de números, se encuentra la historia de los doce espías que Moisés envía a reconocer la tierra de Canaán, la tierra prometida por Dios al pueblo de Israel. Estos doce espías tenían la misión de hacer un reconocimiento exhaustivo de la tierra antes de entrar a poseerla. Por un periodo de cuarenta días, ellos recolectaron información de inteligencia que les serviría para ir a la conquista. Sin embargo, cuando ellos regresan, diez de los espías dan un reporte negativo, pero ante todo se amedrentaron por los gigantes que allí habitaban. Y sólo dos de los espías dieron un parte afirmativo y no se dejaron amedrentar, creyeron que podían conquistar la tierra sin inconvenientes. De este texto podemos aprender dos cosas: (1) Cuando Dios hace una promesa, y

Siempre vigilantes "Bienaventurados aquellos siervos a los cuales Su señor, cuando venga, halla velando; de cierto os digo que se ceñirá y hará que se sienten a la mesa y vendrá a servirles. Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, si los hallare así, bienaventurados son aquellos siervos. Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora el ladrón había de venir, velaría, ciertamente, y no dejaría minar su casa. Vosotros pues, también estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá" (Lucas 12: 37 - 40, RV1960). Esta es una Palabra que exhorta a todos los creyentes a estar alertas en todo tiempo; pues nadie sabe el día ni la hora en la que vendrá el Señor Jesús por Su iglesia. Es por ello que, cuando venga debemos estar haciendo lo que nos encomendó: uno, pendientes de las almas (Mateo 9:36) y, dos, predicando el evangelio (Marcos 16:15), etc. De acuerdo al DRAE, velar significa cuidar solícitamente

Orar y no desmayar "También les refirió Jesús una parábola sobre la NECESIDAD DE ORAR SIEMPRE, Y NO DESMAYAR" (Lucas 18:1). ¿Cuál es tu reacción frente a la adversidad? ¿Cómo la enfrentas?¿Cómo manejas tus emociones cuando atraviesas por ella? ¿Te abrumas con facilidad en medio de la prueba?. Una vez escuché decir a un tremendo pastor decir estas palabras: la manera cómo enfrentes la adversidad hoy determinará, en gran manera, tu victoria o tu derrota. Si en medio de la adversidad tu respuesta lógica-natural es apartarte de Dios, cada vez que la enfrentes pensarás que con tus fueras podrás lograr solucionarlo todo y te olvidarás que Dios tiene la respuesta. Si por el contrario, te aferras al Dios de lo imposible (Lucas 18:27), estarás depositando tu confianza en Él a sabiendas de que Él hará conforme Su voluntad. Esa, amado hermano(a), es la respuesta lógica-natural del creyente ante una adversidad: permanecer en medio de la adversidad (Lucas 22:32). El creyente debe ir

Si Cristo viniera hoy, ¿cómo me encontraría? "Que no haya ninguna inmoralidad sexual, impureza ni avaricia entre ustedes. Tales pecados no tienen lugar en el pueblo de Dios. Los cuentos obscenos, las conversaciones necias y los chistes groseros no son para ustedes. En cambio, que haya una actitud de agradecimiento a Dios" (Efesios 5:3-4 NTV). Una de las cosas que Dios demanda de Sus hijos es que seamos santos porque Él es santo (Levítico 19:2). Pero, ¿realmente en qué consiste ser santo? En guardarse para Dios, y hacer todas las cosas que le agradan a Él para presentarnos delante de Él sin mancha alguna. Y ¿cuáles son esas cosas que no le agradan a Dios? Para conocerlas, entonces, debes leer la Biblia, ella te no sólo dará las respuestas a tus preguntas, sino que también te instruirá en justicia (2 Timoteo 3:16). Si analizáramos el verso de hoy, y nos preguntáramos ¿de qué cosas estoy participando? ¿Inmoralidad sexual? ¿Impureza? ¿Avaricia? ¿Cuentos obscenos? ¿Conversaciones

