¿Qué clase de alimento necesitas: leche o sólido?
"Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal" (Hebreos 5: 12-14).
Cuando nos congregamos en la iglesia y empezamos a conocer a cada uno de nuestros hermanos y hermanas, nos damos cuenta de cuánto tiempo ha pasado cada uno en la iglesia, el servicio que prestan y de los frutos que cada cual tiene. Pero independientemente del tiempo y del servicio a Dios, todo creyente está llamado a crecer espiritualmente, no puede quedarse en el mismo estado en el que entró por primera vez al templo. Así como la fe debe crecer (Mateo 13: 31-32), asimismo crecerá el creyente de manera espiritual. Esto quiere decir, en otras palabras, que debemos desarrollarnos, que no podemos quedarnos siendo unos neófitos o principiantes toda la vida. Estamos llamados a desarrollarnos y a dar frutos (Juan 15: 5).
¿Cuánto tiempo llevas en la iglesia? ¿Qué clase de alimento estás tomando: leche o sólido? Pareciera una dura pregunta, pero es necesario hacérnoslas para determinar (1) la clase de alimento que estamos recibiendo y (2) el crecimiento espiritual que estás teniendo.
Todo creyente está llamado a predicar (Marcos 16: 15) y para poder hacerlo debe crecer y prepararse espiritualmente para ese reto después de un tiempo determinado. Debemos dejar de ser niños con necesidad de leche, para empezar a tomar alimento sólido.
Dios te bendiga sobreabundantemente en este día a ti y a tu casa. No olvides ser de bendición para otros compartiendo este mensaje con alguien más.
"Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal" (Hebreos 5: 12-14).
Cuando nos congregamos en la iglesia y empezamos a conocer a cada uno de nuestros hermanos y hermanas, nos damos cuenta de cuánto tiempo ha pasado cada uno en la iglesia, el servicio que prestan y de los frutos que cada cual tiene. Pero independientemente del tiempo y del servicio a Dios, todo creyente está llamado a crecer espiritualmente, no puede quedarse en el mismo estado en el que entró por primera vez al templo. Así como la fe debe crecer (Mateo 13: 31-32), asimismo crecerá el creyente de manera espiritual. Esto quiere decir, en otras palabras, que debemos desarrollarnos, que no podemos quedarnos siendo unos neófitos o principiantes toda la vida. Estamos llamados a desarrollarnos y a dar frutos (Juan 15: 5).
¿Cuánto tiempo llevas en la iglesia? ¿Qué clase de alimento estás tomando: leche o sólido? Pareciera una dura pregunta, pero es necesario hacérnoslas para determinar (1) la clase de alimento que estamos recibiendo y (2) el crecimiento espiritual que estás teniendo.
Todo creyente está llamado a predicar (Marcos 16: 15) y para poder hacerlo debe crecer y prepararse espiritualmente para ese reto después de un tiempo determinado. Debemos dejar de ser niños con necesidad de leche, para empezar a tomar alimento sólido.
Dios te bendiga sobreabundantemente en este día a ti y a tu casa. No olvides ser de bendición para otros compartiendo este mensaje con alguien más.
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