Pescador de hombres
"Y les dijo Jesús: venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres" (Marcos 1:17).
Actualmente, es muy triste ver en las iglesias que los creyentes se conformen con ir a la escuela dominical, y con ir a una que otra reunión entre semana. No hay sentido de pertenencia ni de compromiso hacia las cosas de Dios. Como dice mi pastor, tristemente nos hemos convertido en cristianos "calienta sillas".
El propósito del evangelio no permanecer sentados sólo recibiendo la Palabra, NO. El objetivo es que seas:
(1) Procesado y formado como hombre, y
(2) Entrenado para compartir la Palabra con otras personas y convertirte en pescador de hombres.
Cuando el Señor Jesús entrenó a Sus doce, lo hizo con la intención de que fueran capaces de compartir el evangelio a todas las naciones (Mateo 28:19). Sin embargo, ellos también debían seguir discipulando a otros, de eso se trata la Gran Comisión.
Todos los creyentes estamos llamados no sólo a compartir el evangelio, sino también a formar discípulos para que asimismo se conviertan en pescadores de hombres. Esto no sucede, a veces, por el testimonio que ven nuestros discípulos en nosotros. Así que, no podré exigirles que hagan lo que yo no hago. No podrán ser responsables ni obedientes si en mí tampoco lo ven como un ejemplo a seguir.
Es tiempo de levantarse para compartir el evangelio a todas las naciones y, así, poder pescar más hombres. El objetivo debe ser que nadie se quede sin escuchar Palabra de vida y de salvación. Deja de lado la "flojera espiritual", levántate ya y comienza a compartir las buenas nuevas. Habla con tus amigos, tus compañeros de trabajo, la gente de tu universidad, tus vecinos, tu jefe... No dejes de predicar un sólo día. Te exhorto a que empieces a formarte más en la Palabra para que también puedas formar a otros para que ellos, igualmente, puedan imitarte en lo que haces: ser un pescador de hombres.
Dios te bendiga y te dé la sabiduría necesaria para entender y poder compartir las Escrituras con otras personas. Que tengas un buen día.
"Y les dijo Jesús: venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres" (Marcos 1:17).
Actualmente, es muy triste ver en las iglesias que los creyentes se conformen con ir a la escuela dominical, y con ir a una que otra reunión entre semana. No hay sentido de pertenencia ni de compromiso hacia las cosas de Dios. Como dice mi pastor, tristemente nos hemos convertido en cristianos "calienta sillas".
El propósito del evangelio no permanecer sentados sólo recibiendo la Palabra, NO. El objetivo es que seas:
(1) Procesado y formado como hombre, y
(2) Entrenado para compartir la Palabra con otras personas y convertirte en pescador de hombres.
Cuando el Señor Jesús entrenó a Sus doce, lo hizo con la intención de que fueran capaces de compartir el evangelio a todas las naciones (Mateo 28:19). Sin embargo, ellos también debían seguir discipulando a otros, de eso se trata la Gran Comisión.
Todos los creyentes estamos llamados no sólo a compartir el evangelio, sino también a formar discípulos para que asimismo se conviertan en pescadores de hombres. Esto no sucede, a veces, por el testimonio que ven nuestros discípulos en nosotros. Así que, no podré exigirles que hagan lo que yo no hago. No podrán ser responsables ni obedientes si en mí tampoco lo ven como un ejemplo a seguir.
Es tiempo de levantarse para compartir el evangelio a todas las naciones y, así, poder pescar más hombres. El objetivo debe ser que nadie se quede sin escuchar Palabra de vida y de salvación. Deja de lado la "flojera espiritual", levántate ya y comienza a compartir las buenas nuevas. Habla con tus amigos, tus compañeros de trabajo, la gente de tu universidad, tus vecinos, tu jefe... No dejes de predicar un sólo día. Te exhorto a que empieces a formarte más en la Palabra para que también puedas formar a otros para que ellos, igualmente, puedan imitarte en lo que haces: ser un pescador de hombres.
Dios te bendiga y te dé la sabiduría necesaria para entender y poder compartir las Escrituras con otras personas. Que tengas un buen día.
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