Pescador de hombres "Y les dijo Jesús: venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres" (Marcos 1:17). Actualmente, es muy triste ver en las iglesias que los creyentes se conformen con ir a la escuela dominical, y con ir a una que otra reunión entre semana. No hay sentido de pertenencia ni de compromiso hacia las cosas de Dios. Como dice mi pastor, tristemente nos hemos  convertido en cristianos "calienta sillas". El propósito del evangelio no permanecer sentados sólo recibiendo la Palabra, NO. El objetivo es que seas: (1) Procesado y formado como hombre, y (2) Entrenado para compartir la Palabra con otras personas y convertirte en pescador de hombres. Cuando el Señor Jesús entrenó a Sus doce, lo hizo con la intención de que fueran capaces de compartir el evangelio a todas las naciones (Mateo 28:19). Sin embargo, ellos también debían seguir discipulando a otros, de eso se trata la Gran Comisión. Todos los creyentes estamos llamados no sólo a compartir el

Pon tus planes en las manos de Dios "Entonces David consultó a Dios, diciendo: ¿subiré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mis manos?. Y Jehová le dijo: Sube, porque Yo los entregaré en tus manos" (1 Crónicas 14:10). Cuando caminamos junto a Dios es muy difícil dar un paso sin antes consultarle, pero cuando no le tenemos en nuestras vidas, tomamos nuestras propias decisiones,  lo cual acarrea gran cantidad de errores, sinsabores y fracasos, ¿por qué? Porque sencillamente nos apoyamos en nuestro propio conocimiento para lograr las cosas con nuestras propias fuerzas. Y ¿qué tal si pusiéramos todo nuestros planes y proyectos en manos del Señor y le consultáramos acerca de cada decisión?. Lo más seguro es que la diferencia saltaría a la vista. Hay caminos que al hombre le parecen derecho, pero al final es camino de muerte (Proverbios 16:25). Sin embargo, cuando Dios tiene un propósito con uno, cualquier cosa que pongamos en Sus manos siempre será la mejor decisión. La Biblia

¿Quién peleará mis batallas por mí? "Entonces dije: no temáis, ni tengáis miedo de ellos. Jehová vuestro Dios, el cual va delante de vosotros, Él peleará por vosotros, conforme a todas las cosas que hizo en Egipto delante de vuestros ojos" (Deuteronomio 1: 29-30) En ocasiones el creyente se afana tratando de pelear por sí mismo todas sus batallas, actuando como hijo huérfano. Lo peor es que, se olvida de que tiene un Padre Todopoderoso que le cuida y, que siempre, ha estado con él. Cuando esto sucede, siempre es por la misma razón: los momentos de intimidad con el Padre se han perdido. Porque cuando estoy fuerte en intimidad con mi Padre Celestial, descanso en Él para que Él haga por mí. En este pasaje, Moisés se dirigía al pueblo de Israel, estando aún en el desierto, motivándoles a no tener miedo y recordándoles, además, quién era su Dios y si estás pasando por un duro desierto y tus enemigos te están sitiando, entonces recuerda: NO TEMAS, NI TENGAS MIEDO. No olvides qui

¿Cómo prosperar en todo lo que haga y emprenda? Quizá muchas veces te has preguntado por qué lo que haces y lo que emprendes no tiene éxito. Inclusive, habías llegado a pensar que todo era cuestión de suerte y que tú definitivamente tienes muy mala suerte. Hoy quiero decirte que no se trata de suerte. Veamos lo que la Palabra de Dios nos enseña al respecto en 1 Reyes 2: 3: "Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y en todo aquello que emprendas". El prosperar en lo que hagas y emprendas tiene que ver es con la obediencia y el sometimiento a Dios, no es un factor de suerte, como probablemente pensaste antes. Entonces, ¿qué debes hacer para tener una vida prospera? Es necesario poner en práctica un par de cosas muy sencillas: (1) Guardar los preceptos de Jehová Dios. Según del DRAE, guard

