Siempre vigilantes
"Bienaventurados aquellos siervos a los cuales Su señor, cuando venga, halla velando; de cierto os digo que se ceñirá y hará que se sienten a la mesa y vendrá a servirles. Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, si los hallare así, bienaventurados son aquellos siervos. Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora el ladrón había de venir, velaría, ciertamente, y no dejaría minar su casa. Vosotros pues, también estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá" (Lucas 12: 37 - 40, RV1960).
Esta es una Palabra que exhorta a todos los creyentes a estar alertas en todo tiempo; pues nadie sabe el día ni la hora en la que vendrá el Señor Jesús por Su iglesia. Es por ello que, cuando venga debemos estar haciendo lo que nos encomendó: uno, pendientes de las almas (Mateo 9:36) y, dos, predicando el evangelio (Marcos 16:15), etc.
De acuerdo al DRAE, velar significa cuidar solícitamente algo, y continuar trabajando después de la jornada laboral. Ambas definiciones implican trabajar, es decir hacer aquello que nos corresponde como cristianos; no es viendo TV o perdiendo el tiempo en cosas que no son edificantes ni productivas. Debemos "estar pilas" ganando almas para el Señor, compartiendo el evangelio, luchando contra el enemigo, porque, a veces perdemos el tiempo quejándonos por circunstancias de la vida y no hacemos lo que se nos encomienda.
Si el Señor Jesús viniera varias veces, se gozaría de encontrar a sus ovejas haciendo lo que nos dijo: estar pendientes de los negocios del Padre, lo cual es mucho más que una disciplina, debería ser mas un estilo de vida, el cual debemos adoptar. Y hay que empezar tomando decisiones radicales, como por ejemplo:
UNO, predicar más el evangelio.
DOS, intimar más con Dios en oración (1 Tesalonicenses 5:17), y TRES, dedicar más tiempo a la lectura de las Escrituras (2 Timoteo 3:17), entre otros, todo ello encaminado a alimentar y fortalecer el hombre nuevo que hay en ti.
La actitud "siempre vigilante" requiere que estemos alertas en todo tiempo, porque nuestro principal enemigo anda como león rugiente buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8). Así como el enemigo no descansa, nosotros también necesitamos asumir esa conducta para hacerle frente y frenar sus maquinaciones. ¿Estás dispuesto a estar siempre vigilante?
Dios te bendiga sobreabundantemente. No dejes congregarte, en este bello día, en tu iglesia local. Dale gracias a Dios por todo lo que ha hecho por ti y tu familia.
"Bienaventurados aquellos siervos a los cuales Su señor, cuando venga, halla velando; de cierto os digo que se ceñirá y hará que se sienten a la mesa y vendrá a servirles. Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, si los hallare así, bienaventurados son aquellos siervos. Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora el ladrón había de venir, velaría, ciertamente, y no dejaría minar su casa. Vosotros pues, también estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá" (Lucas 12: 37 - 40, RV1960).
Esta es una Palabra que exhorta a todos los creyentes a estar alertas en todo tiempo; pues nadie sabe el día ni la hora en la que vendrá el Señor Jesús por Su iglesia. Es por ello que, cuando venga debemos estar haciendo lo que nos encomendó: uno, pendientes de las almas (Mateo 9:36) y, dos, predicando el evangelio (Marcos 16:15), etc.
De acuerdo al DRAE, velar significa cuidar solícitamente algo, y continuar trabajando después de la jornada laboral. Ambas definiciones implican trabajar, es decir hacer aquello que nos corresponde como cristianos; no es viendo TV o perdiendo el tiempo en cosas que no son edificantes ni productivas. Debemos "estar pilas" ganando almas para el Señor, compartiendo el evangelio, luchando contra el enemigo, porque, a veces perdemos el tiempo quejándonos por circunstancias de la vida y no hacemos lo que se nos encomienda.
Si el Señor Jesús viniera varias veces, se gozaría de encontrar a sus ovejas haciendo lo que nos dijo: estar pendientes de los negocios del Padre, lo cual es mucho más que una disciplina, debería ser mas un estilo de vida, el cual debemos adoptar. Y hay que empezar tomando decisiones radicales, como por ejemplo:
UNO, predicar más el evangelio.
DOS, intimar más con Dios en oración (1 Tesalonicenses 5:17), y TRES, dedicar más tiempo a la lectura de las Escrituras (2 Timoteo 3:17), entre otros, todo ello encaminado a alimentar y fortalecer el hombre nuevo que hay en ti.
La actitud "siempre vigilante" requiere que estemos alertas en todo tiempo, porque nuestro principal enemigo anda como león rugiente buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8). Así como el enemigo no descansa, nosotros también necesitamos asumir esa conducta para hacerle frente y frenar sus maquinaciones. ¿Estás dispuesto a estar siempre vigilante?
Dios te bendiga sobreabundantemente. No dejes congregarte, en este bello día, en tu iglesia local. Dale gracias a Dios por todo lo que ha hecho por ti y tu familia.
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