Alineando mi visión con la de Dios
"Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos" (Números 13:30).
En el capítulo 13 del libro de números, se encuentra la historia de los doce espías que Moisés envía a reconocer la tierra de Canaán, la tierra prometida por Dios al pueblo de Israel. Estos doce espías tenían la misión de hacer un reconocimiento exhaustivo de la tierra antes de entrar a poseerla. Por un periodo de cuarenta días, ellos recolectaron información de inteligencia que les serviría para ir a la conquista.
Sin embargo, cuando ellos regresan, diez de los espías dan un reporte negativo, pero ante todo se amedrentaron por los gigantes que allí habitaban. Y sólo dos de los espías dieron un parte afirmativo y no se dejaron amedrentar, creyeron que podían conquistar la tierra sin inconvenientes.
De este texto podemos aprender dos cosas:
(1) Cuando Dios hace una promesa, yo debo entender que Él tiene todo el poder para cumplirla (Lucas 18:27). Ese fue el caso de los diez espías, no creyeron en la Palabra de Dios y su incredulidad los llevó a dar tal reporte. Negaron el poder de Dios para hacer cualquier cosa, ya habían olvidado las proezas que había hecho cuando los sacó de Egipto: las plagas, un mar dividido en dos, el maná, la columna de fuego en el desierto.
(2) Por encima de los que mis ojos vean, las promesas de Dios siempre tendrán cumplimiento, pues es Él no es hombre para mentir (Número 23:19). No es lo que vean mis ojos, no es mi visión, sino alinear mi visión con la de Dios para no dejarme amedrentar por la circunstancias. Caleb y Josué sabían (a) quién era su Dios, (b) las cosas que había hecho, y (c) sabían que para Dios no era imposible entregarles esa tierra. Jehová Dios ya les había prometido esa tierra hacía más de quinientos años a Abraham, a Isaac y a Jacob (Israel), sólo había que creer en la promesa.
No creer la palabra de Dios es sinónimo de desobediencia y esta trae consigo maldición. Y en Números 14:36, la Palabra relata cómo estos espías mueren a causa de su incredulidad. Sin embrago, creer es sinónimo de obediencia y esta trae consigo bendición. Caleb y Josué sí creyeron en la promesa y como resultado de creer, alcanzaron no solamente a ver la tierra prometido, sino también a conquistarla. ¿Qué cosas has dejado de alcanzar en tu vida porque no creíste la palabra de Dios? ¿Acaso ya has olvidado de dónde Dios te sacó? ¿Ya olvidaste todo lo que hizo por ti? No dejes de alcanzar las bendiciones sólo porque no has alineado tu visión con la Suya. No te dejes amedrentar por lo que veas, donde estás hoy no es a donde vas a allegar con Él. Hoy es día de creer y de alinear la visión de Dios con la tuya para poder alcanzar Sus bendiciones. Cree, solamente cree.
Deseo que tengas un día súper bendecido y que el favor y la gracia de Jehová te persigan a donde quiera que vayas. Comparte este mensaje con otros, sé de bendición.
"Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos" (Números 13:30).
En el capítulo 13 del libro de números, se encuentra la historia de los doce espías que Moisés envía a reconocer la tierra de Canaán, la tierra prometida por Dios al pueblo de Israel. Estos doce espías tenían la misión de hacer un reconocimiento exhaustivo de la tierra antes de entrar a poseerla. Por un periodo de cuarenta días, ellos recolectaron información de inteligencia que les serviría para ir a la conquista.
Sin embargo, cuando ellos regresan, diez de los espías dan un reporte negativo, pero ante todo se amedrentaron por los gigantes que allí habitaban. Y sólo dos de los espías dieron un parte afirmativo y no se dejaron amedrentar, creyeron que podían conquistar la tierra sin inconvenientes.
De este texto podemos aprender dos cosas:
(1) Cuando Dios hace una promesa, yo debo entender que Él tiene todo el poder para cumplirla (Lucas 18:27). Ese fue el caso de los diez espías, no creyeron en la Palabra de Dios y su incredulidad los llevó a dar tal reporte. Negaron el poder de Dios para hacer cualquier cosa, ya habían olvidado las proezas que había hecho cuando los sacó de Egipto: las plagas, un mar dividido en dos, el maná, la columna de fuego en el desierto.
(2) Por encima de los que mis ojos vean, las promesas de Dios siempre tendrán cumplimiento, pues es Él no es hombre para mentir (Número 23:19). No es lo que vean mis ojos, no es mi visión, sino alinear mi visión con la de Dios para no dejarme amedrentar por la circunstancias. Caleb y Josué sabían (a) quién era su Dios, (b) las cosas que había hecho, y (c) sabían que para Dios no era imposible entregarles esa tierra. Jehová Dios ya les había prometido esa tierra hacía más de quinientos años a Abraham, a Isaac y a Jacob (Israel), sólo había que creer en la promesa.
No creer la palabra de Dios es sinónimo de desobediencia y esta trae consigo maldición. Y en Números 14:36, la Palabra relata cómo estos espías mueren a causa de su incredulidad. Sin embrago, creer es sinónimo de obediencia y esta trae consigo bendición. Caleb y Josué sí creyeron en la promesa y como resultado de creer, alcanzaron no solamente a ver la tierra prometido, sino también a conquistarla. ¿Qué cosas has dejado de alcanzar en tu vida porque no creíste la palabra de Dios? ¿Acaso ya has olvidado de dónde Dios te sacó? ¿Ya olvidaste todo lo que hizo por ti? No dejes de alcanzar las bendiciones sólo porque no has alineado tu visión con la Suya. No te dejes amedrentar por lo que veas, donde estás hoy no es a donde vas a allegar con Él. Hoy es día de creer y de alinear la visión de Dios con la tuya para poder alcanzar Sus bendiciones. Cree, solamente cree.
Deseo que tengas un día súper bendecido y que el favor y la gracia de Jehová te persigan a donde quiera que vayas. Comparte este mensaje con otros, sé de bendición.
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