¿Qué clase de alimento necesitas: leche o sólido? "Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal" (Hebreos 5: 12-14). Cuando nos congregamos en la iglesia y empezamos a conocer a cada uno de nuestros hermanos y hermanas, nos damos cuenta de cuánto tiempo ha pasado cada uno en la iglesia, el servicio que prestan y de los frutos que cada cual tiene. Pero independientemente del tiempo y del servicio a Dios, todo creyente está llamado a crecer espiritualmente, no puede quedarse en el mismo estado en el que entró por primera vez al templo.

"Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos" (Génesis 22: 8). En el capítulo 22 del libro de Génesis, Dios ordena a Abraham que sacrifique a su único, a quien él ama, así es como Dios reconocía y veía a Isaac. Creo que para cualquier padre, incluyéndome a mí, si nos pidieran que sacrificáramos a un hijo, de seguro no estaríamos frente a una posición cómoda. Por el contrario, sería una posición tremendamente difícil. Sin embargo, podemos aprender de Abraham y de esta situación en particular dos aspectos bien claves: uno, su obediencia incondicional hacia Dios y, dos, la fe que tenía en Él. Estos dos aspectos me llevan a concluir lo siguiente: NUNCA HABRÁ UNA OBEDIENCIA INCONDICIONAL HACIA DIOS SI NO EXISTE UNA FE QUE LA PRODUZCA, porque si Abraham no hubiera creído en esa palabra profética de que Dios se proveería de un cordero, él jamás habría llegado al extremos de sacrificar a Isaac. Pero veamos lo que podemos aprender de

¿Por qué Dios Padre no me da todo lo que le pido? "Y esta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a Su voluntad, Él nos oye" (1 Juan 5:14). He escuchado cantidad de veces a mucha gente decir "Dios no me da lo que le pido", pero me pregunto si ellos alguna vez se han puesto a pensar por qué Dios no les da las cosas que le piden. Pienso que en vez de cuestionar a Dios porque no me da todo lo que le pido, deberíamos empezar a preguntarmos cuál es el propósito por el cual Él no responde a nuestra petición. A veces los NO de Dios son mucho mejores que un SÍ. Veamos, entonces, tres razones por las cuales Dios no me da todo lo que le pido: (1) La primera razón es porque pedimos mal (Santiago 4:2). Así como lo dice la Palabra en el libro de Santiago, muchas veces pedimos cosas que son vanas, que son para nuestro propio deleite, las cuales no edificarán la obra de Dios en nuestras vidas. Por esta razón, la respuesta de Dios puede ser un NO o Su

"Jehová es mi pastor; nada me faltará" (Salmos 23:1). Este es quizá uno de los salmos más famosos que hay, pues muchísima gente lo ha aprendido "de memoria", pero probablemente unos pocos han tenido una revelación en el espíritu de lo que implica declararlo y de lo que realmente significa. Veamos, pues, lo que implica este primer verso del Salmos 23: 1, (1) Jehová es mi pastor, al declarar que Jehová Dios es mi pastor, básicamente el creyente está haciendo la siguiente declaración: uno, está sometiéndose al Señorío de Dios, esto quiere decir que es Dios quien manda en su vida. Dos, permite que Jehová Dios tenga duidado de su vida, es decir que como pastor Él velará por ti. Y finalmente, le entrega la potestad a Jehová Dios de guiarle por la senda correcta, pues eso es lo que hace un pastor, guiar a sus ovejas. ¿Realmente cuando haces esta declaración, por lo menos, le permites a Dios ser el guía de tu vida o que Él señoree sobre ti?. (2) Nada me faltará. Al hacer es

"Y tronó desde los cielos Jehová, y el Altísimo dio su voz; envió sus saetas, y los dispersó; y lanzó relámpagos y los destruyó" (2 Samuel 22: 14-15). ¿Alguna vez te has preguntado qué pasa con tus enemigos cuando se los entregas a Dios? Él los destruye totalmente por ti, eso es lo que pidemos aprender de este pasaje en el día de hoy. Pero Dios no podrá hacerlo si tú, primeramente, no le das la potestad de tus batallas. Dios puede ver tu sufrimiento, pero hasta tanto no le digas que lo haga, Él esperará pacientemente por el día en el que decidas entregarle tus enemigos completamente, allí es cuando Él actuará. Esto fue lo que hizo siempre el rey David, confió que sólo Dios podía librarlo de todos sus enemigos y así siempre fue.  No tomes la justicia en tus manos, la Palabra nos enseña que de Jehová es la venganza (Deuteronomio 32: 35), porque sólo Dios puede juzgar con justicia, esa es una de sus cualidades, la cual el hombre no tiene; así que suelta esa carga y espera en Él,

"En mi angustia invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios; Él oyó mi voz dese su templo, y mi clamor llegó a sus oídos" (2 Samuel 22: 7). Inevitablemente, el creyente pasa por diversos momentos en la vida: momentos de felicidad, de tristezas, de abundancia, de escaces, de angustia, igualmente. Pero cuando la fe del creyente empieza a mermar y vienen los momentos de angustias, se le olvida de dónde proviene su socorro (Salmos 121: 1-2), e intenta buscar ayuda y se aferra en otras personas, olvidando que existe un Dios todopoderoso quien tiene control de todas las circunstancias de este mundo. ¿En qué tiempo te encuentras tú en este momento? Si estás pasando por momentos de angustias, entonces sé como el rey David e invoca a Jehová tu Dios y de seguro Él oirá tu clamor en el día de hoy. La búsqueda debe ser en todo tiempo, independientemente de lo que estés viviendo, nunca dejes de buscar la presencia de Dios en tu vida. Comparte este mensaje con otras personas, sé un instrumento de

"Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas serán añadidas. Así que no afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propio afán" (Mateo 6: 32-33). Ayer hablaba acerca de permanecer fieles a Dios durante este 2015. Veamos entonces qué podemos aprender de estos versos en el día de hoy: (1) La gente del mundo siempre se afana por buscar le respuestas a sus problemas olvidando que Dios tiene control de todo y que sólo Él puede suplir todo cuanto necesitamos. Afanandote no solucionarás ningún problema, mas bien entrega tus cargas a Dios.  (2) Dios sabe que tienes necesidades, Él las conoce absolutamente todas, pero tal vez te preguntes y ¿entonces por qué no me da todo lo que necesito? Buena pregunta, pues sólo Él sabe lo que es mejor para nosotros y lo que nos conviene (Jeremías 29:11).  (3) Lo que primerame

"Y los siervos del rey dijeron al rey: he aquí tus siervos están listos a todo lo que nuestro señor el rey decida" (2 Samuel 15: 15). Empieza un nuevo año y con él nuevas resoluciones (metas) que las personas se proponen para llevarlas a cabo durante ese tiempo. Igualmente, los creyentes también deben tener las suyas, pero éstas deben ser más espirituales que de cualquier otro tipo. Empieza el 2015 y ya te has preguntado ¿qué cosas quisieras lograr? ¿Ya te has fijado metas espirituales para este 2015? ¿Tienes una Palabra Rhema para conquistarlo? Si las respuesta es no, entonces puedes empezar con este Rhema y este verso de 2 de Samuel 15: 15, el cual nos habla de una palabra muy importante para cualquier creyente: FIDELIDAD. Algo que podemos aprender de la actitud de los sirvientes del rey David, el rey de quien hace mención este pasaje, es que ellos disponen sus corazones a obedecer TODO cuanto el rey les dijera. Ellos deciden permanecer siendo fieles. De esa misma manera de